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Opinión

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¿Aguantar seis años más?

Con los casi 46 de los 69 meses ya transcurridos (el 67%) que durará este gobierno de la 4T, está evidenciada la demolición institucional, social y económica del país. México se ha descapitalizado en todos sentidos. Los retrocesos más graves saltan a la vista: agudas deficiencias de los sistemas de salud y educación, aumento de la pobreza, ineficiencia operativa del gobierno y despilfarro de recursos fiscales en proyectos de infraestructura  inviables, por sólo mencionar los más obvios.

En el ámbito político, el estilo autoritario de gobernar del Presidente ha socavado la democracia. Para lograr sus fines, López Obrador gobierna con el respaldo del militarismo.

Un presidente es la cabeza del gobierno y para ello toma decisiones para lo que se auxilia de un gabinete de secretarios de estado expertos en diversos temas. Pero el gabinete de López Obrador está conformado en su gran mayoría por integrantes que no tienen la preparación necesaria para desempeñarse en sus áreas designadas. Asimismo, son aduladores que no le cuestionan nada al Presidente y por ende no ejercen ninguna función de asesoría y discusión que pudiera enriquecer la toma de decisiones. El gabinete es prácticamente inexistente. Sólo existe un grupo de subordinados serviles  que bajo el nombre de gabinete de seguridad se reúne diariamente con él a las seis de la mañana. Es muy dudosa su eficacia. Ha trascendido que en vez de abocarse a temas de seguridad, esa reunión sirve para establecer el guion y preparar el show mañanero. Es la preproducción de la comedia diaria.

Parecería ser que su único interés es imponer al candidato(a) de su partido para la elección de 2024 y asegurar así la continuidad de su proyecto. Pero la 4T no es un proyecto de nación, más bien son acciones enfiladas a mantener el control y el poder político sustentado en una ideología populista y autoritaria, destruyendo a su paso todo lo que sea un obstáculo para ese fin. El bienestar de los mexicanos no importa.

Ninguno de los tres posibles candidatos de Morena ha expresado cuál sería su proyecto de nación. Solo hablan de “continuidad”, lo que hace pensar en “lopezobradorismo sin AMLO”. Es decir, la destrucción seguiría.

A pesar de la fractura de la alianza opositora, resulta claro que ante la ventaja de Morena, sólo ésta con un candidato(a) único podría ganar la presidencia en 2024, claro, sin el ala priísta de Alito. Pero muchos expresan que el problema de una alianza entre partidos es que no es posible mezclar ideologías y principios diferentes. Se equivocan, pues la experiencia en otros  países demuestra que cuando la oposición coincide en un diagnóstico general de las crisis política y económica, las diferentes ideologías pueden ser funcionales bajo un gobierno de coalición. Eso es lo que debería estar haciendo ahora la oposición: negociar una alianza con base en formar un gobierno de coalición y en escoger a un candidato(a) que sea aceptable para encabezar un régimen de bloque. En 2024 los mexicanos habremos aguantando seis años de destrucción; difícilmente se aguantarían otros seis más.

Twitter: @frubli

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Economista egresado del ITAM. Cuenta con Maestría y estudios de doctorado en teoría y política monetaria, y finanzas y comercio internacionales. Columnista de El Economista. Ha sido asesor de la Junta de Gobierno del Banxico, Director de Vinculación Institucional, Director de Relaciones Externas y Coordinador de la Oficina del Gobernador, Gerente de Relaciones Externas, Gerente de Análisis Macrofinanciero, Subgerente de Análisis Macroeconómico, Subgerente de Economía Internacional y Analista.

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