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Opinión

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El curioso regreso de Kate Bush a las listas musicales

Foto: Katebush.com

Foto: Katebush.com

La veterana artista británica Kate Bush regresó esta semana a las listas de ventas en el Reino Unido y Estados Unidos. “Running up that Hill” está en el puesto 8 del top 100 de Billboard y todo gracias a la serie de Netflix Stranger Things. 37 años después de su lanzamiento, “Running Up that Hill (A deal with God)”, la canción con la que abre el álbum Hounds of Love, ha sido presentada a una nueva generación.

La lista del Hot 100 de Billboard ha estado dominada en semanas recientes por Harry Styles. Con su tercer disco en solitario Harry’s House, la estrella de pop británica ha conquistado el disco del verano de este año y ha logrado poner el disco entero en la lista de Billboard.

El regreso de Bush es un fenómeno extraño y un tanto inesperado entre los éxitos de TikTok de Lizzo, Bad Bunny y Styles.

“Running up that Hill” aparece en un momento crucial en la narrativa de la cuarta temporada de la serie de ciencia ficción y fantasía creada por los hermanos Duffer. Si usted querido lector no ha visto la serie no le arruinaremos nada, pero la serie es una carta de amor a los años ochenta: a las grandes superproducciones cinematográficas de Hollywood, la nostalgia por los centros comerciales y la era análoga de la música.

Cuando Hounds of Love se lanzó el 16 de septiembre de 1985, el quinto álbum de Kate Bush fue un parteaguas para su creadora. No sólo fue un tremendo éxito comercial aquel año. Bush fue la primera artista británica que tuvo su primer número 1 con el primer sencillo “Wuthering Heights” de su disco debut The Kick Inside (1978).

Para su disquera EMI, la canción fue el primer éxito que había logrado en varios años y tras la debacle de sus negociaciones con los Sex Pistols encontró en ella a una artista que se salía de los estándares del pop convencional. Aunque sus primeros tres discos fueron bien recibidos por la crítica y tuvieron buenas ventas, Bush siempre estuvo fuera de los límites del pop convencional.

Hounds of Love se grabó en un estudio que Kate Bush construyó en una granja del Siglo XVII en la campiña de Kent con una consola de grabación de 48 canales con la que podía experimentar libremente. A lo largo de Hounds of Love predomina el sonido del disco. El uso del sintetizador Fairlight y las programaciones en una caja de ritmo LinDrum le dan una atmósfera etérea a toda la música. El disco fue grabado con la ayuda del ingeniero Del Palmer, Paddy Bush y cuenta con las colaboraciones de Youth, bajista de Killing Joke, el guitarrista británico John Williams y los arreglos orquestales de Michael Kamen.  

Durante 1986 los sencillos “Hounds of Love”, “The Big Sky” y “Cloudbusting” recibieron buena promoción en la radio y en el naciente canal MTV, el último en un video concebido por el exmiembro de Monty Python, Terry Gilliam, con el actor Donald Sutherland.

Hounds of Love estableció a Bush en lugar privilegiado como artista. El disco destronó a Like a Virgin de Madonna en septiembre de 1985 en las listas de ventas en el Reino Unido. “Running Up that Hill”, el primer sencillo promocionado, debutó en el puesto 9 de las listas de ventas en el Reino Unido y alcanzó el número 3. En Estados Unidos llegó también al Top 40 en el lugar 30, aunque Kate Bush evitó realizar cualquier tipo de gira para promocionar el álbum. El semanario británico New Musical Express (NME) lo seleccionó entre sus 10 mejores discos y canciones del año.

A partir de ese momento Kate Bush pudo dedicarse a hacer su música a su propio paso sin ninguna intromisión ni presión de las disqueras. Bush ha vivido fuera de los reflectores por décadas y ha sido una artista que tuvo poco contacto con los escenarios, manteniéndose fuera de ellos por más de 35 años.

En este tiempo la influencia de Kate Bush ha sido notable en la cantidad de artistas que la han versionado y que la referencian en su música. Placebo y Within Temptation, ambos tienen sus propias versiones de “Running Up that Hill” y The Futureheads hizo lo propio con una versión guitarrosa de “Hounds of Love”. La canción también fue utilizada durante la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de 2012.

Stranger Things ha ayudado a que una nueva generación se acerque a la obra de Kate Bush. Hounds of Love es un disco misterioso con significados abiertos para cada escucha, pero sus hipnóticas percusiones y sus etéreas capas de sintetizadores son la base perfecta para musicalizar nuestros sueños. Esas escenas que nos mantienen al filo del asiento y, al igual que Max, nos hacen rebobinar una vez más el cassette para volver a escuchar esa misteriosa canción.

antonio.becerril@eleconomista.mx

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Coordinador de Operaciones Online. Periodista. Desde el 2019 escribe la columna semanal sobre música “Mixtape” en El Economista. Ha sido reportero de tecnología y negocios, startups, cultura pop, y coeditor del suplemento de The Washington Post y RIPE.

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