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Opinión

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Inflación y codicia: riqueza y pobreza, superlativas

Hasta ahora la versión imperante es que la inflación que azota al mundo se explica por las consecuencias del Covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania.

Sin embargo, un estudio de la Organización No Gubernamental (ONG), Oxfam revela que más allá de los efectos disruptivos en las cadenas de producción y distribución provocados por la pandemia y la guerra, detrás de la inflación, están las ganancias superlativas de las grandes corporaciones internacionales de energía y alimentos.

La ONG la califica como “la inflación de la codicia”.

“La Ley del Más Rico” es el sugerente título del análisis que se difundió en el inicio de los trabajos del Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza.

El trabajo es abundante en cifras y frases contundentes que develan la mayúscula desigualdad y la profundización de la polarización de la pobreza y la riqueza en el mundo.

Refiere algunos datos del Banco Mundial que señalan que podríamos estar ante el mayor incremento de la pobreza y desigualdad entre países desde la Segunda Guerra Mundial.

Al mismo tiempo que se registra una de las oleadas de mayor y más rápida concentración de la riqueza.

Mientras las grandes compañías duplican sus ganancias, más de 800 millones de personas en el mundo, duermen con hambre.

Hoy, países enteros se encuentran al borde de la bancarrota.

Los más pobres destinan cuatro veces más recursos al servicio de la deuda (en manos de ricos acreedores) que, a los servicios de salud pública, Brasil destinó en 2021 tres veces más al servicio de la deuda, que a inversión en salud.  

A nivel mundial, la fortuna de los milmillonarios ha crecido a un ritmo de 2 mil 700 millones de dólares al día, al mismo tiempo que al menos mil 700 millones de trabajadoras y trabajadores viven en países donde la inflación crece por encima de los salarios.

La riqueza crece superlativamente, mientras que la pobreza se profundiza notablemente.

La cumbre de las élites en Davos, Suiza se realiza cuando la riqueza y la pobreza extremas en el mundo, aumentan simultáneamente por primera vez en un cuarto de siglo.

Las utilidades empresariales están agravando esta crisis inflacionaria.

A finales de 2022 los márgenes de las empresas eran un 60% superiores a los observados a finales de 2019, mientras los salarios apenas habían crecido un 4 por ciento.

El 1% más rico ha acaparado casi dos terceras partes de la nueva riqueza (valorada en 42 billones de dólares), generada a nivel global entre diciembre de 2019 y diciembre de 2021, casi el doble que el 99% restante de la humanidad, revela el nuevo informe de Oxfam Intermón.

Por cada dólar de nueva riqueza global que recibe una persona del 90 % más pobre de la humanidad, un milmillonario se embolsa 1.7 millones de dólares.

La fortuna de los milmillonarios crece a un ritmo de 2 mil 700 millones de dólares diarios.

Esto se suma a una década de ganancias históricas en la que el número de milmillonarios y su riqueza se han duplicado

Según las estimaciones de la organización, 95 grandes empresas de energía y de alimentación han más que duplicado sus beneficios en el 2022.

Han generado utilidades extraordinarias por un total de 306 mil millones de dólares, y destinando 257 mil millones de dólares (el 84%) a remunerar a sus ricos accionistas. Esta codicia alimenta la inflación.

En Australia, Estados Unidos y el Reino Unido, estos enormes beneficios empresariales han contribuido como mínimo al 50% del crecimiento de la inflación.

La dinastía familiar Walton, propietaria del 50% de la multinacional Walmart, recibió 8 mil 500 millones de dólares de dividendos a lo largo del año pasado.

Solo en 2022, la riqueza del milmillonario indio Gautam Adani, propietario de grandes compañías energéticas, se ha incrementado en 42 mil millones de dólares (un 46 por ciento). 

En contraste, al menos 1 mil 700 millones de trabajadoras y trabajadores viven en países donde el crecimiento de la inflación se sitúa por encima del de los salarios, y más de 820 millones de personas en todo el mundo (aproximadamente una de cada diez) pasan hambre.

La conclusión es que las grandes empresas de energía y alimentos a través de las enormes utilidades que obtienen, están contribuyendo a elevar la inflación.

No sólo están trasladando el aumento de los costos de los insumos a los consumidores, sino que están capitalizando la crisis.

Esa es la radiografía de Oxfam respecto de la inflación y la profundización de la riqueza y la pobreza en el mundo. Para la reflexión.

Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

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