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Opinión

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La Cultura de la Paz, Crisis y Conflictos por falta de Agua y Más

El agua se ha convertido en un recurso muy preciado. Hay lugares en los que un barril de agua cuesta más que un barril de petróleo.

Lloyd Axworthy

El agua es un recurso natural que, contrario a una creencia generalizada, es un recurso limitado que todos necesitamos.

El acceso al agua es un derecho humano. Sin embargo, este valioso e indispensable recurso natural no llega de forma segura a un gran número de personas. Sin olvidar el dicho popular que reza “Dios nos da el agua, pero no la entuba”, no debe soslayarse que en la actualidad alrededor de diez millones de personas no tienen acceso al agua potable de manera regular y en esta severa sequía, sobre todo en el norte del país, los afectados son mucho más.

Al inicio del actual gobierno el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), advirtió sobre la necesidad de realizar una inversión anual del orden de 49 mil millones de pesos durante un periodo de al menos 20 años para alcanzar la sostenibilidad y seguridad hídrica en México. Sin embargo, en el Presupuesto de Egresos de la Federación para este año, sólo se asignaron poco más de mil millones para infraestructura de agua potable, alcantarillado y saneamiento, esa asignación representa sólo el 2% de lo recomendado.

Este es sólo uno de los renglones afectados por la “austeridad republicana”, que se transforma en “pobreza franciscana”, basada en el lamentable argumento de que "mientras más ahorro, más bienestar para la gente", cosa que dista mucho de ser cierta. Baste ver la desesperación de habitantes del norte del país que sufren por la sequía y el desabasto de agua que se traduce en insalubridad, pérdida de cosechas, muerte de ganado y otras calamidades, así como conflictos sociales.

Es urgente e indispensable revertir la falta de inversión pública federal, estatal y municipal para superar la débil infraestructura hidráulica y la escasa red de saneamiento en nuestro país, ya que cada vez se agudizarán más los problemas del agua y hoy -tristemente- no se vislumbran programas ni acciones del gobierno, en sus tres niveles, para resolverlos de manera ordenada ni integral.

El agua es fundamental para el desarrollo y la paz en el mundo y en nuestro país. El desabasto o escasez del agua dan lugar a una mayor desigualdad e inestabilidad sociales, situación que pone en riesgo el tejido social al ser una fuente de conflictos y de violencia.

Ante los reclamos del gobierno de Nuevo León, donde los habitantes de Monterrey y de otros municipios de esa entidad están padeciendo la escasez de agua, el Mandatario federal expidió un decreto que tiene por objeto establecer un plan de acción inmediata para atender la emergencia por el desabasto de agua potable. El instrumento legal ordena que las empresas concesionarias en esa entidad entreguen volúmenes de agua para uso doméstico en 23 municipios.

La falta de atención oportuna al asunto de seguridad nacional que es el agua, habrán de pagarlo, en Nuevo León, los villanos favoritos del Presidente: los empresarios. De tal suerte que los fabricantes y embotelladores de cervezas y refrescos habrán de reducir su producción, con los efectos nocivos a la economía, sin tener en cuenta que el consumo de agua de esa rama industrial es menor que el de otros sectores productivos.

Se trata de una medida desesperada, carente de medidas de fondo, originada por la gravedad de la crisis presente en varios estados del norte que ya causa conflictos entre los sedientos habitantes, como si el problema de la sequía y desabasto de agua se resolviera por decreto.

Si sabemos de guerras por territorio, por dominación y por recursos naturales, no nos extrañe que ocurran conflagraciones por la posesión de fuentes y reservas de agua. En nuestro entorno, los conflictos y violencia ya se presentan por la falta de agua.

Del otro lado de la moneda, vemos con preocupación que se han reanudado las obras del tramo cinco del Tren Maya violando dos suspensiones definitivas concedidas por jueces federales de distrito para detener, por tiempo indefinido, las obras del referido tramo, que se ubica entre Playa del Carmen y Tulum, violación que se basó en un artilugio para cubrir dicha obra con el manto de la seguridad nacional, como si la devastación y el ecocidio en la zona, la destrucción de la selva y de la fauna que ahí vive, así como la contaminación de las aguas subterráneas de la península, tuvieran ese carácter. La protección y preservación de ese patrimonio natural sí deben ser consideradas un asunto de seguridad nacional. Además, el inquilino de Palacio Nacional ha decretado la expropiación de terrenos de propiedad privada en cuatro municipios de Quintana Roo, para la construcción del mencionado tramo cinco del Tren Maya, que suman una superficie de un millón 93 mil 119 metros cuadrados.

Más que golpear cotidianamente a sus supuestos opositores y dedicarse a distraer a la población en torno a los graves problemas que agobian de manera creciente a la población, así como a dedicar recursos y esfuerzos dirigidos a la lucha electoral, a la sucesión presidencial, a atacar a las oposiciones y a fortalecer a su partido, urge que el Presidente tome medidas para que demos pasos hacia adelante, no hacia atrás. En materia de transparencia, es urgente el restablecimiento de “Compranet” cuyo objeto ha sido, desde su creación, el transparentar todos los procesos de las adquisiciones del gobierno, su caída es un acto de fomento a la opacidad y a la corrupción, y atender -de a de veras- los problemas de agua potable y saneamiento, entre otros muchos pendientes.

Por si los conflictos que se generan desde Palacio Nacional fueran insuficientes, el pasado fin de semana el partido oficialista hizo alarde se su incapacidad democrática durante sus procesos internos plagados de coacción a votantes, acarreo y violencia. Es obvio que carece de autoridad moral para dar lecciones de democracia o para desmantelar al INE.

Si la idea es que todos vivamos mejor, ello sólo será posible en un ambiente de solidaridad, de respeto, de concordia y de diálogo. Apostemos a generar una verdadera cultura de avenencia en la sociedad e involucrarla en la cultura de la paz.

* El autor es abogado y mediador profesional. #mediacionenmexico

phmergoldd@anmediacion.com.mx

Twitter: @Phmergoldd

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