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Opinión

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La contención de otra crisis financiera

Cuando la Reserva Federal (Fed) tomó su última decisión de política monetaria hace apenas unas semanas ajustando su tasa de interés en 25 puntos base (pb), nunca imaginó que las circunstancias para su siguiente decisión de esta semana (22 de marzo) cambiarían drásticamente. Ahora se le responsabiliza de haber ocasionado la quiebra de un par de bancos, el SVB y Silvergate, y la liquidación de Signature Bank, con el argumento que incrementó demasiado rápido su tasa de interés de referencia. Si hace unas semanas la Fed evaluaba ajustar al alza 25 o hasta 50 pb su tasa de interés para afianzar las expectativas de inflación a la baja, ahora enfrenta la presión de pausar los incrementos para no ocasionar más quiebras bancarias. Es decir, un cambio de énfasis de su objetivo.

Responsabilizar a la política monetaria de causar inestabilidades financieras equivocadamente pasa por alto la responsabilidad de las instituciones bancarias que quebraron al no haber podido evaluar, manejar y diversificar adecuadamente el riesgo de su portafolio ante el acelerado aumento de tasas de interés. 

SVB concentró significativamente su exposición en las llamadas startups del sector tecnológico, mientras que el caso de Silvergate evidenció el gran riesgo que son las criptomonedas como vehículo de inversión. Cuando surge una institución con problemas, lo urgente como con el cáncer, es encapsular la crisis para evitar el contagio y es lo que han hecho acertadamente las autoridades estadounidenses.

El caso de SVB reveló además otra grave falla: la institución había decidido, después de la pandemia, mantener el trabajo a distancia (home office) para prácticamente todos los empleados. Este modelo de trabajo no es adecuado para cualquier empresa de cualquier sector. En el caso de SVB trascendió que los mecanismos internos de compliance (vigilancia, supervisión y adherencia a reglas operativas y éticas) se dificultaban y fueron muy laxos al tener al personal y los ejecutivos trabajando desde sus casas.

En la coyuntura crítica actual, no haría mucha diferencia si la Fed pausa o no su aumento esta semana, lo que urge es entender y diagnosticar las fallas que propiciaron estas quiebras; en todo caso, lo que se requiere es un salto cualitativo en la regulación, no uno cuantitativo. Es decir, no regular más, sino regular mejor.  

En Europa, los problemas financieros de Credit Suisse (CS), evidentes desde hace años, explotaron la semana pasada, y después de una intervención del banco central de Suiza por 54,000 millones de dólares, durante el fin de semana se llevaron a cabo intensas negociaciones para que el otro gigante suizo, UBS, terminara adquiriendo por poco más de 2,000 millones de dólares a CS, pagando 0.5 francos suizos por acción cuando el día previo se cotizaban en 2 francos suizos.

En México, los bancos están sólidamente capitalizados con adecuados niveles de liquidez. El Banco de México no enfrenta el dilema de la Fed para ajustar su política monetaria. Por ello, es un buen momento para seguir desligándose de las decisiones de la Fed, consolidar la lucha contra la inflación y considerar aumentar 50 pb el día 30 de marzo.

Twitter: @frubli

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Economista egresado del ITAM. Cuenta con Maestría y estudios de doctorado en teoría y política monetaria, y finanzas y comercio internacionales. Columnista de El Economista. Ha sido asesor de la Junta de Gobierno del Banxico, Director de Vinculación Institucional, Director de Relaciones Externas y Coordinador de la Oficina del Gobernador, Gerente de Relaciones Externas, Gerente de Análisis Macrofinanciero, Subgerente de Análisis Macroeconómico, Subgerente de Economía Internacional y Analista.

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