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Medicamentos de importación, ¿sí o no?
¿Águila o Sol? ¿Cara o Cruz? Al final es un volado. Aunque muchos pensarían que la apuesta está arreglada y que al final ganará el que tiene que ganar.
¡Veremos! Hoy se realiza en la Cámara de Diputados un periodo extraordinario para Modificar la Ley de Adquisiciones.
Es uno de los “encargos” del Jefe del Ejecutivo, que en días pasados “regañó” en público a los coordinadores de las bancadas del partido Morena en las cámaras de Diputados y Senadores, Mario Delgado y Ricardo Monreal porque no habían incluido las tareas pendientes en su última sesión.
Morena tiene la mayoría y es casi seguro que termine modificándose la Ley de Adquisiciones.
Sin embargo, hay quienes dejan un espacio al azar y creen que o no se modifica o se modifica de tal suerte que aumente la transparencia en las compras de gobierno, pero no permita las compras externas.
¿Qué importancia tiene este proceso? ¿Por qué se tiene que hacer tan apresuradamente?
Pues resulta que se tiene que llevar a cabo la modificación de la Ley de Adquisiciones para que se pueda cumplir la instrucción presidencial para que el gobierno mexicano compre en el mercado internacional los medicamentos que se requieren para el mercado nacional.
Hace apenas unos días, luego de severas acusaciones genéricas, es decir sin señalar a alguna empresa o empresario en particular, acusó de corrupción a la industria farmacéutica nacional.
Se basó en tal señalamiento para anunciar que su gobierno realizará licitaciones internacionales para satisfacer la demanda interna, hasta que los industriales farmacéuticos mexicanos se “regeneren”.
Sin tal modificación a la ley no puede hacer compras de medicamentos en el exterior, porque precisamente la Ley de Adquisiciones vigente lo impide al disponer que primero se realicen licitaciones locales.
Al gobierno le urge que se modifique la ley porque la intención es comprar medicamentos en el mercado internacional para las compras gubernamentales consolidadas de medicamentos de los años 2021 y 2022.
Los industriales, en carta abierta manifestaron su rotunda oposición a la intención gubernamental.
Todas las organizaciones del sector, expresaron que de concretarse implicará un golpe a la industria nacional.
Se perderán miles de empleos e inversiones y el gobierno mexicano hasta podría enfrentar disputas internacionales si no le da prioridad a los países con los que tiene tratados comerciales.
El conjunto de organizaciones gremiales del sector acusa que detrás de esta intención de realizar las compras en el exterior, está en realidad el desorden y la ineficiencia del gobierno para realizar las compras bajo los esquemas consolidados que en los últimos años se venían realizando con enormes ventajas y ahorros para el gobierno mexicano.
Han señalado que las compras que ha realizado la actual administración mayoritariamente han sido vía adjudicaciones directas.
Aseguran que sólo un 30% se ha colocado vía licitación y el 70% por adjudicación con sobreprecios de entre el 30 y el 60 por ciento.
Hoy veremos qué deciden los legisladores.
Por eso la moneda está en el aire. ¿Águila o Sol?
Atisbos
¿OPACIDAD? El sindicato patronal que encabeza Gustavo de Hoyos exige que no se haga de la adjudicación directa, la norma general en las compras y obras gubernamentales.
Esa —advierte— es la vía que más rápidamente lleva al camino de la corrupción.
De acuerdo con la información de la Coparmex, el 90% de los contratos del gobierno se realizan vía adjudicación directa y por invitación restringida.
Son tres los vicios que genera ese esquema de compras y obras: opacidad, corrupción y ausencia de competencia.
Coparmex propone un decálogo para mejorar las contrataciones con un esquema de mayor transparencia, competencia y no discriminación. Ojalá los atiendan. Veremos.