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Mientras tanto en el mundo...
Hasta antes del último lance autoritario de Andrés Manuel López Obrador de apoderarse del control del Poder Judicial, los temas que movían los mercados y que marcaban el rumbo de la política monetaria de México tenían que ver con los datos de la economía de Estados Unidos.
Esa es la realidad de los mercados financieros occidentales y muy en especial de un mercado tan dependiente como el mexicano, la información financiera de Estados Unidos es un asunto de interés local.
Esa dependencia está forzada por la cercanía, pero también es una decisión de México por la conveniencia de pertenecer al mismo ámbito de la economía más grande del mundo.
Pero eso es lo que no acaban de entender los admiradores de Fidel Castro y Hugo Chávez que ahora gobiernan y legislan, hacer bloque con Estados Unidos no da margen para portarse como dictadorzuelo y al mismo tiempo querer usar ese mercado para obtener ganancias.
El punto es que, a la par que se manifiesta el temor que persiste entre diferentes agentes económicos por el futuro institucional de México, siguen llegando noticias que mueven los mercados ante la expectativa de cambios en la política monetaria de Estados Unidos.
La gran duda en este momento en aquella economía es cómo va a equilibrar la Reserva Federal (Fed) su obligación dual de mantener la inflación baja con procurar el crecimiento económico.
Está descontado, es un hecho, que en su reunión de los próximos 17 y 18 de este mes la Fed habrá de bajar las tasas de interés, la interrogante es cuánto.
Ayer conocimos el indicador de empleos del sector privado, el ADP, que dejó ver una contracción en la creación de nuevas plazas de trabajo. Previamente conocimos la encuesta del Departamento del Trabajo que mostraba una baja sensible en las plazas laborales disponibles y este viernes, muy temprano, tenemos el dato de la nómina no agrícola y la tasa de desocupación.
Una baja en la creación de empleos implicaría una necesidad de una reducción mayor de la tasa de interés, quizá hasta de un agresivo medio punto porcentual.
Ese movimiento, adelantado hoy en los mercados por 40% de los participantes que creen que el recorte será de medio punto porcentual, contra 60% que anticipa sólo un cuarto de punto, implica una sacudida en el resto de las políticas monetarias del mundo occidental.
Un mal dato del empleo va a presionar más al peso en su cotización frente al dólar, lo cual no le sentará nada bien a la moneda más depreciada del año frente al billete verde por la incertidumbre política interna.
México está en este desafortunado proceso de autodestrucción y mientras tanto en el mundo, hay una batalla no acabada entre la desaceleración y la inflación.
Hay dos guerras que amenazan con contagiar a sus regiones, hay una crisis climática invisibilizada, hay una guerra comercial entre las dos principales potencias del mundo que desaprovechamos en sus consecuencias positivas.
En fin, mientras en México el régimen ha decidido que lo nuestro es el modelo tiránico latinoamericano, allá afuera hay consecuencias negativas que pagamos y oportunidades que dejamos escapar.