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Pemex, ¿debe cambiar modelo?
En el penúltimo año del sexenio todo indica que la intención del gobierno mexicano de “rescatar” a Pemex con recursos públicos, fracasó.
El modelo basado en el soporte económico y financiero del gobierno a la empresa petrolera, no ha logrado reducir su elevado endeudamiento, aumentar su producción, ni mejorar sus finanzas.
Pemex sigue siendo una de las empresas petroleras más endeudadas del mundo con 107 mil millones de dólares, fuertes e inminentes compromisos de pago y, la creciente necesidad de apoyo a través de inyecciones de capital y concesiones fiscales de parte del gobierno.
Andrés Manuel López Obrador, en su calidad de presidente electo –en su momento– decidió frenar las rondas petroleras con las que el gobierno previo había iniciado una Reforma Energética, que permitía la participación de la inversión privada nacional e internacional en la exploración y explotación petrolera, sobre la base de contratos muy rentables para el Estado mexicano.
La intención del gobierno saliente, de Enrique Peña Nieto, era que los capitales privados corrieran con los riesgos de la exploración y explotación petrolera.
Frente a las enormes necesidades de capital para esas actividades, se planteaba que era más práctico que lo aportara la iniciativa privada.
Con el cambio de gobierno, vino el cambio de perspectiva y de modelo. Con la bandera de la “soberanía energética” el gobierno lopezobradorista decidió aplicar una contrarreforma de facto. Evitó una reforma constitucional.
Aunque respetó los contratos vigentes hasta ese momento, ya no permitió que continuara la apertura. Pemex es de los mexicanos, ha dicho y repetido el Presidente de México y se comprometió a detener la caída y aumentar la producción petrolera.
Luego vino una intensa crítica presidencial porque “la dolariza –que prometieron los inversionistas– nunca llegó.Después, sin cambiar las leyes, ofreció el respaldo financiero del gobierno mexicano a Petróleos Mexicanos.
De acuerdo con México Evalúa, que encabeza Mariana Campos, en su último análisis sobre las finanzas de Pemex, en su serie de Los Números del Erario, el patrimonio de la petrolera ha caído y es hoy una empresa más chica, endeudada y con menor capacidad productiva, que seguirá siendo un pozo sin fondo de recursos federales.
El estancamiento de la empresa ya se venía registrando desde el sexenio de Peña Nieto.
Pero en la actual administración se agravó al extremo de registrarse un achicamiento de su tamaño.
Según la Cuenta Pública de la petrolera –refiere México Evalúa– al cierre de 2022 los activos totales de la empresa fueron 10.5%, es decir 281.5 mil millones de pesos, menores a lo observado al cierre de 2018.
Eso significa que han caído a un ritmo promedio de 2.7% anual.Y se explica, porque las inversiones no han sido suficientes para poder contrarrestar el efecto que tiene la depreciación de los activos sobre el valor del capital de la empresa.
En los últimos cuatro años el valor de los bienes inmuebles, infraestructura y construcciones en proceso ha crecido a un ritmo promedio anual de 1.2%, equivalente a 213 mil millones de pesos, mientras que la depreciación y deterioro de bienes lo ha hecho a un ritmo de 4.8% que son alrededor de 513 mil millones de pesos.
De acuerdo con tales números, el problema de depreciación de activos se ha agravado, al tiempo que no se ha presentado un paquete de inversión focalizado que permita incrementar la acumulación de activos de la empresa.
Por otra parte, la deuda de Pemex, se ha comportado como una bola de nieve.
Con Peña Nieto se registró un crecimiento exponencial, en parte por la depreciación del peso frente al dólar y por el deterioro financiero de Pemex.
Peña Nieto también hizo cuantiosas transferencias a Pemex.En el actual sexenio lopezobradorista, durante los primeros cuatro años registró un patrimonio neto deficitario y generó un desahorro por 1.2 billones de pesos al cierre del 2022.
El días pasados Fitch y Moody's tomaron decisiones respecto a Pemex. La primera rebajó la calificación y la segunda la mantuvo pero cambió la perspectiva de estable a negativa. Moody´s puso especial énfasis en el poco efectivo modelo de negocio de Pemex.
El presidente de México ayer las descalificó y criticó. Sin embargo, la realidad es que Pemex está en condición crítica.
Lo más probable es que se tenga que repensar el modelo económico-financiero que le dé viabilidad a la empresa y reduzca el riesgo que corre el gobierno como soporte financiero de la petrolera. Al tiempo.