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Opinión

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Prince y la eterna creación de Su Majestad Púrpura

"The Beautiful Ones" son las memorias inconclusas que Prince dejó al morir en 2016. Foto EE: Archivo

"The Beautiful Ones" son las memorias inconclusas que Prince dejó al morir en 2016. Foto EE: Archivo

“Lugares ocultos, habilidades secretas. Una parte de uno que nunca se revela. Esas son las herramientas necesarias para una vibrante imaginación y los ingredientes principales de una canción”. Prince Rogers Nelson quería que su biografía fuera un acontecimiento épico. En los extremos sería un libro que buscaba combatir el racismo y de paso trataría de abarcar toda su vida, desde sus primeros recuerdos hasta aquella legendaria presentación del Super Bowl donde interpretó magistralmente “Purple Rain”, la canción que lo consagró en los cánones de la música pop, bajo la lluvia.

“El libro debe ser un instructivo para la gente... una autobiografía, envuelta en una biografía”, le sugirió a su editor Dan Piepenbring en los fugaces encuentros que tuvieron semanas antes que el geniecillo de Minneapolis fuera hallado muerto en el complejo de Paisley Park, en Minneapolis, Minnesota, el 21 de abril del 2016. En su carrera de más de tres décadas, Prince lanzó 38 álbumes de estudio, filmó tres películas, compuso cientos de canciones –algunas se convirtieron en éxitos para Sinead OConnor, The Bangles, Chaka Khan y Tom Jones–, vendió más de 100 millones de copias en el mundo y también hizo la Batidanza para el Batman de Tim Burton. Eso era Prince y mucho más.

The Beautiful Ones, lanzado el 29 de octubre, recopila el boceto de lo que habría sido ese documento, que como todo lo que estaba detrás de su creador era un mito envuelto en el eterno misterio. Prince sólo pudo escribir unas cuantas páginas en las que nos revela un breve retrato de sus años formativos, sus primeros recuerdos y algunos de los eventos que lo marcaron para siempre. Dentro del manuscrito original, reproducido fidedignamente, podemos ver su particular uso del lenguaje y la forma en la que hablaba en las entrevistas. También vemos sus idiosincrasias idiomáticas. Prince utilizaba la palabra “eye” para sustituir al “yo”, y el texto reproduce el conocido pictograma que nos hace sentir la voz del narrador.

Otra de las joyas ocultas en The Beautiful Ones es el argumento de Dreams, que se convertiría en “Purple Rain”, la cinta de 1984 con la que Prince & The Revolution ganaron un Oscar por Mejor Canción y dos Grammy. La atribulada historia de The Kid reinterpretaba el trauma del divorcio de sus padres y Prince, como su protagonista, adoptaba sus personalidades de Venus y Marte, para explorar la complejidad del joven artista lidiando con su propio éxito y su drama personal. Según sus recuerdos Prince podía componer canciones de desamor únicas como “Nothing Compares 2 U”, por la atormentada relación de sus padres.

Al libro lo acompañan garabatos, bocetos de algunas de sus canciones más conocidas de su carrera, fotografías de su esfera privada que lo presentan como el personaje detrás del artista, antes de transformarse en Su Majestad Púrpura, el personaje que subía al escenario a conquistar corazones. Dan Piepenbring fue el encargado de tratar de darle sentido a las piezas del rompecabezas que Prince dejó sueltas al momento de dejar este plano de la existencia.

El personaje que construyó Prince siempre fue misterioso. Su música era un pequeño reflejo de toda su personalidad y en sus últimos años se movía como una fuerza sobrenatural que existía en otro ritmo. En el fondo Prince quería inspirar al mundo en el acto de la creación y la imaginación. Prince “creó una persona casi como un acto profético. Podía convertirse en la persona que imaginara. Toda su vida fue un acto de imaginar, crear y convertirse en eso”, escribe Piepenbring en el prólogo que recopila este documento no terminado. Imagine querido lector la imagen que hubiera sido haber tenido este fragmentado documento terminado como alguna de esas joyas que sólo Prince podía componer. “Quiero decirle a la gente que cree. Primero empieza por crear tu día. Luego crea tu vida”.

antonio.becerril@eleconomista.mx

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Coordinador de Operaciones Online. Periodista. Desde el 2019 escribe la columna semanal sobre música “Mixtape” en El Economista. Ha sido reportero de tecnología y negocios, startups, cultura pop, y coeditor del suplemento de The Washington Post y RIPE.

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