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Opinión

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Sector Eléctrico Bajo Control del Estado

Una de las mentiras más frecuentes de los personeros del régimen, socorridas ad nauseam en el Parlamento Abierto, sobre la propuesta de contrarreforma eléctrica del presidente López, es que el Estado perdió el control del sector con las reformas de 2013. Esto es totalmente falso. La verdad es que el Estado nunca ha perdido el control, y esto tiene un obvio sentido teórico y práctico. El sector eléctrico incluye componentes que son monopolios naturales (como las redes de transmisión y distribución) y tiene importantes externalidades asociadas a contaminación atmosférica, emisiones de gases de efecto invernadero, y también al bienestar de la población y al desarrollo general del país. Es un servicio público fundamental. Por ello es indispensable el control y regulación del Estado.

Sin embargo, la generación de electricidad no es un monopolio natural, ni tampoco un bien público en términos económicos, y debe desenvolverse en un ambiente eficiente de regulación, pero también de competencia, participación privada, y mercado, con la finalidad de lograr eficiencia y minimización de costos, así como la transición energética hacia la sustentabilidad y las energías limpias. Esto es lo que busca la reforma de 2013.

El control del Estado es absoluto. El sistema eléctrico y el mercado eléctrico tienen un solo operador, que es el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), el cual es un organismo autónomo del Estado. El CENACE tiene el control operativo del sistema eléctrico nacional; hace los estudios necesarios e interconecta centrales eléctricas de acuerdo a criterios para asegurar la confiabilidad y estabilidad del sistema en un equilibrio continuo entre oferta y demanda; garantiza un acceso no discriminatorio a la red eléctrica; organiza subastas de largo plazo; despacha energía con base en el mérito económico (lo que favorece a las centrales eléctricas de energía limpia dado que sus costos marginales son casi cero: el sol y el viento, y el calor interno de la tierra son gratis); autoriza la puesta en servicio de plantas e instalaciones; opera el Mercado Eléctrico Mayorista; determina la expansión, ampliación y modernización de sistema eléctrico, de la red nacional de transmisión y de las redes generales de distribución; realiza  pronósticos de demanda y de generación eléctrica incluyendo generación intermitente para asegurar la confiabilidad; incorpora elementos para una red eléctrica inteligente (primordial para las energías limpias y la transición energética);  se coordina con los transportistas y distribuidores; y garantiza el suministro de energía del Sistema Eléctrico Nacional en caso de accidentes y contingencias, entre otras muchas tareas.

La Comisión Reguladora de Energía (CRE) es órgano autónomo del Estado, regulador imparcial, que determina tarifas, precios, contratos y contraprestaciones; otorga Certificados de Energías Limpias y verifica el cumplimiento de las obligaciones de Energías Limpias por parte de generadores y usuarios; autoriza al CENACE llevar a cabo subastas para adquirir potencia; y expide protocolos para que el CENACE gestione la contratación de potencia en casos de emergencia. Todo ello, igualmente, entre otras innumerables funciones.

La SENER tiene a su cargo el Programa Sectorial de Energía; el Programa de Desarrollo del Sector Eléctrico Nacional (PRODESEN); toda la política energética del país, así como la planificación energética a mediano y largo plazos, y directrices económicas y sociales para el sector energético paraestatal, esto último, a través del Fondo del Servicio Universal Eléctrico financiado por el Mercado Eléctrico Mayorista. SENER así mismo otorga concesiones, autorizaciones y permisos en materia energética, conforme a las disposiciones aplicables. También establece las obligaciones de uso de energías limpias para grandes usuarios calificados. Finalmente, la CFE una empresa productiva del Estado que tiene el monopolio de la red de transmisión, de las redes de distribución, y hasta ahora, de los sistemas de suministro básico a la población. También participa en generar energía y compite con empresas privadas en los mercados.

Nadie pretende desaparecer a la CFE. Los problemas operativos que existan se pueden resolver administrativamente sin ninguna reforma constitucional. Tampoco nadie quiere que el Estado pierda el control del sistema eléctrico nacional. Lo que no queremos son monopolios y monopsonios injustificables, ineficientes y corruptos, ni que el país caiga en una crisis energética por falta de inversión y capacidad de ejecución para nuevos proyectos. Tampoco queremos un regreso absurdo al predominio de energías fósiles caras, obsoletas y contaminantes, ni a altos costos y tarifas para la población y las empresas mexicanas, ni a una concentración inaceptable de poder en una sola persona (Bartlett); como lo pretende la contrarreforma eléctrica propuesta por el presidente López.

@g_quadri

Político, ecologista liberal e investigador mexicano, ha fungido como funcionario público y activista en el sector privado. Fue candidato del partido Nueva Alianza a Presidente de México en las elecciones de 2012.

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