Buscar
Opinión

Lectura 3:00 min

Un futuro de coches eléctricos

En un panorama clarísimo de fuertes tendencias mundiales, México parece haber tomado ya la decisión de circular en sentido contrario.

La nota publicada en la edición de El Economista del pasado martes traía como cabeza: “por 20 se multiplicará mercado de vehículos eléctricos en 10 años”. Se informa al respecto en dicho reportaje que mientras el número de vehículos eléctricos de batería llegó al nivel mundial a 6.8 millones de unidades en el año 2020, para el 2025 el pronóstico se ese número es que se llegue 51.7 millones de unidades. Según el banco de inversiones Goldman Sachs, para el 2025 el 25 por ciento de los vehículos que se vendan serán con motores eléctricos, a partir del 5% anual actual.

Desde el punto de vista de los fabricantes, el caso más sobresaliente es el de la empresa Tesla, no únicamente líder en la producción de vehículos con motor eléctrico sino también de las baterías de iones de litio indispensables para ese tipo unidades de transporte. Pero las demás empresas automotrices no piensan quedarse atrás. Así, en esa misma nota se informa que Chrysler, Ford, GM, BMW, Volkswagen, Mercedes Benz, Mitsubishi, Nissan y Toyota, entre otras, ya se han apresurado a anunciar planes ambiciosos para fabricar automóviles con baterías de iones de litio.

Según se aprecia, la tendencia en favor de los vehículos eléctricos se presenta con crecimiento exponencial durante las próximas décadas. Y para nadie es un secreto el poderoso motor que impulsa esa tendencia exponencial. Las nuevas regulaciones por parte de los gobiernos, particularmente en los países avanzados, en apoyo de los vehículos impulsados con motor eléctrico y en oposición de los automóviles con motor de combustión interna impulsados mediante la quema de gasolina y diesel. En países como Alemania y Noruega, las regulaciones correspondientes “incluyen subsidios, exenciones de peajes y tarifas de estacionamiento”.

Pero en ese panorama clarísimo de fuertes tendencias mundiales, México parece haber tomado ya la decisión de circular en sentido contrario. Apenas recientemente se acaba de anunciar la adquisición por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) de una costosa refinería en el Estado de Texas, de nombre Deer Park. Y una de las obras emblemáticas del actual gobierno de la 4T será una gran refinería ubicada en Dos Bocas, Tabasco, cuya erección esta llamada a costar cerca de 10 mil millones de dólares. Al respecto, cabe preguntarse si las altas autoridades de México se han blindado de la lectura de notas periodísticas como la que inspira la presente entrega.

bdonatello@eleconomista.com.mx

Temas relacionados

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Noticias Recomendadas

Suscríbete