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Zelenski y Putin, su batalla en Latinoamérica
Los protagonistas de la guerra de Ucrania han trasladado a América Latina uno de los múltiples campos de batalla que han extendido alrededor del mundo.
Distanciados por algunas horas, los presidentes de Rusia y Ucrania lanzaron mensajes con dedicatoria a la región. Vladimir Putin comentó el lunes durante una exposición militar que está dispuesto a suministrar equipos militares a sus aliados y a entrenar a combatientes extranjeros.
Ayer, en un enlace virtual con la Universidad Católica de Chile, Volodímir Zelenski pidió a los países latinoamericanos suspender el comercio con Rusia para que “entiendan que se paga un precio muy alto” por la invasión a Ucrania.
Es la primera ocasión en la que el presidente Zelenski dedica un mensaje a los latinoamericanos desde que inició la guerra el pasado 24 de febrero, no así para el gobierno ruso. Inclusive, unas semanas antes de esa fecha, el presidente Putin sostuvo su reunión anual con periodistas y dijo: “¿Qué pensarían los estadounidenses si nosotros desplegáramos misiles en las fronteras de Canadá y de México? ¿A caso México y Estados Unidos no han tenido disputas territoriales? ¿Qué pasa con California? ¿Qué pasa con Texas? Nadie recuerda eso, pero sí recuerdan Crimea”.
El 20 de marzo el ministro de Exteriores ruso Serguéi Lavrov dijo en entrevista a RT que “China, India, Brasil, Argentina, México no quieren estar sólo en la posición en la que el Tío Sam ordena a ellos algo y ellos dicen “Sí, señor””.
La guerra civil en Siria o el regreso de los talibanes al poder han tenido ligeros efectos en América Latina. En el primer caso, el entonces presidente José Mujica de Uruguay les abrió las puertas a algunos refugiados sirios. En México, la entonces secretaria de Relaciones Exteriores Claudia Ruiz Massieu declaró que el gobierno del presidente Peña Nieto analizaría acoger a refugiados sirios.
Ayer, el presidente Zelenski reconoció que ha faltado acercamiento con presidentes latinoamericanos. “No tenemos suficientes comunicaciones entre nuestros países a un nivel de los líderes, a un nivel de relaciones bilaterales; tiene que ser corregido”.
En efecto, el presidente de Ucrania adolece de un equipo diplomático que conozca la región latinoamericana, porque ayer, al haber mencionado: “quiero que se unan a esas políticas llevadas a cabo por Estados Unidos (...)”, en referencia a las sanciones en contra de Rusia, introdujo un componente ideológico/nacionalista que en nuestra región produce divisiones.
¿Los países latinoamericanos tendrían que fijar posturas frente a lo que ocurre en Crimea? La pregunta es mera retórica. Todas las naciones latinoamericanas forman parte de la ONU y en todas existe un impacto económico de la guerra.
Por lo pronto, pocos países lo han hecho.