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¿No hablar de política?
Leo con franco terror que en el grupo de mis excompañeros de escuela de toda la vida una de sus miembros nos invita a no hablar de política en el chat. Es extraño que ella lo solicite, pues su padre, luego su exmarido y su cuñada es lo único que han hecho durante toda la vida. Es decir, ella ha vivido de la política y sus beneficios, pues la vida la ha favorecido con los cargos que sus parientes más cercanos han ostentado. Todos ellos de muy primer nivel, sin excepción.
Pero no me extraña. Ella, como muchos mexicanos, están hartos de la polarización, el encono y la sinrazón que se ha apoderado de la vida pública mexicana y que invariablemente genera discusiones muy acaloradas dentro de las casas y las familias. Sin embargo, estoy absolutamente convencido de que dejar de hablar de política, es parte de la razón por la que estamos en donde estamos el día de hoy. Tome usted este ejemplo.
Empezó a circular un video de 54 segundo en el que una persona, vestida como servidor de la nación, anuncia que ha comenzado el programa “Censo de la Salud y Bienestar 2024”. El propósito es que compañeras y compañeros servidores de la nación llegarán hasta tu casa para aplicar un cuestionario a los adultos mayores que vivan en tu casa, el cuestionario quiere preguntar sobre su salud física, mental, emocional y de relaciones familiares. Por lo que indispensable, dice la persona a cuadro, que tengas una copia de tu CURP y de tu INE. Esto es parte del nuevo programa del bienestar: salud casa por casa. Y termina diciendo: cómo van identificados los servidores de la nación.
Todo hasta aquí parece aceptable e inocente, pero tiene varios problemas legales y políticos. El primero es que el cuestionario no es público ni se conoce su contenido, por lo tanto, no sabemos de sus alcances y que quiere decir con eso de la salud mental y de relaciones familiares. Hasta que grado los familiares, que conexiones hay entre ellos y así un gran etcétera. Seguidamente, los servidores de la nación hasta dónde se sabe son trabajadores al servicio de la secretaria del bienestar son pagados por sueldos asimilables a salarios en el mejor de los casos, lo que no los obliga la ley de transparencia y acceso de datos personales, lo que en consecuencia no los obliga a velar por la privacidad de los datos obtenidos en el cuestionario y al resguardo celoso del CURP o el INE obtenido. Por si lo anterior no fuera suficiente, en los hechos existirá un registro del inmueble en el que dichos adultos mayores viven y con quienes. Si rentan, si es vivienda propia y así todo lo demás.
Todo lo anterior me resulta altamente delicado, pues no es que se haya abierto un registro al que uno accede, da su dirección y dice con un estudio clínico inicial, se le diagnostica al solicitante sus principales dolencias y entonces sí, un doctor puede ir una o dos veces al año a revisar cual es el estado de salud de dichos pacientes. La verdad el programa entraña graves riesgos para la integridad y la privacidad de las personas, lo que hace suponer que el gobierno tendrá todos tus datos personales, tu localización exacta y tus familiares relacionados contigo, sin que sepamos que se va a hacer con esa información. El “big brother” en su sentido más lamentable y el acendramiento de la construcción de un gobierno autócrata y autoritario del que nunca habíamos tenido noticia en más de un siglo.
A mi amiga, que lamenta que hablemos de estas cosas, le pido disculpas, pero solo en la madurez y la advertencia que esto significa para nuestras vidas privada y pública, independientemente de dónde se dé, un asunto así me parece de la mayor importancia. Podremos estar cansado de tanta política, pero eso no es culpa de nosotros. El gobierno no ha dejado más opciones que callar y hablar de lo mucho que nos queremos y nos apoyamos o denunciar la peligrosa y lamentable situación en la que nos están metiendo, algunos de mexicanos en el gobierno que prefieren que no hablemos de todo esto. Nada más, pero nada menos, también.