Lectura 4:00 min
La Inteligencia Artificial, limitaciones y desafíos
“La Inteligencia Artificial (IA) es una rama de la informática cuyo objetivo es la creación de sistemas que puedan realizar tareas que normalmente desarrolla la inteligencia humana. Básicamente la IA busca reproducir o simular la capacidad de los seres humanos para diversas tareas, como adquirir conocimientos y habilidades a partir de datos o experiencias; utilizar la lógica para resolver problemas, tomar decisiones y llegar a conclusiones; encontrar soluciones a problemas o situaciones complejas; interpretar información sensorial, como imágenes y sonidos; comprender y generar lenguaje, lo que implica comunicarse de manera efectiva tanto de manera escrita como oral.
La Inteligencia Artificial está fundamentada en algoritmos y modelos matemáticos que permiten a las máquinas —computadoras, tabletas, teléfonos inteligentes— procesar cantidades altas de datos, identificar patrones y aprender de la información proporcionada, sin proponérselo de manera explícita los seres humanos.
Puede afirmarse que algunos de los enfoques más comunes hasta ahora logrados por la IA son: aprendizaje automático, las máquinas aprenden a partir de datos sin estar explícitamente programadas. Aprendizaje profundo, se trata de un tipo de aprendizaje automático que utiliza redes neuronales artificiales para procesar información de forma similar al cerebro humano. Procesamiento de lenguaje natural que permite a las máquinas comprender y generar lenguaje humano. Visión artificial que permite a las máquinas “captar” e interpretar imágenes.
Las aplicaciones o los usos de la IA abarca una variedad de campos entre los que se destacan: la medicina, diagnóstico de enfermedades, desarrollo de fármacos, asistencia en cirugías. El transporte, vehículos autónomos, optimización de rutas. Finanzas, detección de fraudes, análisis de riesgos. Manufactura, automatización de procesos, control de calidad”. Hasta aquí la información que he proporcionado me fue facilitada por la propia Inteligencia Artificial. Sin embargo, debo establecer que ésta todavía está en vías de experimentación y, en ocasiones no son exactas sus respuestas ya que es susceptible a equivocarse, a inventar y hasta llega a alucinar. Además las distintas tecnologías responden a diversos intereses políticos y comerciales. Un ejemplo de lo anterior fue el uso de la asistente virtual denominada Alexa durante las campañas presidenciales en EU que se decantó a favor de Kamala Harris del Partido Demócrata.
La Sociedad General de Escritores de México (SOGEM) institución que en la actualidad el autor de lo que usted lee se honra en presidir, ha realizado prácticas, bajo la guía del doctor José Joaquín Meza Rodríguez, maestro en Gestión de la Información de la Cátedra Unesco, del empleo de la Inteligencia Artificial como herramienta en la creación literaria con resultados sorprendentes. Es importante saber que la primera regla en el uso de la IA es tener una estricta ética, ya que el mecanismo que se alimenta de todo lo que los seres humanos hemos creado a través del tiempo, puede engendrar un descarado plagio o servir, simplemente, como un instrumento de desbloqueo creativo o proporcionar una idea inicial de un escrito. Todo depende de la cantidad, calidad y grado de originalidad de las instrucciones, llamadas prompt, que se le den al sistema.
El día de ayer, el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor) cuya nueva titular es la señora Karina Luján Luján, organizó un foro sobre IA, donde se expusieron variadas ideas acerca de la materia, lo más concluyente fue la urgente necesidad de legislar sobre el asunto.
Aprovecho para comunicarles a las personas que estén interesados en la IA, cualquiera que sea su actividad, que la SOGEM iniciará a partir del 15 de febrero y durante 10 sábados de 11 a 13 horas, un seminario titulado “Inteligencia Artificial, de todo y para todos”. A través de esta columna informaré con mayores detalles al respecto, siempre y cuando el espacio y el alto mando de El Economista me lo permiten
Punto final
-¿Hay un doctor en la sala?
-Yo. Soy doctor en informática.
- ¡Este hombre tiene los ojos en blanco y no responde!
-Es que se está reseteando.