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El despertar del sueño americano: La realidad para las trabajadoras latinas en EU
Las mujeres mexicanas que trabajan en la Unión Americana ganan, en promedio, 36,534 dólares al año, es decir, 25% menos que la media nacional del empleo femenino. Y aunque las trabajadoras de otros países sudamericanos tienen mejores salarios, tampoco llegan a las cifras que perciben las estadounidenses.
¿Será la realidad que viven las mujeres mexicanas, centroamericanas y sudamericanas en Estados Unidos lo que soñaron cuando migraron? Un reporte del Departamento de Trabajo de aquel país muestra que sus tasas de empleo están ligeramente por encima del promedio para todas las mujeres, pero al mismo tiempo tienen mayor desempleo, sobrerepresentación en trabajos de servicios y bajos salarios.
Según el informe Reconociendo los resultados únicos del empleo de las mujeres latinas en la fuerza laboral de los Estados Unidos, en ese país viven más de 21.7 millones de latinas mayores de 18 años. El documento indica que mientras el 58% de toda la población femenina tiene un trabajo o una actividad económica, el 59% de las mujeres de origen mexicano está empleada. Esta proporción se eleva a 62% para las centroamericanas y a 65% para las sudamericanas.
Pero si vemos cuánto ganan, los lugares se invierten. En promedio, todas las mujeres trabajadoras ganan 49,263 dólares al año; pero las mexicanas obtienen 36,534 dólares anuales y las hondureñas, 31,105 dólares. El bloque de las trabajadoras sudamericanas gana más, 43,411 dólares anuales, pero sigue por debajo de la media nacional.
A nivel global, casi la mitad de las personas migrantes son mujeres y niñas, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Pero una diferencia entre la feminización de la migración es que las mujeres suelen movilizarse con sus hijas e hijos. Otra es que viven una doble discriminación: por su condición de migrantes y por su género y esto puede repercutir en el ámbito laboral, señala esa agencia de la ONU.
Situación del empleo y el desempleo
En la participación laboral en Estados Unidos destacan las mujeres venezolanas, quienes tienen la tasa más alta, con 67 por ciento de ellas trabajando. En cambio, las mujeres de origen hondureño son quienes cuentan con la tasa más baja, en esos parámetros, pues el 58.8% tiene un empleo. Ahora, si comparamos lo que pasa en México, vemos que acá el 42% de las mujeres tiene un trabajo.
La información del Departamento del Trabajo estadounidense señala que las mujeres de Latinoamérica —o de Abya Yala, como diversos pueblos originarios han designado a estos territorios— también tienen tasas de desempleo mayores a las de las mujeres en general.
Así, mientras el 6.3% de todas las mujeres en Estados Unidos que están en edad de trabajar no tiene un empleo, el 7.8% de las mexicanas en ese país está en la misma situación. La tasa para las centroamericanas es de 7.7% y para las sudamericanas, 7.5 por ciento.
“Las mujeres cubanas tuvieron la tasa de desempleo más baja con 6.7 por ciento. En tanto, las mujeres dominicanas (12.5%), puertorriqueñas (9.4%), hondureñas (9.2%) y ecuatorianas (8.4%) tuvieron tasas de desempleo aún más altas que el promedio entre las latinas”.
El reporte, elaborado por Eleanor Delamater, analista de Políticas en la Oficina de las Mujeres, no detalla la situación migratoria de estas trabajadoras. Ese estatus importa, pues si no cuentan con los documentos para laborar formalmente, son más susceptibles a estar desempleadas o a tener malas condiciones de trabajo.
Not hispanic, la pluralidad en el mercado laboral
El 15 de octubre pasado finalizó el Mes Nacional de la Herencia Hispana en Estados Unidos, el cual comienza cada 15 de septiembre. En ese contexto, el Departamento del Trabajo dio a conocer este reporte en el que también incluye a España. Aunque ese país europeo vive una realidad muy diferente a la de esta parte del mundo y cuando su población migra, también se enfrenta a condiciones laborales muy distintas.
Muchas comunidades migrantes rechazan el término de hispanidad y también el de latinididad, pues ambos parten de un concepto europeo y colonialista que homogeniza, desaparece y discrimina. Sin embargo, a pesar de la resistencia cultural, académica, social y política de esas poblaciones, ambas identidades siguen predominando institucionalmente.
“Cuando hablamos de las latinas en la fuerza laboral, hablamos de este grupo como un monolito. Eso no hace justicia a la experiencia única y diversa de ser una mujer hispana en la fuerza laboral en los Estados Unidos”, dice el reporte. “'Hispana' generalmente se refiere a personas de países donde se habla el español y 'latina' a una mujer de América Latina, por nacimiento o ascendencia”, intenta explicar el documento.
La tasa de participación en el mercado de trabajo de las mujeres españolas en Estados Unidos es de 61% y la de desempleo, de 7.2 por ciento. Las mujeres venezolanas (67%), peruanas (66.2%) o colombianas (65.9%) superaran a esa fuerza laboral y hay más trabajadoras sin empleo mexicanas (7.8%), guatemaltecas (7.8%) o salvadoreñas (7.5%).
Pero las trabajadoras españolas tienen porcentajes más altos de ocupación en puestos gerenciales y profesionales (49%) y más bajas en trabajos de servicios (16%), no sólo en comparación con las latinoamericanas, sino también con la población femenina en general.
“Las latinas están sobrerepresentadas en ocupaciones de servicios, que emplean a alrededor del 27.5%” de trabajadoras de países desde Chile hasta México, “en comparación con el 19% de todas las mujeres”. Pero son las mujeres centroamericanas “especialmente propensas a ser empleadas” en esas actividades.
Según el reporte, el 29% de las mexicanas ocupa un puesto gerencial o profesional y casi el mismo porcentaje, 28%, se dedica a un trabajo de servicios. El 22% de las mujeres de origen guatemalteco que viajó buscando el sueño americano, o que antes lo hizo su familia, fue contratada como gerente y el 38% en un puesto de servicio.
El reporte de Eleanor Delamater indica que el sector de los servicios es el que paga los salarios más bajos. “Esto también puede explicar por qué las latinas vieron enormes aumentos en las tasas de desempleo al comienzo de la pandemia y por qué su desempleo se mantuvo elevado en 2021”.