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La inflación también golpea el acceso de los mexicanos a la salud
Los medicamentos desinflamatorios, los medicamentos dermatológicos, los condones y otros anticonceptivos y tratamientos hormonales son los genéricos relacionados con la salud que más se han encarecido, con tasas de inflación superiores a la tasa general de 7.72%, que se registró en la primera quincena de abril del 2022.
La inflación no cesa, la tendencia es global y generalizada y gran parte de los factores son externos. Al corte de la primera mitad de abril del 2022, la tasa de inflación interanual en México trepó a 7.72%, su nivel más alto en 21 años.
Los incrementos en el nivel de precios de los alimentos y los energéticos encabezan las preocupaciones; pese a ello, otros de los bienes y servicios fundamentales para la vida también se han encarecido de manera acelerada en los últimos meses; la salud es uno de ellos.
En términos generales el rubro de la salud registró un incremento interanual de 5.4% en su nivel de precios, de acuerdo con cifras del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía).
Al interior, en el desglose por genéricos se observa que algunos medicamentos y aparatos médicos de uso diario han aumentado de precio con mayor fuerza.
Así se han encarecido los genéricos relacionados con la salud en comparación interanual:
- Medicamentos expectorantes y descongestivos: +11.3%
- Medicamentos dermatológicos: +9.4%
- Medicamentos anticonceptivos (condones) y otros tratamientos hormonales: +9.4%
- Lentes, aparatos para la sordera y ortopédicos: +8.2%
- Medicamentos antigripales: +8.1%
- Medicamentos para la diabetes: +7.1%
- Medicamentos gastrointestinales: +7.0%
- Medicamentos antibióticos: +6.9%
- Analgésicos: +6.3%
- Medicamentos para alergias: +5.8%
- Consultas médicas: +4.8%
- Hospitalización de parto: +4.5%
- Hospitalización general: +4.4%
- Análisis clínicos: +3.6%
- Medicamentos antiinflamatorios: +3.5%
- Medicamentos cardiovasculares: +2.9%
Estos incrementos en el nivel de precios de la salud implica una afectación de manera desproporcionada para la población que no cuenta con acceso a instituciones de salud públicas, como el IMSS, ISSSTE o Insabi.
De acuerdo con la última actualización para 2020 del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), 3 de cada 10 mexicanos presentan carencia de acceso a servicios de salud. En términos absolutos son 35.7 millones de personas que tienen que costear con sus ingresos propios sus consultas, medicamentos, análisis, cirugías, partos, prevención familiar y otros tratamientos.
La mayoría de los factores que continúan presionando al INPC (Índice Nacional de Precios al Consumidor) son externos: escasez de materias primas, alteraciones en las cadenas globales de suministro, tropiezos en el comercio internacional por sanciones y el bajo ritmo de reactivación económica mundial. Ante este panorama frenar el incremento en los precios al consumidor parece una tarea compleja.
Los analistas y organizaciones desde ahora proyectan que, además, esta tendencia no es transitoria y estará presionando el poder adquisitivo –y en consecuencia la seguridad alimentaria y el acceso a derechos sociales– de los hogares hasta el 2024.