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Filtraciones que generan terror
El presidente revela carencias de fundamentos políticos.
El Washington Post obtuvo transcripciones de conversaciones de Donald Trump con el presidente Peña Nieto y el primer ministro australiano Malcolm Turnbull. Los documentos permiten conocer la visión diplomática no filtrada del presidente estadounidense; una forma de conducir la relación a través del sometimiento, inclusive, hacia un vecino y aliado de larga data como lo es México. Las amenazas de Trump parecen ser dirigidas a uno de sus adversarios.
En el muro, tú y yo tenemos un problema político , menciona Trump al presidente mexicano. Se refería, obviamente, al pago del mismo. El mandatario mexicano le respondió: Dejemos de hablar del muro (...) Pero mi posición ha sido y siempre será que México no puede pagar por ese muro . Preocupado por las reacciones de la prensa, Trump comentó: He estado hablando de ello durante dos años (...) Pero no se puede decir eso a la prensa. La prensa se va a ir en contra de eso, y yo no puedo vivir con eso .
Llamada desagradable
Uno de los diálogos que despierta perturbación es con el primer ministro australiano, el tema, por supuesto, refugiados. He estado haciendo varias llamadas durante todo el día, y esta es la llamada telefónica más desagradable . El tema central de discusión fue un acuerdo migratorio pactado entre el australiano con el entonces presidente Barack Obama: Estados Unidos se comprometía a recibir a menos a 1,250 refugiados. Esto es ridículo (...) esto va a matarme , dijo el estadounidense.
Trump le reveló que una llamada agradable , en ese mismo día, la había sostenido con el presidente Putin. Soy la persona más grande del mundo que no quiere permitir que la gente entre al país, y ahora tengo que permitir la entrada de 2,000 personas .
Lecciones de la filtración
La primera de ellas es que es chocante leer las conversaciones del presidente Trump. Algunos en el poder Ejecutivo, como acertadamente expresó Anthony Scaramucci, tienen la intención de proteger al país de los actos de Trump.
Aunque las transcripciones de fugas presidenciales son potencialmente muy dañinas en el largo plazo, yo argumentaría que, en este caso, está justificado.
La segunda lección que nos arrojan las transcripciones es la aterrorizada obsesión de Trump consigo mismo y con su imagen, a tal punto que no puede cumplir el papel de comandante en jefe.
Trump no puede articular argumentos lógicos sustentados en política pública, y por lo tanto aparece como un tonto para los líderes extranjeros. Al imponer su imagen como interés principal, Trump está dispuesto a subordinar los intereses del país.
Una tercera lección es que el narcisismo de Trump lo hace vulnerable a sí mismo. Adulaciones y amenazas de mandatarios lo pueden llevar a tomar decisiones equivocadas. Un adversario de Trump lo puede manipular de manera cautelosa.