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Agendas personales ganan el segundo debate
En el segundo encuentro entre candidatos, la panista Josefina Vázquez Mota abrió fuego hacia sus contrincantes, quienes mantuvieron su estrategia previa durante la mayor parte de sus intervenciones.
Los ataques personales e incluso las autoalabanzas fueron la línea que siguieron los candidatos a la Presidencia de México en el segundo debate, realizado este domingo en Expo Guadalajara y moderado por el periodista Javier Solórzano.
La candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, lanzó artillería pesada contra sus rivales, en un intento por recuperar puntos tras caer al tercer lugar en las encuestas, pero el resto de los candidatos hizo poco caso a sus reclamos y posicionamientos.
Vázquez Mota exhibió lo mismo a Enrique Peña Nieto por los gobiernos que han endeudado al país y sus relaciones con personajes como el ex gobernador del Estado de México, Arturo Montiel, que al candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, y su desempeño al frente del Gobierno del Distrito Federal.
"O usted nos miente o quiere endeudar al país", dijo la candidata a López Obrador, a quien recordó que antes de militar en el PRD fue miembro del PRI, partido acusado de autoritario y de corrupción mientras gobernó por siete décadas hasta el 2000.
A diferencia del primer debate, realizado en mayo, en que atacó abiertamente a sus rivales, López Obrador respondió fríamente a Vázquez y se concentró en explicar sus propuestas para elevar las tasas de crecimiento económico y la generación de empleos mediante fondos que se generen por planes de austeridad y del combate a la corrupción.
Incluso, el abanderado de Nueva Alianza, Gabriel Quadri de la Torre, se enfrascó por momentos en una discusión con la panista, quien no dejó pasar la oportunidad de señalarle su relación con la líder magisterial Elba Esther Gordillo.
Cada voto por usted, es un voto para esa familia , le señaló Vázquez Mota en un par de ocasiones.
El puntero en las encuestas Enrique Peña Nieto, quien en los días previos al debate se vio inmerso en la polémica por un presunto trato de promoción personal con Televisa, respondió a los señalamientos de sus contrincantes, aunque en un tono más mesurado.
En el que fue considerado como el debate más visto en la historia de México , los candidatos utilizaron la mayor parte de su tiempo en denostar al contrario que en exponer sus propuestas, por lo que el moderador, Javier Solórzano, tuvo que intervenir en repetidas ocasiones.
ENMARCADO POR PROTESTAS
La celebración de la confrontación entre los cuatro candidatos estuvo precedida por la realización de varias manifestaciones en diferentes ciudades de México, promovidas por el movimiento estudiantil #Yosoy132 contra Enrique Peña Nieto.
En la capital, unos 90,000 jóvenes, en su mayoría de universidades públicas y privadas, así como organizaciones de la sociedad civil, coparon el paseo Reforma, la principal avenida de la ciudad.
Con información de agencias.
klm