México no debe entrar en pánico por el zika

El lunes pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer la que sería la cuarta declaración global en la historia sobre una emergencia internacional de salud pública. Se trata del virus del Zika, el cual se estima que ha crecido de 3 a 4 millones de casos en América y está presente en 23 países y territorios de la región, en un periodo de 12 meses.

Margaret Chan, directora general de la OMS, anunció que a pesar de que la enfermedad transmitida por mosquitos ha estado presente desde hace algunas décadas, las alarmas se encendieron hace poco, después de que se descubrió la conexión del Zika con malformaciones congénitas y síntomas neurológicos.

Junto con el ébola, la poliomielitis y la gripe porcina, en su momento, el zika es hoy alarma a nivel internacional, por ello se dio a conocer la creación de una unidad global para responder al virus y examinar la respuesta formal, pues existe el temor de que la epidemia se extienda por África y Asia.

Al reconocer que en epidemias pasadas, como la del ébola, se reaccionó con lentitud por parte del organismo, numerosas voces demandaron acciones prontas; por ello, la nueva unidad sacará todas las lecciones aprendidas de la crisis del ébola, para enfrentarse rápido al virus del Zika y las malformaciones y problemas neurológicos atribuidos al mismo , dijo Anthony Costello, pediatra y experto en microcefalia de la OMS, con sede en Ginebra.

Según Chan, para que se declarara la emergencia fueron tres puntos los clave: la propagación del virus, la falta de vacunas y la ausencia de controles; por ello, a raíz de este anuncio, se espera que los países coordinen medidas para evitar su propagación.

¿Cómo ha respondido México?

Ante la emergencia global de la OMS, el presidente Enrique Peña Nieto instruyó durante la inauguración de un hospital en Puebla, a la secretaria de Salud, Mercedes Juan López, a reforzar la campaña de información a la población, a fin de evitar el pánico.

Agregó que ya existen brigadas de salud, particularmente en las zonas tropicales y donde hay mujeres embarazadas.

Además, pidió que se mantenga debidamente informada a la población en general sobre las acciones y sobre los eventuales efectos que tiene el virus del Zika .

Por su parte, Juan López destacó que a pesar de que ha habido 34 casos en nuestro país, de los cuales 15 se dieron el año pasado y 19 durante enero de este año, desde hace varios meses se tomaron acciones para atender a las personas que presentaran síntomas por la picadura del mosquito transmisor de este virus, pero también del chikungunya y del dengue.

Dijo que la declaratoria de emergencia a nivel global quiere decir que los países nos debemos preparar y lo estamos haciendo para realizar investigaciones y vigilancia epidemiológica, y que se vea realmente si la asociación que se encontró en Brasil entre la microcefalia y el virus del Zika se puede confirmar .

Días antes, a través de Pablo Kuri Morales, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, se explicó que México no se unirá a la iniciativa que ya tomaron cinco países de América Latina y el Caribe (El Salvador, Colombia, Honduras, Jamaica y Ecuador), para lanzar alertas y pedir a las mujeres y sus parejas que eviten embarazarse ante el crecimiento del virus del Zika en la región, sin embargo, recomendó protegerse de la picadura del mosquito.

Aún no existe evidencia científica contundente de que sea el virus del Zika el que está ocasionando microcefalia en el feto durante el periodo de gestación, por esta razón México no está en condiciones de pedirle a la población que evite el embarazo. Lo que sí es importante es que las mujeres embarazadas acudan a sus controles natales , agregó.

Además, dijo que el gobierno federal destinará un presupuesto de 800 millones de pesos para eliminar el vector, con labores como desinfección y fumigación, así como en el fortalecimiento de las campañas de prevención para evitar desde casa el desarrollo de este mosquito del tipo Aedes.

Qué dice la ciencia

Instituciones como la UNAM han dado su punto de vista sobre este virus y han tratado de esclarecer la información que se le acerca a la población; por ello, el doctor Malaquías López Cervantes, jefe del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, pidió no alarmarse ante la declaratoria de la alerta sanitaria.

Dijo que se trata de una infección que deriva en una enfermedad leve, no mortal, y que aún no existen evidencias científicas del vínculo entre la picadura del mosquito transmisor del Zika y la afectación de microcefalia en bebés en gestación.

Agregó que México está mucho mejor preparado que otros gobiernos nacionales para tomar las medidas adecuadas y que ya están en operación.

En cuanto a la enfermedad, el infectólogo detalló que no es sencillo y de hecho, es costoso detectar el virus; se hace a través de una prueba de PCR (reacción en cadena de la polimerasa), pero agregó que no es extremadamente importante confirmar la infección por Zika salvo ante la posibilidad de un embarazo.

Dijo que la enfermedad en muchos casos desaparecerá pronto con un tratamiento a base de paracetamol, para controlar fiebre y dolor; además, se recomienda que no se tome aspirina pues podría relacionarse con algunas formas de sangrado.

Agregó que aún no existe una vacuna y no hay posibilidades al momento de prevenir una infección . Explicó que no sería muy difícil desarrollar una vacuna, pero el problema es de carácter económico, pues los grandes consorcios invertirán sólo si ven un negocio verdaderamente bueno.

Quizá si se confirma la relación entre la infección por zika y el desarrollo de microcefalia en los niños, podría considerarse el desarrollo de la vacuna, de lo contrario, pasará desapercibida esta infección , dijo.

Agregó: Aquí en la Ciudad de México, hasta el momento, no tenemos evidencia de que ese mosco pueda vivir. Ni casos de dengue, ni de Zika .

Mercedes Juan recomendó a la población, principalmente a las mujeres embarazadas, tomar precauciones para evitar contagiarse del virus.

Hasta el momento, no existe un tratamiento específico ni una vacuna.

nelly.toche@eleconomista.mx