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Capital Humano

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Balance vida-trabajo: un aspecto valorado, pero aún lejano en la realidad

Las largas jornadas laborales, la baja flexibilidad y la ausencia de políticas claras, son algunos de los obstáculos para alcanzar el equilibrio entre el mundo del trabajo y el personal, pese a ser algo anhelado.

Foto: Especial (Shutterstock)

Foto: Especial (Shutterstock)

¿Qué es el balance vida-trabajo para ti? Si bien habrá muchas respuestas, la realidad es que todos necesitamos encontrar un equilibrio entre nuestra vida laboral y personal, sobre todo por salud mental. Pero, ¿es posible? o sólo repetimos sin cesar esa escena de película: “¡Yo también quiero vivir ese sueño, señor Pool!”.

Levantarse temprano, desayunar, hacer ejercicio, ir al trabajo y salir temprano, llegar a casa y ver una película para cortar el día laboral, cenar y dormir al menos 8 horas. Parecería una utopía, ¿cuántas personas lo logran?

Gallup estima que una persona dedicará 80,000 horas de su vida al trabajo; esta será la actividad a la que más tiempo se le destinará, la segunda será dormir. Los días tienen muchas más horas ocupadas y actividades si eres padre o madre, y aunque el bienestar tiene cada vez más peso en nuestras vidas, estamos lejos de lograr ese equilibrio entre el mundo laboral y personal.

Según el Índice para una Vida Mejor de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), un aspecto importante de este equilibrio laboral-personal es el número de horas que una persona trabaja. “La evidencia sugiere que un horario de trabajo largo puede resultar perjudicial para la salud, poner en peligro la seguridad y aumentar el estrés. México tiene la tasa más alta de la organización entre los países con jornadas largas”, detalla la agrupación.

En nuestro país, de acuerdo con el organismo, las personas dedican 13.5 horas al cuidado personal y al ocio; el promedio de la OCDE es de 15 horas, con economías como Francia e Italia superando las 16 horas. “La cantidad y calidad del tiempo libre son fundamentales para el bienestar general de las personas y pueden generar beneficios adicionales para la salud física y mental”, indica el estudio.

Por todo ello, encontrar el equilibrio es un desafío que enfrentan los trabajadores. Los gobiernos pueden ayudar a resolverlo promoviendo prácticas laborales solidarias y flexibles, pero ¿es suficiente?, ¿qué falta?, ¿vamos por el camino correcto?

Flexibilidad y desarrollo de carrera, claves para el equilibrio

Rosalinda Ballesteros, directora del Instituto de Ciencias del Bienestar y de la Felicidad, señala que al menos 60% de las personas dice no tener energía para hacer lo que les importa al salir del trabajo, según una encuesta realizada por la Universidad Tecmilenio.

Ese mismo ejercicio evidencia que entre las prácticas de bienestar que más valoran los colaboradores están la flexibilidad y el desarrollo de carrera. En ese sentido, el tema del teletrabajo es todo un reto, porque justo en este momento estamos en un espacio intermedio donde las empresas tienen desafíos adicionales para implementar este tipo de modelos, afirma la especialista.

“Pero el propio home office tiene el reto de encontrar balance. ¿Cómo divides las actividades personales y laborales cuando acaba tu jornada? Es una situación que ya era difícil en el trabajo presencial y en casa es todavía más retador”, considera la directora del Instituto de Ciencias del Bienestar y de la Felicidad.

Rosalinda Ballesteros dice que las empresas deben entender que esto implica un proceso de adaptación, por lo que deben tomar decisiones de manera estudiada y darse la oportunidad de ver cuáles son las variables clave para el trabajador y, en función de eso, determinar lo que es importante para lograr ese ansiado balance vida-trabajo.

Estrategias personalizadas en un mundo laboral diverso

Para Arleth Leal, fundadora Tutorel y especialista en Recursos Humanos, para garantizar un equilibrio entre la vida laboral y personal es importante entender que hay diferentes tipos de empresas y que los colaboradores son diversos, incluso hay varias generaciones trabajando juntas. “Debemos tener flexibilidad para adaptar las prestaciones, políticas, actividades a cada uno de los colaboradores, de lo contrario estaremos adoptando una estrategia que ni siquiera les interese a las personas”, subraya.

Para lograr esta calidad de vida, hay algunas recomendaciones generales que ofrece, por ejemplo, establecer horarios de trabajo y respetarlos, fomentar el autocuidado con información sobre la importancia del ejercicio, la alimentación adecuada y la salud mental. “Identificar lo que cada una de las personas está buscando para enfocar los esfuerzos en acciones concretas”, agrega.

La especialista considera que el balance entre la vida y el trabajo hoy es un tema fundamental y las empresas deben poner especial atención a ello, ya que los colaboradores no sólo buscan el sueldo, pues se aprecia el salario emocional. Una muestra de ello es que el 47% de las personas dejaría un trabajo si le impide disfrutar de la vida personal, según el Workmonitor 2024 de Randstad.

“Hay que trabajar en los principales satisfactores, porque los más jóvenes lo están pidiendo; hay que conocer al talento para no perderlo, y adaptar a políticas flexibles que permitan lograr ese balance”, comenta Arleth Leal.

Calidad de vida, no es lo mismo para todos

Nancy Martínez, CEO de la firma Live 13.5, expertos en felicidad organizacional, considera que el primer desafío para las empresas es entender qué es calidad de vida, y eso tiene un significado distinto en cada persona.

En cuestiones de flexibilidad, añade, las empresas no prepararan bien a los equipos para trabajar bajo este modelo y eso es fundamental. “Es contar políticas, lo mínimo negociable que yo necesito de ti, cuáles son mis no negociables como empresa. Si bien existe flexibilidad, también hay reglas, hay no negociables”, puntualiza.

Para que el bienestar se dé, asegura Nancy Martínez, cada parte debe asumir su responsabilidad. “El tema de la salud mental y la calidad de vida es responsabilidad de ambos”.

La empresa debe tener mecanismos para que la gente despliegue sus fortalezas y alcanzar una buena calidad de vida, pero también debe apoyarlos a tomar la responsabilidad de su bienestar, considera.

Para lograr la calidad de vida es necesario escuchar a los colaboradores, preguntar qué necesitan. “Hay que estar cerca de ellos y atender estas necesidades”, afirma.

Periodista especializada en temas financieros y económicos; hoy también escribe sobre empleo, carrera, políticas laborales, salud mental en el trabajo, desarrollo profesional, marca personal.

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