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Convenio 190 sobre violencia laboral, compromiso todavía de papel en México
El país tuvo avances importantes en el marco legal contra el acoso en el trabajo, pero después de ratificar la norma internacional, no se armonizó la ley y hubo poca difusión sobre el tema.
Este mes cumplió un año de vigencia en México el Convenio 190 (C190) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Al ratificar la norma, nuestro país asumió diversos compromisos en la prevención y erradicación de la violencia y acoso laboral, pero en la práctica poco se ha avanzado.
De acuerdo con un informe de la OIT, aunque México tuvo avances importantes en el marco legal contra el hostigamiento y acoso sexual en el espacio laboral, “es apremiante transitar hacia la recepción en la Ley de una definición de violencia en el ámbito del trabajo mediante la cual se reconozca que las manifestaciones de la violencia son diversas y a menudo exceden lo previsto en ambas figuras”.
“Un año después de los compromisos adoptados en temas legislativos y de políticas públicas, desafortunadamente no se avanzó en el tema, quedaron pendientes varias reformas a la Ley Federal del Trabajo (LFT) y cambios en materia de inspecciones y capacitación”, afirma Mayeli Cabral, socia de la Práctica Laboral en Chevez Ruiz Zamarripa.
Con la ratificación y entrada en vigor del C190 nuestro país tenía que armonizar su marco legal con las disposiciones de la norma internacional, esto contemplaba por lo menos reformar seis legislaciones. Por ejemplo, actualmente la violencia y el acoso laboral no se vincula como un riesgo de trabajo. “Esta ausencia también impacta en el alcance de los compromisos que en cuanto a la prevención, pueden llevar a cabo las distintas autoridades en la materia”, advierte la OIT.
“Este convenio es muy innovador, no sólo protege a los trabajadores, también a los aspirantes a empleo, a los practicantes y para aquellos extrabajadores, y abarca al empleo formal e informal, y vemos que en la informalidad el Estado no ha adaptado la legislación para abarcar a estas personas que si bien no siempre tienen relaciones laborales reconocidas, el convenio sí los protege”, explica Jacqueline Álvarez, socia de la Práctica Legal-Laboral de EY México.
A decir de la especialista, en el último año se debió observar, por lo menos, una mayor difusión e inspección del convenio, pero hubo pocas acciones en este sentido. “Hace falta difundir, que las empresas sepan cuáles son las sanciones en caso de incumplimiento”.
En marzo de 2022, el Senado aprobó un paquete de reformas para armonizar el marco legal con el C190. El período ordinario de sesiones finalizó sin que la minuta se discutiera en la Cámara de Diputados.
“El momento en el que más se avanzó fue previamente a la ratificación del convenio, en la Ley Federal del Trabajo se reforzaron conceptos y se incluyó la obligación de contar con el protocolo para prevenir la discriminación y el acoso laboral. En ese momento (2019) sabíamos que para allá teníamos que ir, pero ahí se quedó, el escenario posterior al convenio, donde la labor legislativa debería ser más intensa para reforzar los conceptos en la ley, no se hizo. Nos quedamos en el mismo punto”, apunta Mayeli Cabral.
¿Qué cambios plantea el convenio 190? Además de ampliar los conceptos de violencia y acoso en el trabajo, extiende la protección a toda la fuerza laboral sin importar su relación contractual, si se emplea en el sector formal o informal, incluye los traslados al trabajo, los viajes de negocio, en alojamientos proporcionados por la empresa y en medios digitales como espacios donde se pueden presentar estos comportamientos.
Además, obliga a los países a contar con acceso a recursos y mecanismos de solución adecuados y canales de quejas para las víctimas, hacer un análisis de las actividades y sectores con mayor riesgo y abordar la violencia y el acoso laboral con una perspectiva de seguridad y salud en el trabajo.
Hay elementos para tomar acciones
Aunque la armonización es un pendiente, las especialistas consideran que el convenio ya ofrece un marco de referencia a las empresas para tomar acciones y construir espacios de trabajo libres de violencia laboral.
De hecho, las firmas trasnacionales han avanzado mucho en políticas de prevención de violencia laboral relacionadas con el C190, opina Jacqueline Álvarez. “El reto es que esto permee en las pymes, es a ellas a las que debemos apoyar y dar los mecanismos que les ayuden al cumplimiento de la ley”.
En eso coincide Mayeli Cabral, para la especialista “el ruido” generado con el protocolo, la ratificación del convenio y la difusión de estos temas en medios de comunicación, han generado mayor consciencia entre los empleados en la prevención de la violencia laboral, pero “poco se puede atribuir a una campaña constante y fuerte por parte del gobierno para que así sea”.
Un aspecto relevante que presiona al sector empresarial a tomar acciones y no esperar una armonización legal con el convenio, es que con la reforma al sistema de justicia laboral, los casos de violencia en el trabajo se resuelven directamente en juicio; es decir, no pasan por conciliación, coinciden las especialistas.