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Desmitificando la creencia de hacer carrera: Un CEO no nace, se hace
Mientras la movilidad laboral puede ser una estrategia atractiva para aquéllos que buscan rápidos avances y experiencias variadas, la verdadera promesa de crecimiento profesional y satisfacción personal a menudo reside en la dedicación y el compromiso continuo con una empresa.
Existe una percepción arraigada de que alcanzar altos cargos directivos dentro de una compañía es más una cuestión de suerte o talento innato que de dedicación y desarrollo profesional. Sin embargo, un análisis detallado revela una realidad más matizada: la mayoría de los CEO de las compañías públicas en México que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores han construido meticulosamente sus carreras dentro de la misma organización a lo largo de décadas.
De acuerdo con datos de PageGroup, aproximadamente el 64.8% de los profesionales buscan tener un plan de carrera y desarrollo definido dentro de la empresa en la que actualmente trabajan, de modo que sí hay una tendencia hacia la planificación a largo plazo y la consolidación dentro de una organización.
Contrario a la creencia popular de que cambiar frecuentemente de empresa puede acelerar el crecimiento profesional y económico, la realidad muestra que la mayoría de los CEO en México han acumulado entre 15 y 20 años de experiencia dentro de la misma compañía antes de ascender al puesto de liderazgo. Este enfoque no sólo les ha permitido adquirir un profundo conocimiento del negocio y desarrollar habilidades tanto técnicas como blandas, sino también establecer estrategias a mediano y largo plazo que son fundamentales para una carrera exitosa.
El 64.6% de los profesionales también señaló estar dispuesto a cambiar de trabajo si una nueva compañía ofrece un mayor crecimiento profesional. Esta disposición a la movilidad laboral entre los jóvenes refleja la importancia que se da a la oportunidad de desarrollo rápido y variado en el mercado laboral.
Estadísticamente hablando, cambiar de empresa con frecuencia requiere curvas de aprendizaje que pueden retrasar el progreso hacia roles de mayor responsabilidad y remuneración. Este fenómeno es relevante en un contexto donde la continuidad y el compromiso con una organización pueden ser factores decisivos en la retención y promoción de talento.
La consolidación de una carrera en una sola empresa beneficia al individuo en términos de desarrollo profesional y económico, y fortalece la conexión emocional y el propósito personal con la organización. Este compromiso hace menos probable que uno sea reemplazable por la automatización o la inteligencia artificial, y facilita el logro de objetivos personales y organizacionales a largo plazo.
Mientras que la movilidad laboral puede ser una estrategia atractiva para aquéllos que buscan rápidos avances y experiencias variadas, la verdadera promesa de crecimiento profesional y satisfacción personal a menudo reside en la dedicación y el compromiso continuo con una empresa donde se puedan cultivar relaciones significativas y una carrera duradera.
En este sentido, un CEO no nace, se hace. Su rol va más allá de simplemente dirigir una empresa. Requiere un plan de carrera estratégico y una combinación única de habilidades y prácticas que no sólo impulsen el crecimiento organizacional, sino que también inspiren a equipos y stakeholders.
Desde la claridad de visión hasta la capacidad de adaptación y la promoción de una cultura fuerte, estos son algunos secretos clave que los distinguen:
- Tienen una visión clara y la comunican efectivamente a todo el equipo.
- Saben delegar tareas y confían en los miembros del equipo para ejecutarlas.
- Escuchan tanto a empleados como a clientes para entender sus necesidades y preocupaciones.
- Son flexibles y capaces de adaptarse rápidamente a cambios en el mercado o en la industria.
- Basan sus decisiones en datos y análisis en lugar solo de intuición.
- Fomentan una cultura empresarial positiva y colaborativa.
- Invierten en el desarrollo profesional de los empleados y actúan como mentor cuando es necesario.
- Mantienen la calma y la compostura bajo presión.
- Demuestran responsabilidad social corporativa y ética en todas las acciones de la empresa.
- Promueven la innovación y están abiertos a nuevas ideas y tecnologías.