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El persistente dilema de la productividad en el teletrabajo
Aunque hay algunos estudios que se han realizado para medir la eficiencia del personal que trabaja de forma remota, todavía no hay suficientes datos para tener certeza de los pros y contras de esta modalidad laboral que creció de la mano del avance de la pandemia.
En lo que va de este año hemos sido testigos de un efecto en reversa de parte de diversas empresas, las cuales han migrado paulatinamente de Zoom, Teams, Webex y otras plataformas a las oficinas físicas.
Firmas financieras de Wall Street han tomado posturas un tanto forzadas o de urgencia al llamar de regreso a su personal. Esta práctica alcanzó también a empresas como Apple, Google, Meta y otros gigantes tecnológicos. En general, lo que se exige al personal consiste en presentarse en la oficina al menos tres días por semana.
La comunidad laboral defensora del trabajo remoto se esfuerza por difundir en redes y medios masivos lo que han bautizado como “la venganza del corporativismo”. Desafortunadamente para dicha comunidad, la investigación seria sobre las diferencias entre el trabajo remoto y el presencial es aún poca y los resultados mixtos. La conclusión es que las oficinas físicas, a pesar de sus complicaciones, siguen vigentes y necesarias para la operación eficiente de muchas empresas.
Por ejemplo, una investigación publicada el pasado mes de mayo por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, con base en datos de tres años de operación de una firma de comercio electrónico, concluyó que la eficiencia del personal que opera desde casa se redujo. Variables como el número de llamadas atendidas y la calidad de la interacción fueron las más afectadas, esto debido a que el personal ponía a los clientes en espera por largos periodos y más clientes tenían que llamar en más ocasiones, señal de que sus peticiones no estaban siendo resueltas.
Otra reciente investigación por profesores de la Universidad de Chicago y de Essex sobre una empresa global de tecnología, comparó la productividad de un mismo grupo de personas durante el periodo que trabajaron de forma física contra el periodo que trabajaron desde casa. De acuerdo con la medición que calcularon, la caída en productividad fue del 19 por ciento.
La falta de datos duros en muchas empresas, industrias y geografías sobre los pros y contras del trabajo remoto han dado lugar a que investigadores de diversas instituciones realicen experimentos de laboratorio considerando actividades tan diversas como reuniones de trabajo y partidas de ajedrez y de póker. Los resultados son variados, sin embargo, la tendencia muestra que los jugadores profesionales tienen mejor desempeño cara a cara que online. Y las reuniones de trabajo a distancia hacen más difícil o tardado generar soluciones creativas.
La conclusión común de todas las investigaciones que hemos estudiado es que se requiere de más información y experimentación para calcular con mayor certeza el precio, a favor o en contra, del trabajo remoto.
Analizando el tema como beneficiados de trabajar desde casa, no podemos negar que es muy valioso ahorrar el tiempo de traslado, la posibilidad de tener más tiempo de sueño, hacer ejercicio o atender una cita de temas personales con mayor facilidad. Y diversas encuestas aplicadas en empresas son contundentes en el interés de las personas por mantenerse trabajando desde casa.
El reto es balancear la vida laboral de los colaboradores, que sin duda se mantendrá híbrida en una alta proporción de responsabilidades y empresas. Sin embargo, la evidencia muestra que tenderá más a lo presencial y se alejará de casa. Demandando de las empresas una propuesta de valor enfocada en la experiencia del colaborador, haciendo que ir a la oficina valga la pena.
*Los autores son profesores del área de Dirección de Personal de IPADE Business School (@IPADE)