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Capital Humano

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Especialistas en cuidados de personas mayores, son pocos y la precariedad laboral es su sello

En México hacen falta especialistas para el cuidado de personas mayores, además los que existen son mal pagados y tienen condiciones precarias.

Foto: Shutterstock

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Llevar y traer a una persona mayor a sus citas médicas, ayudarlo a bañarse, darle de comer, procurarle paseos que lo llenen de energía, favorecer su interacción social, son sólo algunas de las actividades que implican el cuidado de este segmento de la población.

A eso se suman cuidados más complejos cuando existen enfermedades, como la demencia, el Alzheimer, o algún otro padecimiento degenerativo.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el 2050, al menos 25% de la población mundial será de personas mayores de 60 años, en México el porcentaje es similar.

“Por ello debemos saber qué implica esta consideración cuantitativa, saber cómo se va a manejar, qué vamos a hacer con el concepto de cuidado”, cuestiona Irene Aguilera Monroy.

La experta en temas silver economy y psicóloga social, explica que para hablar de cuidados de personas mayores se debe pensar que dentro de este segmento de la población existen diferentes grupos de edad que requieren consideraciones específicas.

¿Qué edad tiene la persona? Es el preámbulo para considerar mejor el concepto de cuidado, porque representa varias aristas, y además algunas de estas tareas son de corte psicológico y otras físicas, indica la especialista.

Así, el cuidado, dice Irene Aguilera Monrroy, es tener condiciones de vivienda dignas y espacios adecuados, atención sanitaria, incluso implica espacios donde las personas mayores puedan seguir siendo productivas, puede ser desde asociaciones.

Ante esto, señala, el abordaje que se debe considerar, de manera general, es que de los 50 a los 70 años los principales cuidados que se requieren son de alimentación, ejercicio, relaciones interpersonales, lo que influirá en cómo esté su bienestar general a los 80.

Mientras que para la edad de 75 en adelante, el cuidado demanda un abordaje técnico porque se puede presentar un deterioro cognitivo, motriz y ciertas limitaciones desde el punto de vista físico. “Pero también, de acuerdo con qué tan bien esté su vida, si tiene falta de atención o poca interacción social, podría presentar cuadros psicológicos relacionados con la depresión”, afirma la especialista.

Talento especializado, la otra gran demanda

De acuerdo con el Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey, en México se necesitan 10 veces más especialistas en diversos tipos de cuidados geriátricos de los que actualmente existen.

“Las plazas a llenar ascienden a 2,770, cifra que aumentará cada año mientras más adultos mexicanos lleguen a la tercera edad”, refiere el instituto.

El instituto agrega que la demanda por terapeutas, psiquiatras y especialistas farmacéuticos capaces desarrollar tratamientos aumentará a la par de esta tendencia demográfica.

Irene Aguilera Monroy, asegura que “en Latinoamérica no tenemos las carreras ni los profesionistas suficientes para atender la demanda actual, ni la que viene. El cuidado todavía está visto como una especie de asistencia informal, es decir desde las familias. Pero se requieren profesionales que manejen mejor esa etapa de la vida que además de tolerancia y paciencia”.

Bárbara Diego Pérez, especialista en envejecimiento y cuidados y fundadora de Gericare, coincide que no es lo mismo cuidar a una persona que tiene una enfermedad mental, a alguien que tiene una fractura o depresión.

“Son necesidades muy diversas y eso requiere mucha formación, es uno de los retos que yo veo, que se requiere especialización y hay pocas personas que tienen esa expertis”, considera.

Otro de los retos del cuidado es que faltan especialistas en el tema, los geriatras son el perfil más abundante, pero ellos se enfocan en temas físicos. “Faltan especialistas en temas sociales del envejecimiento, y los pocos que existen, tienen sesgos de edadismo, es decir, estereotipos o prejuicios por razones de edad”.

Para la fundadora de Gericare, las personas que se dedican a cuidar a personas mayores, es decir, que reciben una remuneración por ello, están en una situación precaria, mal pagada, con pocos derechos.

Según un estudio del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) de la Universidad Autónoma de Nuevo León, 60% de los cuidadores reporta bajos salarios, con un rango de 6,000 a 8,000 pesos mensuales.

“Es necesario no solamente incentivar la formación de profesionales en estos tres rubros sino integrar a esta educación el cultivo de las power skills o habilidades interpersonales. Las tareas de cuidado humano requieren un nivel superior de observación, inteligencia emocional, percepción, empatía y comunicación”, agrega.

Para Barbara Diego Pérez, además de todos los retos que trae el cuidado de personas mayores un desafío adicional es el de dignificar el trabajo del cuidado, de profesionalizarlo.

Mientras que Irene Aguilera Monroy considera que los cuidados de las personas mayores deben promover posibilidades de disfrute de la vida, de reconocer y celebrar el logro de llegar de buena manera a esa edad también.

Periodista especializada en temas financieros y económicos; hoy también escribe sobre empleo, carrera, políticas laborales, salud mental en el trabajo, desarrollo profesional, marca personal.

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