Estrés laboral disminuye por primera vez después del impacto de la pandemia

La cantidad de trabajadores que padecen estrés laboral se redujo por primera vez en cinco años. En la actualidad, el 41% de las personas con un empleo en el mundo reporta vivir un nivel alto de estrés diario en su organización, una disminución anual de tres puntos porcentuales, de acuerdo con el informe El estado del lugar de trabajo 2024 de Gallup publicado este miércoles.

En 2019, justo en la antesala de la pandemia de la Covid-19, se registró un primer incremento en este indicador, el cual pasó de 38 a 39%. El punto máximo se alcanzó entre 2021 y 2022, con un nivel de 44% de personas con estrés laboral, el registro más alto desde que la firma comenzó a levantar este reporte en 2009.

Por género, las mujeres mantienen el nivel más alto en este indicador, con una proporción de 43% con estrés laboral, mientras que para los hombres es de 39%. En ambos casos, estos porcentajes se redujeron tres puntos porcentuales respecto del reporte de 2023.

Por esquema laboral, las personas que trabajan en un formato híbrido, es decir, que combinan días presenciales y remotos, son nuevamente los que reportan un mayor estrés laboral, en un nivel de 42%. En los casos de trabajo totalmente a distancia o totalmente presencial, la proporción es de 39% para los dos escenarios.

“En esta edición del informe sobre El estado del lugar de trabajo, 41% de los empleados reporta experimentar ‘mucho estrés’. Y si bien el estrés varía significativamente en función de cómo son dirigidas las organizaciones, aquéllos que trabajan en empresas con malas prácticas de gestión tienen 60% más probabilidades de padecer estrés que quienes trabajan en entornos con buenas prácticas”, expresa en el informe Jon Clifton, CEO de Gallup.

Y mientras el estrés se redujo, el porcentaje de trabajadores comprometidos con su empleo se estancó en el comparativo anual. Actualmente, sólo uno de cada cinco colaboradores manifiesta tener un buen nivel de compromiso laboral (23%).

En tanto, aquéllos que se ubican en lo que se ha denominado “renuncia silenciosa”, es decir, que cumplen con lo mínimo necesario para mantener su empleo, aumentaron a 62% de los trabajadores, tres puntos porcentuales más que hace un año. En esta misma proporción se redujo el número de empleados que se consideran activamente desconectados de su organización, el cual es de 15 por ciento.

Bienestar, una realidad diferenciada por edades

A nivel global, el bienestar de los trabajadores se redujo de 35 a 34% en el último año, en gran parte impulsado por un retroceso en la evaluación sobre la perspectiva de su vida que realizan los empleados más jóvenes.

Entre los trabajadores menores de 35 años, quienes consideran que sus vidas sí están prosperando son el 31%, una reducción de cuatro puntos porcentuales en un año. Mientras que para los mayores de 35 años esta proporción es de 36%, un avance anual de un punto porcentual.

“Aunque las divisiones generacionales suelen ser frecuentemente exageradas, esta divergencia debiera estar en el radar de los líderes. Dado que muchos líderes son mayores, puede ser que no perciban el presente y el futuro de la misma forma que los trabajadores jóvenes. Hace una década, los trabajadores jóvenes tenían consistentemente una mejor percepción de la vida que los trabajadores adultos, por lo tanto, es poco probable que esta diferencia se deba sólo a una etapa de la vida”, se expone en el reporte.

Gran parte de este poco sentido de crecimiento, señala Gallup, está nuevamente relacionado con el liderazgo en las organizaciones. Es más, la firma advierte que las soluciones milagro para atender el tema del bienestar, como las aplicaciones para la gestión de estrés o meditación, han demostrado poca eficiencia si no van acompañadas de una gestión de talento integral.

“Las apps de bienestar no son el problema, pero cuando una mala gestión las usa como una solución, esto puede hacer más grave el problema. Cuando uno se da cuenta que la mayor causa del estrés laboral es por no tener el equipo y los materiales necesarios para realizar bien el trabajo, un tapete de yoga no lo resolverá, esto requiere acciones precisas de parte del liderazgo”, asevera Jon Clifton.

Impacto en las diferentes emociones

La edición 2024 del informe de Gallup hace un mayor énfasis en el impacto del trabajo en la salud mental de los trabajadores, en especial en emociones como la satisfacción, el estrés, el enojo, la preocupación, la tristeza y la soledad.

“El deterioro global de la salud mental es preocupante. A algunos les preocupa que estemos en una espiral sin control”, destaca Jon Clifton.

Y si bien no toda la salud mental depende del trabajo, éste es un factor que influye en la percepción de la vida y las emociones diarias, puntualiza la firma. A quienes no les gusta su empleo, por ejemplo, tienden a registrar mayores niveles de estrés, preocupación y otras emociones negativas.

En el tema del enojo, mientras ésta es una emoción presente de forma cotidiana en 17% de quienes manifiestan estar comprometidos con su organización, éste aumenta hasta 32% entre quienes ya están totalmente desconectados de su empresa. En el caso de la preocupación, en tanto, esta proporción es de 30% contra 52%, respectivamente.

Esta brecha también se registra en emociones positivas. En el caso de la satisfacción, para quienes están comprometidos laboralmente, ésta está presente en 88% de los casos, pero se reduce a 57% para los desconectados. En la percepción sobre el desarrollo personal, en tanto, el comparativo es de 50 contra 17%, respectivamente.

“En muchos aspectos del bienestar (estrés, enojo, preocupación y soledad), estar desconectado del empleo es igual o peor que estar sin trabajo. En contraste, cuando los empleados consideran que su trabajo y las relaciones personales en este entorno son relevantes, el empleo está vinculado con altos niveles de satisfacción y bajos niveles de todas las emociones negativas”, se expresa en el informe.