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Gobierno y legisladores abren la puerta a la reducción de la jornada laboral
En los últimos meses ha crecido el interés legislativo por reducir el máximo de horas laborales en la ley, en un contexto de una ola de cambios en esta materia en Latinoamérica. Hasta el momento se han presentado nueve proyectos de reforma en este sentido.
La reducción de la jornada de trabajo podría ser el siguiente tema en la agenda de política laboral. Tanto el gobierno como los legisladores han mostrado apertura para analizar un recorte a los máximos establecidos en la normatividad federal.
Luisa María Alcalde Luján, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), dijo a El Economista que la reducción de la jornada laboral es uno de los temas pendientes a discutir, al igual que la regulación del trabajo en plataformas digitales.
En Latinoamérica se observa una ola de cambios en la regulación de las horas de trabajo. Colombia aprobó reducir de manera gradual seis horas de su jornada, para que pase de 48 a 42 horas semanales. Chile es otro ejemplo, el país se encuentra en un proceso de análisis legislativo para recortar de 45 a 40 horas el máximo legal.
En este contexto, el Congreso de la Unión suma nueve proyectos que tienen como objetivo reducir la jornada laboral. Tan sólo en los últimos cuatro meses, en el Senado se han presentado cinco propuestas con este objetivo.
Para Carlos Ferran Martínez, coordinador de la Comisión Laboral del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados (Incam), la reducción de la jornada laboral en México “es viable”, especialmente si se considera que el país tiene avances legislativos importantes en materia laboral.
“México gradualmente se ha acercado a una legislación laboral más ad hoc a lo que demandan las circunstancias actuales; la legislación mexicana se ha caracterizado por su nula flexibilidad e incapacidad para cambiar y a penas en los últimos 10 años hemos visto modificaciones sustanciales. Esto ha servido para que el Poder Legislativo voltee a ver varios de los grandes pendientes laborales que tenemos desde hace tiempo y uno de ellos es la reducción de la jornada”, expone el especialista.
Actualmente, la Ley Federal del Trabajo (LFT) establece un límite de 48 horas de trabajo por semana, esto es así porque la jornada laboral máxima es de ocho horas diarias durante seis días consecutivos. A pesar de esto, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) reporta que hay 10.3 millones de trabajadores subordinados que laboran más de 48 horas por semana, lo que equivale al 26% de la población asalariada del país.
Hasta ahora, las propuestas legislativas van por una reducción de entre 6 y 12 horas semanales, lo que implicaría fijar una jornada laboral diaria de entre 6 y 7 horas como máximo. Algunas propuestas plantean un recorte en días de trabajo para que las personas gocen por ley de dos días de descanso por cada cinco días laborados.
En este sentido, Alejandra Massud, socia de GLZ Abogados, opina que la reforma que podría tener mayor consenso es la que plantee un recorte de seis horas de trabajo a la semana, es decir, establecer un límite máximo de siete horas diarias. “Creo que no complicaría tanto el día a día de las empresas porque sólo estaría restando una hora”.
Los especialistas en Derecho Laboral coinciden en que una modificación legal en esta materia requerirá de un período de transición largo. En el caso de Chile, por ejemplo, a finales de 2001 se aprobó un recorte a la jornada para pasar de 48 a 45 horas semanales, con una transición que concluyó en 2005.
Andrés Marinakis, especialista en Políticas de Mercado e Instituciones Laborales de la OIT para el Cono Sur de América Latina, reconoce que las horas de trabajo se han presionado por una evolución en los procesos productivos, como industrias que deben operar las 24 horas del día y una tendencia de los servicios a estar cerca del cliente.
Desde la perspectiva del especialista, un desafío actual de la jornada de trabajo “es conciliar las necesidades de las empresas de incorporar cierta flexibilidad que contemple sus ciclos productivos y la expectativa de los trabajadores de que esta flexibilidad les permita mejorar su calidad de vida”, pero con un límite en las horas de trabajo diarias y semanales, con los períodos de descanso mínimos y “sin desmantelar relaciones laborales en forma encubierta”.
¿Cuál sería el alcance de una reforma a la LFT?
Si México avanza en una reducción de horas de trabajo, Carlos Ferran Martínez, también socio director de la firma Ferran Martínez Abogados, expone que se debe tener presente que esta modificación legal quizá no beneficie a todos, pues hay personas que tienen una jornada semanal de cinco días y no rebasan el límite legal.
Aunque actualmente los empleadores, señala el especialista, pueden ofrecer una jornada menor a las 48 horas, también es cierto que “la ley genera patrones de conducta y si dice que puedes trabajar hasta 48 horas, seguro no son la mayoría de las empresas que buscan reducir la jornada”. En este sentido, agrega, una reforma en esta materia sí ayudaría a disminuir las horas de trabajo para quienes laboran con los máximos legales.
Otro escenario, anticipa Alejandra Massud, son los ajustes que se tendrían que hacer en contratos y en los turnos de trabajo, esto también incluye a quienes realizan teletrabajo. “Creo que ha estado haciendo bastante ruido porque no hablamos de una, sino de varias iniciativas y esto puede hacer bastante ruido para que una de ellas tome la fuerza necesaria para convertirse en reforma”.
La regulación de la jornada es uno de los elementos clave en las relaciones laborales desde hace más de un siglo, prueba de ello, es que el primer convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es sobre las horas de trabajo en la industria, donde se fijó que no se podía exceder ocho horas diarias.