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Capital Humano

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Home office, una estrategia para aguantar el combate al huachicoleo

Problemas como el que ha ocurrido desde la semana pasada, con el abasto de gasolina y la dificultad para transportarse a sus lugares de trabajo, hacen a muchos plantearse si no podrían realizar actividades laborales desde casa. Sin embargo, algunas empresas, y también algunos colaboradores, aún no están convencidas de que ésta sea una buena forma de trabajar.

Largas filas en gasolineras para recargar combustible. Foto. Isaac Esquivel, Cuartoscuro

Largas filas en gasolineras para recargar combustible. Foto. Isaac Esquivel, Cuartoscuro

El tránsito vehicular parece haber menguado ligeramente en la Ciudad de México desde la semana pasada, incluso en horas pico. Muchos autos están formados en las gasolineras o guardados en la cochera, conservando su energía para alguna emergencia.

En el Metro y en los microbuses también se percibe un aumento en el número de pasajeros con traje y corbata. Y en las redes sociales, un incremento de comentarios burlones de aquellos que trabajan desde casa y no tienen que formarse horas por conseguir gasolina para el carro, o atiborrarse junto a otros tantos en el transporte público.

Los problemas para abastecerse de gasolina han dificultado las actividades de varias industrias en la capital del país, en Jalisco, Michoacán, Hidalgo, Querétaro Guanajuato y Estado de México.

Todo comenzó con la estrategia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para combatir el robo de gasolina, conocido como huachicoleo. El plan incluyó el cierre de algunos ductos que la transportan y llevarla en pipas hasta las gasolineras del centro y occidente del país. La distribución se volvió entonces más lenta.

Otro factor, según ha informado la secretaria de Energía, Rocío Nahle, es que gran parte de la gasolina que vendían algunas estaciones era robada. Al evitar que se abastezcan de esa manera, varios negocios están pidiendo más hidrocarburo a Petróleos Mexicanos, del que normalmente solicitaban.

Muchos trabajadores han tenido que dejar el auto en casa y tomar el transporte público. Otros, comenzaron a laborar desde la sala de su casa.

Ante contingencias, trabaja remoto

Lo bueno del home office es que no necesito gasolina”, escribió Sylvana Nomura en Twitter. “Creo que la falta de gasolina nos dejó como gran lección que no debemos ser dependientes del auto y los transportes, y que se debe mejorar la cultura laboral para promover el home office”, comentó Toño Flores Aldama en esa red social.

La Asociación Mexicana de Recursos Humanos (Amedirh) publicó una serie de recomendaciones para sobrellevar la situación en las empresas. Entre ellas, implementar el home office, hacer reuniones virtuales y cambiar, al menos temporalmente, los horarios de entrada y salida.

En situaciones como las que se vive en el centro y occidente del país, por el abasto de gasolina, o ante cualquier contingencia por algún fenómeno natural, el trabajo remoto es la mejor opción para continuar realizando ciertas actividades laborales, dice Mauricio Reynoso, director de la Amedirh en entrevista para Factor Capital Humano.

Calcula que desde hace poco menos de una década varias empresas en México lo han puesto en práctica. “Es una tendencia que ha crecido por el avance de la tecnología”, dice en entrevista con Factor Capital Humano.

Según el directivo, en América Latina, México y Brasil son los dos países en donde más se ha implementado esa forma de trabajo. “Algunas compañías lo promueven para solucionar las inconveniencias de algún fenómeno climático o el problema de las enormes distancias y tiempos de traslado”.

En promedio, quienes trabajan en la Ciudad de México pasan 88 minutos de su día transportándose al lugar donde laboran, de acuerdo con el Informe de uso global de transporte público. Ese estudio fue realizado por la aplicación de transporte público Moovit.

¿Cómo entrarle al home office?

Para poner en marcha la política de trabajo desde casa lo primero que deben hacer las compañías es identificar qué responsabilidades son candidatas, recomienda Reynoso.

Luego, revisar las políticas de otras empresas que ya lo han implementado. Analizar cuáles de ellas pueden replicar en la organización. Algunas lo permiten uno o dos días a la semana, para otras es parte de la rutina.

Una vez que ya definieron una política clara, con reglas definidas hay que comunicarla a los empleados. Resolver cualquier duda que ellos puedan tener para su ejecución y establecer desde el principio las normas y condiciones.

Por último, hay que confiar. Para el director de la Amedirh esto es lo más importante de todo el proceso de implementación. “Lo principal es vencer la resistencia al cambio y eliminar los prejuicios que hay sobre el trabajo a distancia”.

Él mismo trabajó en una compañía, como director de recursos humanos, en la que los líderes pensaban que el personal no estaba preparado, “que era inmaduro e irresponsable para poder dar el paso”.

No le teman al home office, dice enfático. “La gente por naturaleza es responsable, también las nuevas generaciones. Por supuesto, habrá siempre quien abuse. Pero en el caso de home office, si tienes buenos líderesque manejen a su equipo por objetivos, con rutinas de seguimiento acordadas y establecidas, es una muy buen práctica”.

Sin embargo, a pesar de que varias organizaciones que han implementado el teletrabajo, 80 por ciento de los empleados están dispuestos a trasladarse a su lugar de trabajo, según el estudio Búsqueda por Internet en México 2017.

El informe, elaborado por la Asociación de Internet.mx, indica que al 10 por ciento le gusta un modelo mixto: algunos días en casa, otros en la oficina. Y solo 1 por ciento prefiere trabajar desde su hogar.

No todos son candidatos para el home office

Mauricio Reynoso aclara que el trabajo a distancia “no es aplicable a todo tipo de puestos, por ejemplo, las manufacturas difícilmente pueden alinearse a esta forma de trabajar. Pero hay muchas actividades y responsabilidades que se pueden hacer a distancia”.

Las ventajas son muchas. De acuerdo con la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el teletrabajo eleva hasta 28 por ciento la productividad de las empresas.

Además, esto permite ampliar la diversidad del personal, dice Reynoso. Por ejemplo, las empresas pueden contratar a mujeres que son mamás y quieren seguir laborando, o para los papás que quieran estar más en casa”. Es una manera de fomentar la igualdad de trabajo del hogar, así los hombres pueden asumir su parte de responsabilidad en la crianza o los quehaceres domésticos.

“El beneficio es mutuo. He visto que la gente a veces trabaja más. Es cuestión de organización personal. Hay beneficios de calidad de vida”. Las empresas que lo permiten tienen a personal comprometido, dando resultados. “Además, soluciona problemas como la saturación del estacionamiento, la falta de un lugar para trabajar”.

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