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México se mantiene como el país con mayores aumentos salariales en la OCDE
Entre los países que cuentan con un salario mínimo, el promedio de crecimiento real fue de 12.8% en un período de cinco años. En el caso de México, el aumento fue de 86.6%, y se posiciona como la economía de la OCDE con mejor avance.
Los recientes incrementos al salario mínimo mantienen a México como la economía con el mayor crecimiento de las remuneraciones básicas entre los miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), un aumento 6.7 veces mayor al promedio de los países que conforman el organismo.
De acuerdo con el informe de Perspectivas de Empleo de la OCDE 2024, en los últimos cinco años, el salario mínimo en México tuvo un incremento real de 86.6%, lo que convierte al país como la economía con el aumento real más alto al interior de la organización en el escenario postpandemia.
“El aumento constante de los salarios mínimos nominales y reales se puede atribuir a una legislación federal que exige una revisión anual. Esta legislación busca alinear el salario mínimo con la inflación y evitar la erosión del poder adquisitivo de los trabajadores”, destaca la OCDE en su informe.
El crecimiento del salario mínimo ha impulsado la mejora de los sueldos generales en el país. De hecho, a diferencia de sus principales socios comerciales (Estados Unidos y Canadá), en un período de cinco años, las remuneraciones en México registran un alza.
“En comparación con la mayoría de los países de la OCDE, México ha mostrado una notable recuperación salarial. Los salarios reales aumentaron un 5,4% entre el cuarto trimestre de 2019 y el primer trimestre de 2024. Este aumento contrasta con la tendencia en otros países de América del Norte, donde los salarios reales experimentaron una disminución del 2.4% y el 0.8% en Canadá y Estados Unidos, respectivamente”, indica la organización.
Según el informe, en México el fortalecimiento de las remuneraciones benefició en mayor medida a las personas con menor educación formal, es la economía que más impacto positivo tuvo entre la fuerza laboral con menos formación académica.
“A medida que los salarios reales recuperan parte del terreno perdido, los beneficios empiezan a amortiguar parte del aumento de los costes laborales. En muchos países, hay margen para que los beneficios absorban nuevos aumentos salariales, sobre todo porque no hay indicios de una espiral de precios y salarios”, señala la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
En 2019 el salario mínimo inició su racha de incrementos históricos como parte de la política de recuperación salarial del gobierno actual. En el sexenio, la referencia ha crecido 110% en términos nominales, al pasar de 88.40 a 248.90 pesos por jornada diaria.
Esta política pública fue también resultado de una desindexación de la remuneración básica del cálculo para el pago de sanciones, derechos o trámites administrativos, para lo cual se creó la Unidad de Medida y Actualización (UMA).
Además del comportamiento de los salarios, en sus perspectivas de empleo, la organización destaca la tasa de desempleo en México como la segunda más baja entre el organismo.
Con el contexto económico previsto para lo que resta del 2024 y el 2025, es probable que la tasa de desocupación tenga un ligero repunte para ubicarse cerca del 3.1% a finales del siguiente año, pero la organización estima que el mercado laboral mexicano se mantendrá estable.
Incrementos al salario mínimo, esta historia continuará…
El panorama político para los próximos seis años no parece el escenario para el fin del crecimiento del salario mínimo. Claudia Sheinbaum Pardo, virtual presidenta electa, prometió continuar con los aumentos a la referencia salarial durante su gobierno.
El plan de Claudia Sheinbaum para continuar con la política de recuperación salarial se puede concebir en dos fases: para el 2026, la meta es que la remuneración mínima alcance dos veces la línea de pobreza por ingresos urbana (LPIU); es decir, en valores nominales actuales es poco más de 9,000 pesos al mes. La siguiente etapa es el objetivo para el 2030, año en el que debe ser equivalente a 2.5 veces la LPIU, eso es casi 11,300 pesos en valores actuales.
De acuerdo con lo planteado por la virtual presidenta electa, para el final del sexenio el salario mínimo recuperaría todo su poder adquisitivo y sería suficiente no sólo para adquirir la canasta básica, también vivienda.
“El salario mínimo de 2030 será suficiente para que una familia tenga acceso a los productos básicos y una vivienda digna, y será el salario mínimo más alto en la historia de México”, promete Sheinbaum Pardo en el documento 100 pasos para la transformación que incluye el detalle de sus propuestas.