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La NOM-035 entrará a proceso de revisión para mejorar su implementación
Mayor información sobre los factores de riesgo psicosocial y su impacto, evaluación de las acciones de las empresas y un perfil puntual de los encargados de implementar esta regulación son parte de los ajustes que debería tener la NOM-035, opinan especialistas.
La NOM-035 sobre factores de riesgo psicosocial en los entornos laborales cumplió cinco años de vida, el plazo legal para que ésta sea revisada y, en su caso, modificada. En este contexto, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) contempla el análisis de esta regulación a partir del próximo año, confirmaron fuentes cercanas a la dependencia.
Esta normativa busca prevenir los aspectos laborales que pueden afectar la salud mental de los trabajadores. Y aunque la regulación marcó un hito en el mundo del trabajo, coinciden especialistas, ésta debe actualizarse en aspectos como los instrumentos de evaluación, mayor información sobre las consecuencias de los riesgos psicosociales y un perfil de los profesionistas encargados de implementarla, entre otros aspectos.
“Es oportuna una actualización en varios puntos”, opina Jorge Gutiérrez, consultor senior de Kaysa Salud y Bienestar, y uno de los impulsores de esta regulación. Desde su perspectiva, la NOM-035 puede mejorarse con instrumentos de medición para aplicar evaluaciones específicas en casos de riesgos elevados y agregar información que le permita a los trabajadores conocer los impactos en la salud de la exposición a factores de riesgo psicosocial.
“La norma les pide a los trabajadores denunciar si tienen una exposición alta a factores de riesgo, por eso es importante que sean conscientes de las consecuencias de ello. Muy pocos trabajadores saben del contenido de la norma, y casi menos saben lo que les va a ocurrir si continúan durante un tiempo prolongado expuestos a ese factor de riesgo”, apunta.
De acuerdo con la Ley de Infraestructura de la Calidad, las Normas Oficiales Mexicanas deben ser revisadas “al menos cada cinco años posteriores a su publicación en el Diario Oficial de la Federación”. La NOM-035 cumplió cinco años desde que se promulgó este 23 de octubre.
Desde la perspectiva del Observatorio de Factores de Riesgo Psicosociales y Bienestar Organizacional (OFAPSI), esta regulación tiene al menos 20 puntos de mejora. Las modificaciones más importantes se vinculan con establecer una certificación o perfil específico que deben tener las personas que implementan la norma, la evaluación de las medidas adoptadas por las empresas, una mayor claridad en la clasificación de los riesgos y estudios de validez y confiabilidad de los cuestionarios, expone Arturo Juárez, coordinador del organismo.
“Creemos que se debe establecer un punto relacionado con algún tipo de preparación, certificación o aval que debe tener quien aplica la norma. No hay dentro de la norma un punto que especifique quién lo puede hacer y, al no estar eso escrito, cualquiera la aplica. Debe ser un profesional por lo menos relacionado al área de salud ocupacional y con preparación sobre riesgos psicosociales”, apunta.
Para Arturo Juárez, la evaluación de los planes de intervención de las empresas para atender los riesgos identificados también es necesaria. “La norma no es mala, tiene una política de prevención y eso es fundamental, y establece una lista de medidas basadas en el diagnóstico, pero se queda hasta ahí, y lo que pasa es que en ocasiones la intervención corresponde al diagnóstico de manera administrativa, pero no técnicamente, y eso nadie lo revisa”.
Entre otros retos, los entrevistados coinciden en que después de cinco años, la norma aún no ha terminado de comprenderse y, en buena medida, eso ha generado una implementación a medias o, en otros casos, ni siquiera se ha hecho el esfuerzo por cumplir. Según la firma Sánchez Devanny, la mitad de las empresas en el país no le ha dado seguimiento a la NOM-035.
“Llama la atención que la mitad de las empresas entrevistadas (50%) no ha realizado ninguna acción para renovar el cumplimiento con las obligaciones que derivan de la NOM-035, por lo que podemos asumir que su situación de incumplimiento las pone en una posición vulnerable ante una posible revisión por parte de la autoridad”, expone el despacho en el documento Retos y oportunidades en materia laboral para 2023.
A decir de Jorge Gutiérrez, “el principal problema es que la norma se ha visto como un trámite administrativo y que sólo la debe atender el personal de Recursos Humanos o de Seguridad y Salud, pero no permea en la empresa porque no se conocen las consecuencias para la salud de los trabajadores”.
Gran herencia de la regulación laboral
La NOM-035, coinciden los especialistas, fue un avance importante en la regulación nacional del mundo del trabajo y generó mayor consciencia en torno a la salud mental. “La gran mayoría de los países no tiene normativas de riesgos psicosociales, tienen recomendaciones, pero no sancionables. México se posicionó como un país que se atrevió a regularlo”, afirma Arturo Juárez.
Esta regulación, agrega, ayudó a un cambio cultural importante. “Hay trabajadores que ya saben qué son los riesgos psicosociales y eso nos hace más conscientes de la importancia de la calidad de vida”. El siguientes paso, considera, es contar con herramientas adecuadas para identificar las consecuencias de éstos. “Eso sería fantástico, aunque será cuando se tenga mayor madurez en esto”.
Desde la perspectiva de Jorge Gutiérrez, la norma en sí misma representa un gran avance en la promoción de la salud de los empleados, pero México necesita dar otros pasos para aspirar a contar con entornos organizacionales sanos, algunos son la disminución de la jornada de trabajo, la regulación de los turnos nocturnos y el combate a la violencia laboral.
Pero la clave para mejorar los espacios laborales, agrega, es que los directivos en las empresas impulsen las áreas de salud ocupacional. “Mientras estos departamentos no cuenten con el respaldo de la alta gerencia, difícilmente se puede avanzar”.