Nearshoring, oportunidad de oro para mejorar el perfil del mercado laboral mexicano

El nearshoring es una estrategia industrial que consiste en trasladar fábricas a otras regiones para estar más cerca del mercado de consumo final… y ahorrar varios de los costos asociados con ello. En el caso de México, su ubicación geográfica como vecino de Estados Unidos y de Canadá ha reavivado el interés por posicionarlo como foco de este tipo de inversiones, escenario que ofrece una gran oportunidad de avance para el mercado laboral, coinciden especialistas.

“El nearshoring tiene un fuerte potencial para mejorar la calidad de los empleos. Puede traducirse en trabajos mejor remunerados y, al mismo tiempo que se detona el crecimiento económico, también se detona la oferta de trabajo. Y entre mayor productividad y recursos haya, también se abre la posibilidad de que sean mayores los ingresos de los trabajadores, no sólo en la maquila o en el sector automotriz, sino en otras actividades”, expone Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco). 

En el sector automotriz, ejemplifica la especialista, si una empresa desea invertir en una fábrica regional entre México, Estados Unidos y Canadá para intercambiar insumos o el auto terminado con acceso a los beneficios de libres aranceles y asegurando que el automóvil es originario de la región, entonces hay que cumplir con un componente laboral importante como pagar un salario mínimo –que no es el de México– y esto se traduce en mejores condiciones.

De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), nuestro país puede ser la economía más beneficiada de la región con este modelo industrial. Se estima que México puede lograr hasta 35,000 millones de dólares al año gracias a la exportación de bienes, esto es casi la mitad de las ganancias que lograrían en conjunto todos los países de América Latina y el Caribe con esta estrategia de negocios.

“Los mecanismos laborales del T-MEC dan seguridad en lo político a Estados Unidos. La democracia sindical bajo el Tratado es un paso que se tiene que cumplir para aprovechar el nearshoring, pero lo más importante es avanzar en la generación de buenos empleos con dotes de ingeniería, de educación técnica”, señala David Eaton, presidente de la American Chamber of Commerce of Mexico (AmCham) capítulo Monterrey.

El ejecutivo asegura que esta estrategia de negocios impulsaría la manufactura avanzada en nuestro país, esto significa que “se necesitarán de trabajadores con vocación técnica”. Pero también se pueden generar oportunidades laborales en la logística, almacenamiento y agricultura.

En este sentido, Ana Gutiérrez subraya que las oportunidades laborales que se pueden crear de la mano del nearshoring son diversas, y eso abre una ventana de empleabilidad a distintos perfiles. “Se invierte en sector industrial y financiero, pero esto se traduce en empleos en muchos otros sectores que suministran servicios o bienes, entonces no hay un solo perfil laboral que se pueda ver beneficiado, sino varios. Realmente hay desde carreras STEM hasta puestos de trabajo que no requieren carreras universitarias, como técnicos de ensamble”.

¿Por qué México es atractivo para el nearshoring? Según un informe de la firma Thomson Reuters¸ entre los principales beneficios que ofrece el país para esta estrategia industrial destacan: disponibilidad de fábricas y almacenes al sur de la frontera de Estados Unidos, tarifas reducidas, programas libres de impuestos para las grandes corporaciones, costos de producción competitivos y la capacidad de empresas establecidas de operar bajo el T-MEC.

El informe menciona que los impuestos y las tasas arancelarias son más bajos (0.04%) entre los socios del T-MEC, en comparación con las tasas de China (hasta un 19%). Además, las importaciones estadounidenses desde México crecieron 20% entre enero y julio de 2022 en comparación con el mismo período de 2021, nuestro país se ubicó como su segundo proveedor más grande.

Pero la posible generación de empleos de mayor calidad no será el único efecto de este modelo industrial, anticipa Ana Gutiérrez, las condiciones laborales que ofrezcan las empresas que se instalen o expandan en nuestro país generarán presión sobre las que ya operan en el territorio, al menos en la competencia por los mejores perfiles.

“Puede generar una competencia entre las empresas para generar y ofrecer empleos de mejor calidad que hagan que sus plazas sean más atractivas que otras empresas o sean atractivas para quienes no se sentían incentivados para entrar al mercado laboral”, señala.

El papel estratégico del talento digital

“En México se habla de este modelo para el sector automotriz, nuestro país también cuenta con fortalezas en otros sectores como la industria del conocimiento, donde el talento se desarrolla en el país, mientras que el conocimiento se exporta al resto del mundo”, afirma Evangelina Avendaño, líder de Locación en EY GDS México.

Según el análisis de la firma, nuestro país cuenta con una gran disponibilidad de perfiles digitales con buen dominio de inglés que pueden dar consultoría en transformación digital a empresas de Estados Unidos y Canadá, por lo que el nearshoring abre la puerta también a un crecimiento en la demanda de talento tecnológico.

“Para que el nearshoring relacionado a tecnología se consolide de manera aún más exitosa en territorio mexicano, también es necesario impulsar dos elementos cruciales: la innovación tecnológica y el desarrollo de talento”, opina Evangelina Avendaño.

De acuerdo con estimaciones de EY, por cada profesional de tecnología disponible en la actualidad, en 2024 se requerirán siete en toda América Latina. Es decir, la operación de procesos automatizados generará una mayor demanda de perfiles digitales.

¿Qué retos laborales hay en puerta?

“El primer desafío que tiene México es la dignificación del trabajo técnico. Los padres quieren que sus hijos sean licenciados, pero hay que reconocer que el trabajo técnico tiene buenos sueldos. Necesitamos seguir trabajando en la capacitación para acceder a mejores remuneraciones, eso implica fortalecer modelos educativos como el de Conalep”, expone David Eaton.

En términos de volumen de población que está disponible para trabajar, complementa Ana Gutiérrez, nuestro país cuenta con mano de obra suficiente para satisfacer la demanda que se genere con la inversión extranjera, pero “sí es necesario hacer ajustes en competencias técnicas y carreras. El ajuste principal sí es buscar que las ofertas de trabajo sean atractivas para la fuerza laboral que hoy no está siendo aprovechada, y también desarrollar habilidades que se requieren para los puestos que se crearán en la cadena de valor”.

Para David Eaton, un punto reto importante para aprovechar las oportunidades laborales que generará el nearshoring, es la coordinación entre el sector privado y las universidades para desarrollar perfiles especializados y acordes a la nueva demanda de habilidades.

“Hay mitos y realidades en diferentes partes de México como el sureste. Hay que pensar en el ecosistema que estamos creando para que el trabajador tenga éxito. Si pones una manufacturera en el sureste de México, necesitamos el ecosistema de soporte, desde la vivienda, escuelas, transporte público, sistema hospitalario… El ecosistema en esa zona tiene que fortalecerse para poder albergar a las manufacturas avanzadas. El mito es que el trabajador de esa región es flojo, pero yo creo que lo que es deficiente es el ecosistema que se ha creado alrededor del mismo”, agrega.