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Nómadas corporativos, cuando cambiar de trabajo ayuda a potenciar tu carrera
La historia del futbolista Mohamed Salah, estrella actual del Liverpool FC, es un buen ejemplo de cómo el desarrollo de una carrera profesional exitosa no siempre es ascendente, sino que también puede implicar cambios paralelos para lograr un mejor objetivo en el largo plazo.
Hoy en día es muy común escuchar que los millennials duran poco en las empresas; que su compromiso es menor en función a que obtengan un mejor salario mejor o un reto diferente.
Pero más allá de tratarse de algo generacional, es algo que depende de varios factores. Entre ellos, a diferencia de nuestros abuelos, hoy existe una mayor oferta de trabajo, además de que hay motivos que tienen más peso, como alinear tu propósito de vida y carrera con la cultura de las organizaciones.
Para entender que esta tendencia de cambiar de trabajo no sólo aplica en el ámbito corporativo, analicemos un caso de éxito que nos muestra cómo, considerando algunos factores importantes, podemos construir una carrera muy exitosa a pesar de cambiar de empleo en momentos importantes.
En esta ocasión analizaremos el caso de Mohamed Salah, mejor conocido como “el Faraón”, jugador en la actualidad del Liverpool FC. Probablemente venga a tu mente que él lleva un tiempo largo jugando para este equipo, pero en realidad su carrera ha sido en ascenso, con la constante de cambiar de equipo hasta llegar al lugar que él deseaba para mantenerse en lo más alto no sólo a nivel deportivo, sino también económico. Esto es así, porque la mejor definición de un cambio de trabajo normalmente se da porque recibes un incremento salarial o porque el reto es más relevante para tus intereses de carrera.
En el caso de Salah, él comenzó su carrera en Egipto, su país de origen, jugando para el equipo El-Mokawloon El-Arab en 2010, en el que duró sólo un par de años. Sin embargo, rápidamente se dio cuenta que si quería crecer en el futbol global necesitaba migrar hacia un equipo de Europa.
Para el año 2012, el FC Basel, uno de los equipos más importantes de la liga de Suiza se hizo con sus servicios. Este cambio le daba la oportunidad de poder capitalizar un ascenso en su carrera, ya que a pesar de que este equipo era modesto y no tan relevante en el continente, con dicha camiseta podría jugar el torneo más importante de mundo a nivel clubes que es la Champions League.
En su primer año, Salah fue fundamental para que su equipo ganara la Liga de Suiza y fue nombrado el mejor futbolista del año en África. Durante su segundo año logró jugar la famosa Champions League, enfrentándose al poderoso Chelsea de José Mourinho y dejando un gran sabor de boca a pesar de no haber superado la fase de grupos.
Después de dos años en Suiza, decidió aceptar la oferta del todopoderoso Chelsea, equipo de la Liga de Inglaterra que conectaba con sus aspiraciones de jugar en una de las mejores ligas del mundo y de realmente ser competitivo en la Champions League. A su llegada al equipo, Salah jugó solo 800 minutos, perdiendo por completo el rol protagonista que había tenido durante los últimos años y quedando en tercer lugar en el campeonato doméstico.
Dar un paso atrás en la carrera
Para el primer año en el Chelsea, el egipcio no logró consolidarse y se dio cuenta que a pesar de pertenecer a una gran institución, no iba a tener el protagonismo que deseaba, porque le faltaba más preparación y mejorar su nivel futbolístico, ya que su entrenador lo tenía considerado como una de las últimas opciones para poder jugar. Por tal motivo, después de sólo un año en el equipo, decide ir a jugar a Italia a la Florentina, un equipo de mediana exigencia en esta liga, que además es mucho menos competitiva.
Durante su primer temporada en Italia, Salah demostró que con confianza y con regularidad, su potencial podría capitalizarse en buenos resultados para su equipo, ya que a diferencia de su estadía en Londres, en su primer juego hizo un gol, lo que superó su aportación en el Chelsea en su última temporada. Así, se volvió un jugador clave para el equipo y terminó siendo protagonista en todos los torneos que participaba y llegaron a semifinales de la Coppa de Italia, a semifinales en la Europa League y a quedar en los puestos altos por un lugar en las competencias europeas en la Liga de Italia.
Por tal motivo, para el siguiente año llegó a jugar a la Roma, un equipo de mayor relevancia en la liga italiana, que sí jugaba regularmente la Champions League y que con sólo seis meses de adaptación en la Florentina, le permitía seguir creciendo en su potencial como jugador top y elite mundial. Rápidamente, desde su llegaba al equipo se convirtió en un jugador clave y durante los dos siguientes años fue el jugador insignia y demostró que haber cambiado de equipo había dado frutos.
En esa etapa logró la hazaña de eliminar de la Champions League al Barcelona de Messi, con una remontada en donde él jugó un papel fundamental. Además, se convirtió en el máximo goleador del equipo durante su última temporada, dejando a su equipo en el tercer lugar del campeonato local.
Mejor preparado para el regreso
Para este punto, Salah se dio cuenta que estaba preparado para dar un paso más en su carrera, ya que había superado de lejos el nivel de Italia y quería regresar a Inglaterra, donde no había logrado brillar. De esta manera, decidió aceptar una oferta del Liverpool, equipo que estaba en reconstrucción para poder volver a pelear por grandes títulos.
Desde su llegada al Liverpool, Salah ganó todos los títulos en los que el equipo ha competido. Se convirtió en uno de sus máximos goleadores y una de las leyendas del club, ya que rompió la sequía de más de 20 años de no ganar la liga Premier.
En la actualidad, Salah lleva siete años jugando para el Liverpool, camiseta con la que ha anotado más de 200 goles y ha ganado la Champions League, Mundial de Clubes, Community Shield y Copa de la Liga, entre muchos otros torneos.
La experiencia de Mohamed Salah nos permite confirmar que una carrera no es perfecta sólo por avanzar en una ruta ascendente, sino porque haces algo que te apasiona y te desarrollas con un proyecto que abarca mediano y largo plazo. Cada carrera profesional es diferente y no sólo depende de un solo factor, sino de muchos.
Partiendo de la trayectoria del futbolista egipcio, éstas son algunas lecciones para los cambios en la carrera:
- Ponte metas altas: Desde un principio de su carrera, Salah buscó llegar a un nivel que parecía casi imposible en su carrera al ser un futbolista de Egipto para llegar a un escenario global, pero Mohamed trabajó duro y se planteó grandes objetivos para lograrlo.
- Reconoce la derrota y supérala: A pesar de haber llegado al Chelsea, y de que parecía que finalmente había logrado el éxito mundial, dado que llegó a uno de los equipos más importantes del mundo, Salah se dio cuenta que no iba a tener oportunidad de jugar en el equipo y prefirió cambiar de nivel para poder a llegar a jugar de nuevo en un equipo top mundial.
- Mejora cada día: A pesar del talento natural y que con el paso del tiempo desarrolló un nivel muy relevante, lo cual demostró en su etapa en Italia, nunca se conformó con lo que había logrado y se esforzó por forjar nuevas habilidades, como empezar a anotar goles. Hoy en día, Salah se ha convertido en uno de los máximos goleadores del Liverpool FC, que es uno de los equipos más importantes del Reino Unido, y además ha llevado su nombre a un nivel por encima de lo que el propio Salah podría llegar a pensar.
- No pierdas la humildad: Salah ha mantenido un estilo de vida acorde a sus origines, ya que durante las diferentes etapas de su carrera ha logrado estabilizarse como una persona normal, con su núcleo familiar muy claro, siempre siendo humilde y ayudando a la gente de su país y de su equipo.
- Toma riesgos: Por último, en tu carrera puedes tomar decisiones que parezcan complicadas, pero con enfoque hacia el resultado en el futuro. Cuando parezca que estás dando un paso para atrás, puedes ver a trasfondo que la decisión puede ser positiva si aprendes algo nuevo o si desarrollas una nueva habilidad, así como lo ha venido haciendo Mohamed Salah.
La carrera profesional perfecta no existe, ya que como hemos visto con el caso de Mohamed Salah, depende de muchas situaciones, pero ésta sí puede ser exitosa siempre y cuando consideres los puntos de reflexión de la estrategia de desarrollo que ha seguido el egipcio.
Considera que trabajar en tu pasión hará que sea más sencillo ser exitoso, pero también ten en mente que no existe un camino sencillo. El trabajo duro y la disciplina han hecho que la fórmula del éxito, que parece no existir, pueda acercarte de forma intencional hacia tus resultados esperados.