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“Otra vez lunes”: ¿Por qué nos estresa tanto el inicio de la semana laboral?
Si los lunes te generan estrés, una sensación de tristeza o ansiedad, no lo tomes a la ligera, pues esas sensaciones, son mucho más que identificarte con el meme de moda, es un problema de salud mental.
¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza cuando piensas en los lunes? Si tu respuesta no fue positiva, eres parte de las personas que no sólo odian el inicio de semana, sino que es un día que les genera estrés o ansiedad. Pero, ¿cuál es la razón para este sentimiento?
En Europa, el 81% de las personas considera que el lunes es el día más triste de la semana. En México no existe un estudio así, lo más cercano a eso es el ausentismo, indica Erika Villavicencio-Ayub, Consultora en DserOrganizacional e Investigadora en la UNAM en temas de Salud Mental y Gestión Estratégica de Recursos Humanos.
De acuerdo con Human Quality, el ausentismo laboral en nuestro país es más frecuente los lunes, miércoles y sábados, al menos la mitad de las faltas ocurren en esos periodos.
Erika Villavicencio-Ayub explica que esta carga mental que se impone al lunes es una representación conductual de regresar a una rutina después de un día de descanso.
“Y esa rutina nos genera estrés porque volvemos a una situación de descontento, de carga mental, a veces de un ambiente hostil o tóxico, a realizar actividades que no son del todo placenteras, pero que se vuelve una obligación”, refiere la consultora.
Pero aún hay más. Es también una primera llamada de atención, porque si se padece el llamado síndrome de los lunes, quiere decir que existe una insatisfacción laboral, explica la especialista.
“Ejemplos básicos de esto son el famoso ‘mañana veo otra vez a mi jefe’, ‘tengo una serie de pendientes que no sé cómo voy a terminar’, ‘los clientes van a estar descontentos y voy a tener que lidiar con ellos’, ‘veré si llego a tiempo esta vez para que no me descuenten’, y una gran lista de elementos que componen esa rutina que nos cuesta trabajo retomar”, comparte.
Para Jorge Mérida, psiquiatra y fundador de ADNWellbeing, es importante determinar las situaciones en el trabajo que detonan todos estos sentimientos.
"¿Qué cosas podrían hacerte sentir insatisfecho en el trabajo? Pueden ser temas relacionados con la recompensa que recibes por lo que haces, tu remuneración; si sufres violencia laboral; no tienes el suficiente reconocimiento o el que esperas; tal vez no hay oportunidades de desarrollo, y también tu relación con tus compañeros en el trabajo”, expone
Mucho trabajo, poco reposo
Además de los malestares que tienen que ver con el trabajo directamente, es una realidad que los mexicanos tienen poco descanso. En México, las personas destinan en promedio 2,226 horas al año al trabajo, el nivel más alto países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
En este contexto, la propuesta para reducir la jornada laboral a 40 horas, con dos días de descanso, tiene sentido para que la fuerza laboral tenga más tiempo para recuperarse y retomar sus actividades con otra óptica, no con un estrés ante la llegada del lunes.
El descanso acaba muy pronto. De hecho, para muchos el día de descanso se usa para atender una serie de obligaciones adicionales que no permiten reponerse por completo de una semana de trabajo, y así estar listo para enfrentar una nueva jornada, dice Erika Villavicencio-Ayub.
Además, se torna más complicado si consideramos que nuestro sistema se pone en reposo desde el viernes por la tarde, comenta Erika Villavicencio-Ayub. Entonces, el día del retorno a esa rutina, tiene una carga negativa.
¿Qué podemos hacer?
La consultora de DserOrganizacional asegura que todos tienen algún tipo de estrés ya sea económico, laboral o postraumático, pero se deben buscar las herramientas para canalizarlo. Es importante identificar el estrés en etapas primarias para poder mitigarlo.
“En las primeras etapas el estrés se puede mitigar, porque cuando se acumula viene uno crónico y eso ya trae alteraciones graves como infartos y otras tantas que están documentadas”, explica la doctora en psicología.
Cuando una persona comienza a sentir angustia porque termina el domingo, es momento de generar actividades para mitigarlo, para ello hay que detectar qué le funciona a la persona: la meditación, escuchar música relajante, tomar una infusión o una lectura, hacer ejercicio.
“Internamente las hormonas de estrés se quedan alojadas en una tubería y una manera de sacarlas son estas actividades que generan placer, que es su contraparte. Como en las matemáticas lo negativo lo neutralizamos con lo positivo”, dice Erika Villavicencio-Ayub.
Cuando se tienen muchas tareas que generan estrés y hay un deseo de que el lunes no llegue, la gestión de proyectos es una herramienta eficiente también, pues permite organizar los pendientes y evitar la procrastinación, a su vez, esto contribuye a no acumular trabajo sin realizar y disminuir los sentimientos de angustia.
“Toda esa preocupación por la avalancha de pendientes, la sensación de angustia hace que seamos lentos el lunes y menos productivos, porque no logramos arrancar”, explica la especialista.
Las llamadas pausas activas facilitan que las personas tengan más momentos de atención, “cuando estás más estresado, abrumado, sin saber por dónde comenzar, y generas un espacio para meditar, por ejemplo, te puede aclarar la mente”, puntualiza.
Para Erika Villavicencio-Ayub, es importante ser conscientes del impacto de la salud mental, y cómo está relacionada con la productividad. Si las organizaciones se familiarizan con esos procesos, seguramente van a tener mejores resultados a un costo menos dañino para su fuerza de trabajo.
Jorge Mérida destaca la relevancia de determinar si el deseo por no llegar al lunes si es por una situación ocasional, como un mal fin de semana sin el descanso adecuado, o es un sentimiento que se experimenta con frecuencia, y a partir de esto, tomar medidas para solucionarlo.