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Capital Humano

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Personas con VIH sufren discriminación en el trabajo

La mayoría de las personas que viven con VIH o con Sida han sido discriminadas en el trabajo y en las instituciones de salud. De 2012 a junio de 2018, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) analizó 301 casos, de los cuales 41 por ciento habían ocurrido en el ámbito laboral.
 

Este 1 de diciembre se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, y es un buen momento para informar a los encargados de gestionar el talento en las empresas sobre los mitos de esta enfermedad y evitar actos de discriminación, afirma Maricarmen Méndez, directora de Recursos Humanos de la farmacéutica MSD.

El 36 por ciento de los mexicanos cree que convivir con personas con VIH o Sida “siempre es un riesgo”. Ese mismo porcentaje se negaría rentar una habitación de su hogar a alguien con ese padecimiento, según la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017.

De acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida (Censida), desde 1983 hasta marzo de 2018, se han notificado 196,227 casos en el país. Ocho de cada diez pacientes son hombres.

VIH/Sida, la misma enfermedad en momentos distintos

El VIH es un virus que se identificó en 1981 como el causante de lo que ahora conocemos como el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), explica en entrevista para Factor Capital Humano, Javier Báez-Villaseñor Moreno, especialista en el tema y quien ha desempeñado varios cargos en Censida. 

El VIH/Sida “es la misma enfermedad, pero en momentos diferentes”. Es decir, primero, la persona se infecta y durante mucho tiempo no tiene síntomas, aunque la enfermedad está progresando. Luego, cuando el sistema inmune se ha deteriorado, después de años de la infección, es cuando ya se denomina Sida.

Solo hay tres vías de contagio: vía sexual, sanguínea y perinatal. Esta última puede ser en el embarazo, el parto o la lactancia. Desde 1984, 95 por ciento de las infecciones han sido transmitidas sexualmente; 1 por ciento, vía perinatal; también 1 por ciento con el uso de drogas inyectables, en ningún caso por transmisión sanguínea y en 2 por ciento se desconoce la vía, de acuerdo con Censida.

Para evitar la infección por la primera causa,  Báez-Villaseñor subraya que se debe usar condón, no tener varias parejas sexuales o la abstinencia. Recomienda que, en caso de transfusión sanguínea, asegurarse de que cuente con la certificación de Sangre Segura y no utilizar la jeringa que alguien más utilizó. Las mamás con este padecimiento deben dar a luz por cesárea y llevar un tratamiento preventivo. 

“A mí no me pasará”

“No hay grupos de riesgo, hay prácticas de riesgo”, apunta el Director Médico Asociado de MSD. “El Sida se contrae por lo que las personas hacen, no por lo que las personas son”, agrega citando a Jaime Sepúlveda Amor, exsubsecretario de Salud. 

Un estudio de la revista Salud Pública de México reveló que una cuarta parte de los proveedores de salud cree que la causa del VIH es la homosexualidad. Sin bien los hombres y las mujeres trans que ejercen trabajo sexual y los hombres que tienen sexo con hombres son la población más afectada, pensar que solo a ellos les ocurre “es sumamente dañino”.

Por un lado, porque eso contribuye a la discriminación, señala el especialista. Por otro, porque pensar que si no se está dentro de esos grupos no se corren riesgos puede provocar que no se tomen las precauciones debidas. 

El papel de RH es fomentar la cultura de prevención

Maricarmen Méndez rechaza totalmente que las empresas soliciten una prueba de VIH en los procesos de selección. También que los candidatos tengan la obligación de reportar su condición médica a la compañía. “El proceso de selección es para buscar ciertas habilidades, experiencia, no para discriminar por su estado de salud”.

En MSD los candidatos a una vacante deben llenar un cuestionario en el que se les pregunta sobre si creen necesario reportar algo de su condición física. Si responden que sí son remitidos con la médico de la organización, quien guardará la confidencialidad de lo que el paciente le refiera. “Nosotros en RH no nos enteramos a detalle de lo que tenga”, afirma Méndez.

El papel de RH no es  fiscalizar el estado de salud del personal, pero sí el de promover una cultura de prevención de cualquier enfermedad. 

Javier Báez-Villaseñor recalca que no hay nada en las personas que viven con VIH que represente riesgo para sus compañeros de trabajo. al contrario, “en el entorno laboral hay un mayor riesgo de que nosotros los contagiemos de alguna enfermedad a ellos”. Lo cual es peligroso para una persona cero positivo o con Sida, dado que su sistema inmune es más débil.

Un caso de discriminación

Pese a lo que señalan Báez-Villaseñor y Maricarmen Méndez, en México muchas personas continúan teniendo prejuicios sobre los pacientes de VIH. Por ejemplo, de las 123 personas que se quejaron en el Conapred por discriminación laboral, a 78 les fue vulnerado el derecho a un trabajo digno, y a 44 les negaron el empleo. Estos casos ocurrieron tanto en empresas privadas como en instituciones gubernamentales.

Por ejemplo, uno de los expedientes que analizó el Conapred concierne un trabajador despedido de la Secretaría de Marina luego de que se le detectó VIH. La persona se encargaba de dar mantenimiento a aeronaves y la dependencia resolvió separarla de sus labores “para evitar complicaciones de salud”. 

El Conapred resolvió que el empleado había sido discriminado y le pidió a la Semar recontratarlo, darle el tratamiento adecuado y capacitar a su personal para no seguir excluyendo a otras personas.

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