Personas trans en el mundo del trabajo, crónica de un despido y violencia laboral

En el estudio de perforaciones, la buena onda, el ambiente laboral chido, se cortó de tajo cuando Félix le pidió al equipo respetar sus pronombres. Porque él es un hombre. Y desde el aula de clases, Samuel Luna recuerda cuando tuvo que defenderse para que sus colegas se refirieran a él en masculino, sus estudiantes lo entendieron pronto.

“Comencé mi transición hace menos de un año, dos años después de entrar a trabajar aquí. En este tiempo he pasado por malgenerización, personas que se alejaron de mí y sé que he sido objeto de burlas y comentarios de odio a mis espaldas”, dice Samuel Luna, hombre trans y profesor de matemáticas en una preparatoria privada.

“La mayoría de quienes todavía me llegan a hablar en femenino se corrigen de inmediato, noto que de verdad se están esforzando. Pero también veo que colegas me evitan para no tener que decirme ‘Samuel’o ‘buenos días, profesor’”.

El 31 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Visibilidad Trans, y es una fecha emblemática para reflexionar en torno la discriminación que padecen las personas de esta población en el contexto laboral.

El caso de Félix escaló de peor manera hasta ser despedido del estudio donde hacía perforaciones. Su exjefe lo echó a empujones y sin pagarle ni el salario de la semana, ni su liquidación.

Luego de unas semanas, después de ver la calidad del trabajo de Félix, su exjefe subió a las redes sociales del negocio fotos de las perforaciones hechas por el joven. Pero lo mencionaban como “la perforadora”, a pesar de que él ya les había dicho que es un hombre trans.

“Entonces, pedí amablemente en un audio en el grupo de WhatsApp en el que estábamos todas las personas que ahí trabajábamos que por favor no me dijeran ella, o la perforadora. Soy Félix”.

No se podría decir que hubo un silencio sepulcral, porque una persona sí respondió, el jefe y dueño del estudio. “Escribió que lo sentía, pero que no me veía como hombre. Que ponerme ‘Félix’ no cambiaba nada, porque es sólo un nombre y eso no me hacía masculino”.

Afectaciones laborales contra personas trans

De acuerdo con la Encuesta Nacional de sobre Diversidad Sexual y de Género (Endiseg), más de 908,000 personas señalaron ser transgénero. De ellas, más de 520,000 son hombres trans y más de 388,000 mujeres trans.

De la población LGBTTIQ+, las personas trans son unas de las más atacadas. Tan sólo en lo que va de este 2024, al menos cinco mujeres trans han sido asesinadas debido a su identidad de género. Son los casos que se han mediatizado.

El 20 de marzo pasado, la antropóloga feminista Marcela Lagarde, quien logró que en México se tipificara el feminicidio, fue interrumpida en una conferencia que dictaba en la Universidad Complutense de Madrid.

Un colectivo de personas trans y no binarias le reclamaron que su postura antiderechos de la población trans habilita los mensajes de odio y, con ello, los ataques que cobran la vida de muchas.

Las afectaciones también se extienden al ámbito laboral. Tener una identidad u orientación no normativa “aumenta la probabilidad de la negativa a un empleo y de sufrir algún tipo de violencia en los centros de trabajo”, según el Informe Mensual sobre el Comportamiento de la Economía, de junio de 2023, elaborado por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).

Quienes pertenecen a la población LGBT+ tienen entre 5 y 19% más probabilidad de que les nieguen un empleo. Las mujeres trans son las más afectadas, “con una probabilidad de 18.8%”, señala el reporte.

¿Qué eres? Soy una persona

“Al día siguiente todo el mundo hizo su mejor esfuerzo por decirme él o por hablarme con pronombre neutro. El único que seguía diciéndome ‘ella’ fue esa persona”, su exjefe. “Incluso quería que lo saludara de beso”.

Por la noche, al terminar la jornada laboral cuando Félix estaba a punto irse, aquel hombre obstruyó su camino a la salida. “¿Es que, qué eres? ¿Por qué quieres que te diga Félix si te llamas?” y pronunció el deadname del chico. “Porque, legalmente yo te contraté con el otro nombre”. Mentira, Félix nunca tuvo contrato.

El día dos después del audio de WhatsApp, Félix lo hacía todo mal, a decir del jefe. Días antes, el hombre había despedido a otra persona del equipo. “Fue al estudio a recoger material suyo que había dejado en el estudio y, pues yo lo saludé, le pregunté cómo le iba. En ese momento sentí un fuerte empujón”.

El dueño del negocio comenzó a sacar a Félix, acusándolo de deslealtad por hablar con el trabajador que había sido despedido “de manera injustificada”. El joven perforador alcanzó a sacar apenas parte de su material para trabajar y se fue.

Félix comenzó a asesorarse, pero la propia precariedad económica en la que se encuentra lo desanima a iniciar una queja o denuncia. Planeaba quedarse un tiempo en ese estudio para acumular experiencia y mejorar su portafolio, además de tener dinero para la renta.

Su estancia en el departamento que comparte con otras dos personas está en vilo y probablemente, dice, tendrá que irse a un refugio si no consigue trabajo pronto.

Los que debe hacer un líder

“Lo que pudo haber hecho el director es hablar con el resto de la plantilla de profesores y profesoras, llevarles capacitación, tal como se lo pedí, y comenzar él mismo a llamarme Samuel”.

Desde hace unos meses, el profesor de matemáticas comenzó con una terapia hormonal de afirmación de género (THAG). “Algunos cambios ya son notorios, por ejemplo, escucho un ligero engrosamiento de mi voz y se pondrá mejor”, dice contento.

Pero los cambios que vive una persona generalmente descolocan a quienes la rodean, por eso hay una resistencia al cambio ajeno.

“Algunes profes digamos que antes me toleraban, cuando solamente notaban que me vestía como marimacho. Pero el hecho de que mi nombre sea otro, tengan que decirme él y observen modificaciones en mi cuerpo, eso ya no les gusta”.

Sus estudiantes han sido las personas más comprensivas con él, cuenta. “Así que de eso me voy a agarrar ahorita, voy a concentrarme en las cosas bonitas, porque en el mundo hay cosas muy feas para las personas trans”.