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Primero de Mayo: Un hito en la lucha por los derechos laborales
En México y otros países de América Latina, el 1 de mayo adquiere un significado profundo, pues refleja las luchas históricas de los trabajadores en contra de la explotación y la injusticia. A lo largo de los años, estas naciones han alcanzado logros significativos en materia laboral, impulsando el avance hacia una sociedad más justa y equitativa.
Escribo estas notas el día primero de mayo, conocido como el “Día Internacional del Trabajo”, representa una conmemoración histórica de la lucha de los trabajadores por condiciones laborales justas y equitativas en todo el mundo. Su origen se remonta a los eventos de mayo de 1886 en Chicago, cuando miles de trabajadores alzaron sus voces exigiendo una jornada laboral de ocho horas. Este movimiento, aunque marcado por la represión y la violencia, sentó las bases para la celebración de este día emblemático.
En México y otros países de América Latina, el Primero de Mayo adquiere un significado aún más profundo, pues refleja las luchas históricas de los trabajadores en contra de la explotación y la injusticia. A lo largo de los años, estas naciones han alcanzado logros significativos en materia laboral, impulsando el avance hacia una sociedad más justa y equitativa. Entre estos logros destacan:
- Reformas laborales: En México, la aprobación de reformas como la Ley Federal del Trabajo en 2012 y la Reforma Laboral en 2019 han fortalecido los derechos sindicales, promoviendo la negociación colectiva, la regularización del trabajo informal y tercerizado y la igualdad de género en el ámbito laboral. Si bien hay mucho que criticar al gobierno de turno, creo que la adopción de Tratados de la OIT ya estaba en mora y que las modificaciones al marco laboral, aunque imperfectas, ponen al país en una situación menor de rezago de la que vivía.
- Protección del salario y derechos sociales: Más allá del salario mínimo y su crecimiento, es importante destacar las iniciativas de la empresa privada en torno al “salario decente”, lo cual implica pagar salarios por encima del mínimo y que se acerquen más a la realidad de la canasta básica, siempre ascendente.
- Inclusión laboral: Se han promovido programas de capacitación y formación profesional para mejorar la empleabilidad y la calidad de vida de la fuerza laboral, especialmente para mujeres y aquéllos en situación de vulnerabilidad. Como lo hemos comentado en este espacio, respecto de las mujeres, la población con discapacidad, las clases sociales y la población LGBTQ+ hay iniciativas valiosas pero que aún se encuentran muy lejos de lo esperado, por no mencionar lo necesario.
- Combate a la informalidad: Se han implementado medidas para reducir la informalidad laboral y garantizar la protección social de todos los trabajadores, incluyendo aquellos en sectores informales.
- Fortalecimiento de la inspección laboral: Se ha trabajado en fortalecer los mecanismos de inspección laboral para garantizar el cumplimiento de los derechos laborales. Sobre este particular es preciso que se trabaje en que estas inspecciones sean universales y que haya racionalidad en las medidas adoptadas como consecuencia de estas, un camino que falta aún por recorrer.
A pesar de estos avances, aún existen desafíos pendientes en el camino hacia una sociedad más justa y equitativa. Comparativamente, los logros laborales de México se pueden contrastar con los de la Unión Europea, donde se han alcanzado estándares laborales más elevados en términos de protección del empleo, seguridad social y derechos sindicales.
Para mejorar la situación actual, es crucial que las políticas públicas y los empresarios trabajen de la mano para:
- Promover el diálogo social: Fomentar un diálogo constructivo entre los sectores laboral, empresarial y gubernamental para abordar los desafíos laborales de manera integral.
- Incentivar la formalización laboral: Implementar políticas que incentiven la formalización laboral, brindando beneficios y seguridad social a los trabajadores.
- Garantizar condiciones laborales dignas: Establecer mecanismos efectivos de verificación y seguimiento para garantizar el cumplimiento de las normativas laborales y asegurar condiciones dignas de trabajo.
- Promover la educación y capacitación: Invertir en programas de educación y capacitación para mejorar las habilidades y la empleabilidad de la fuerza laboral.
- Fomentar la responsabilidad social empresarial: Incentivar a las empresas a adoptar prácticas responsables, respetando los derechos laborales, el medio ambiente y contribuyendo al desarrollo sostenible.
Cada Primero de Mayo representa un recordatorio de la lucha histórica por los derechos laborales, en el mundo. Sin embargo, la conmemoración se queda corta y vacía si no se toman medidas evolutivas para avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa, es necesario continuar impulsando políticas y acciones que promuevan el bienestar de los trabajadores y aseguren un futuro laboral digno para todos.