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Capital Humano

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¿Rechazarías un ascenso por salud mental? El 36% de los mexicanos lo haría

El bienestar integral es en la actualidad uno de los elementos que más influye en la satisfacción laboral, por encima incluso del interés por el éxito profesional. De esta manera, las personas valoran cada vez más su salud mental y no están dispuestas a sacrificarla ni siquiera por un ascenso.

Foto: Especial

Foto: EspecialShutterstock

Los ascensos laborales por sí solos ya no son atractivos, al menos para una proporción de trabajadores que prioriza su bienestar aunque esto implique rechazar una promoción en su empresa. De acuerdo con el estudio La revolución invisible de PageGroup, el 36% de los empleados en México no aceptaría un puesto de trabajo de mayor jerarquía si considera que esto afectará su salud física y mental.

“Hoy tenemos un colaborador completamente diferente al que estábamos acostumbrados hace años. Esas personas estables, candidatos que se quedaban todo el tiempo en la compañía ya están extintos. Con la pandemia, el enfoque en el bienestar y el equilibrio trabajo-familia se catapultó, y las personas se dieron cuenta que hay cosas más importantes que sólo pensar en el trabajo”, opina Arleth Leal, CEO de Tutorel y especialista en Recursos Humanos.

Según la investigación de la firma de reclutamiento, al menos seis de cada 10 trabajadores en nuestro país priorizan su salud mental y balance vida-trabajo por encima del éxito profesional, lo que refleja que los ascensos ya no son un atractivo de retención y atracción de talento por sí solos.

“Estamos pasando a un contexto en el que las personas hacen elecciones más conscientes”, señala Nefris Ventura, CEO de la consultora Más Humanos. Para la especialista, el bienestar ya no es un negociable para el talento y las personas están más sensibles a este tema y lo que implica una posición de liderazgo en cuanto al desgaste mental y físico.

Diversas encuestas han mostrado el desgaste emocional que también han tenido las personas en los puestos de liderazgo en los últimos años. El informe Renunciar, resignarse o regresar del Workforce Institute de UKG, advierte que cuatro de cada 10 jefes a nivel global consideran renunciar, las razones no son distintas a la del resto de los empleados, la frustración sus superiores y el agotamiento se encuentran también entre los cinco principales motivos para cambiar de empresa.

El hecho de que 36% de las personas esté dispuesta a rechazar un ascenso para priorizar su bienestar plantea un desafío importante para las empresas, apunta Arleth Leal. “El colaborador dice ‘sí, quiero crecer’, pero cuestiona lo que implica esa promoción ¿Cuáles serán las responsabilidades? ¿Cómo me afectará en el bienestar? Ya no es como antes que te promovían y las personas aceptaban la promoción sólo por tener un mejor puesto”.

En este sentido, Nefris Ventura subraya que las promociones están perdiendo valor como estrategia de retención de talento y esto se debe al peso que tiene el bienestar. “La remuneración también ya empieza a ser cuestionada ¿A costa de qué? ¿Cuántas horas? ¿Voy a llevar dos funciones a la vez? El cartucho de plan de desarrollo ya se quemó porque nos dimos cuenta que es casarte con una empresa sin importar el bienestar”.

De acuerdo con la investigación de PageGroup, el equilibrio vida-trabajo es lo que más influye en la satisfacción laboral. Incluso más que el sueldo, capacitaciones y desarrollo, comidas gratis, membresías de gimnasio o cualquier otro beneficio.

Los trabajadores ya están poniendo las reglas y por eso hablamos de una revolución, porque antes todos los empleados estaban a la espera de lo que podía ofrecer una empresa, pero hoy parece que eso es al revés ¿Qué me ofreces para saber si me conviene? Es un fenómeno interesante”, dice Arleth Leal.

Desde la perspectiva de Nefris Ventura, el mensaje es muy claro: “Los trabajadores quieren claridad en el compromiso de la organización con ellos y lo que deben poner al margen del desarrollo de un trabajo, porque hay una vida que se quiere tener después del trabajo”. Esto implica que las áreas de Recursos Humanos evalúen mejor el desempeño de las personas y pongan atención en los perfiles de líderes que se necesitan.

A nivel global, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que cada año mueren cerca de 750,000 personas mueren cada año a causa de las sobrecargas laborales.

Razones para no aceptar un ascenso

Las promociones laborales se relacionan con una mejora en la trayectoria profesional, pero éstas pueden ser viables dependiendo el contexto. En este caso, Infojobs sugiere analizar bien la propuesta para evitar arrepentirse después, ante este contexto, recomienda no aceptar la oferta cuando la persona se encuentra en alguna de las siguientes situaciones:

  • No estar a gusto con el nuevo equipo de trabajo
  • Un mejor puesto con más responsabilidades, pero sin una mejora salarial
  • No estar preparado con las habilidades que se requieren
  • No querer el puesto

“Que un ascenso sea un logro no quiere decir que también sea una oportunidad de crecimiento, pues ello depende de la oferta que recibas y de tu situación personal y laboral”, señala la firma en su blog.

Periodista especializado en políticas laborales, indicadores de empleo, futuro del trabajo, desarrollo de carrera, recursos humanos y salud laboral. Actualmente es editor de Capital Humano.

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