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Capital Humano

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Revisiones salariales reportan el peor avance en 25 años por el impacto de la inflación

A pesar de que en noviembre tuvieron un saldo positivo y que se han visto incrementos nominales altos en los últimos meses, el acumulado de las revisiones salariales en la jurisdicción federal registra un decremento en términos reales en 2022, con niveles no vistos desde 1996.

En lo que va del año, las revisiones salariales acumulan un incremento real de -1.92% en la jurisdicción federal, esta representa la cifra más baja desde 1996, de acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). El saldo es negativo a pesar de que noviembre los ajustes salariales del personal sindicalizado tuvieron un crecimiento real de 0.41 por ciento.

A lo largo de este año se han observado incrementos nominales por arriba del 8% en las negociaciones federales, niveles no vistos desde 2001. Sin embargo, el avance de los precios al consumidor ha estado por encima de los ajustes logrados en las remuneraciones, lo que ha llevado los resultados reales al terreno negativo.

Para Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, el acumulado negativo de las negociaciones salariales se vincula con dos factores: inflación y una lenta recuperación del mercado laboral. 

“Entre más alta la inflación y constante, es peor el salario real. Por otro lado, hay una lenta recuperación del mercado laboral y este dato es importante, porque podemos ver las cifras de la ENOE o del IMSS y pensar que todo va bien y que ya recuperamos las cifras precovid, pero seguimos viendo un alto nivel de informalidad, de subocupación y todo esto se ve reflejado en los salarios que se perciben”, explica la especialista.

A diferencia de lo observado en la crisis financiera global de 2009, este año las negociaciones salariales han tenido menos meses con decrementos en términos reales, pero las pérdidas han sido más profundas. En agosto y octubre, por ejemplo, los salarios tuvieron un deterioro mayor al 3%, niveles no vistos desde 1997.

“Cuando se piensa que los salarios pueden competir con la inflación, siempre pasa lo contrario. Las revisiones promedio del año han sido del 6%, pero la revisión de noviembre fue de 8.8% y si graficamos el histórico de los niveles nominales, los que hemos visto este año son muy por arriba de lo que tradicionalmente se dan en el país. Sí han sido mayores las revisiones de este año, el problema es que la inflación está peor que el año pasado”, apunta Carlos Ramírez, director de Desarrollo de Negocios de Integralia Consultores.

Aunque el comportamiento de las negociaciones salariales se relaciona directamente con la inflación, Gabriela Siller también opina que se debe también a la creación de puestos de trabajo de mala calidad.

Los especialistas coinciden en que los decrementos de los ajustes salariales representan una pérdida en el poder adquisitivo de la fuerza laboral, lo que podría mermar la capacidad de consumo, especialmente para el siguiente año.

Luz del Carmen Díaz, directora de la Licenciatura de Finanzas de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey, asegura que la pérdida de poder adquisitivo también puede repercutir en niveles de pobreza y desigualdad. “Lo ideal en una economía es que haya salarios dignos que compensen el efecto inflacionario”.

¿Cómo pinta el escenario salarial para 2023?      

De acuerdo con el Estudio de Remuneración de PageGroup, el 66% de los empleadores planea hacer ajustes salariales en 2023, pero de este universo, al menos seis de cada 10 otorgaría aumentos inferiores al 6 por ciento. “Puede que los incrementos salariales no alcancen a cubrir el índice de inflación”, advierte la firma.

Para Carlos Ramírez, no es sostenible que las empresas mantengan incrementos salariales tan altos para competir con la inflación, pues esto podría generar mayores presiones en el alza de precios al consumidor. “Ha sido un año de mucha presión salarial y si estos niveles se mantuvieran en los próximos meses, sí sería motivo de preocupación, porque inevitablemente esto conduciría a mayores presiones inflacionarias”.

Desde la óptica de Gabriela Siller, es probable que si la inflación mantiene una tendencia a la baja y los ajustes en sueldos mantienen un nivel similar a los últimos meses, en el primer trimestre del año se observe una mejoría de los incrementos salariales en términos reales. “Lo que anticipo es que después de eso podríamos ver un estancamiento”.

Según la Encuesta de Remuneración Total de Mercer, el impacto que ha tenido el aumento de los precios al consumidor en los sueldos de los trabajadores ha llevado a algunas empresas a proyectar incrementos de hasta 8% para el 2023, en un intento de evitar más pérdida de poder adquisitivo y mantener una compensación competitiva.

El entorno económico global, señala Luz del Carmen Díaz, ha generado incertidumbre al interior de las empresas y esto también se ha reflejado en ajustes salariales por debajo de la inflación.

Sin embargo, Gabriela Siller subraya que un factor importante para la mejora salarial en el futuro es la productividad. “Además, lo de la inversión fija bruta ya se está convirtiendo en un problema estructural”. Finalmente, puntualiza, las revisiones salariales muestran la realidad del mercado laboral.

Periodista especializado en políticas laborales, indicadores de empleo, futuro del trabajo, desarrollo de carrera, recursos humanos y salud laboral. Actualmente es editor de Capital Humano y coconductor del podcast Coffee Break.

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