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Sin techo ni empleo: El impacto de Otis entre trabajadoras del hogar de Acapulco
Invisibles en la crisis, pero unidas, trabajadoras del hogar en Guerrero han lanzado una colecta para apoyar a sus compañeras afectadas por el huracán Otis en Acapulco. Con esta ayuda se busca proporcionar ayuda financiera y suministros básicos.
En la devastación que dejó el huracán Otis en Acapulco, las trabajadoras del hogar en esa ciudad costera han quedado más invisibilizadas y con más necesidades. La tempestad les dejó sin techo y sin su fuente de empleo, de por sí inestable y precaria, pues los patrones se fueron del puerto o han decidido no llamarlas a trabajar.
“La mayoría de las trabajadoras del hogar perdió sus viviendas y sus aparatos electrodomésticos, como los refrigeradores y otros que son de primera necesidad y que tanto les costó adquirir”, narra Petra Hermilo Martínez, fundadora de la Red de Mujeres Empleadas del Hogar de Guerrero.
“Están con vida y es lo importante, pero ahora no tienen trabajo para sobrevivir”. Algunas de las casas en las que laboraban están dañadas y las familias están destinando el dinero con el que cuentan a otros gastos urgentes, en los que no incluyen el salario de las trabajadoras del hogar.
En otros casos, sus empleadores se fueron o no residen en Acapulco, Se trasladan al puerto los fines de semana para descansar, por ejemplo, pero no ahora, explica la activista desde Chilpancingo, la capital de Guerrero.
Hasta el segundo trimestre de este año, había en Acapulco 20,163 personas trabajadoras del hogar, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). El 93% es mujer y el 7%, hombre.
En todo Guerrero, casi 66,000 personas se dedican al trabajo doméstico remunerado. Es decir, una tercera parte de la población de trabajadoras del hogar de la entidad realiza sus labores en Acapulco.
Están incomunicadas, sin casa ni trabajo, sin manera de darle de comer a su familia, dice Petra Hermilo. Por ello, desde la Red, creada hace 22 años, las trabajadoras del hogar en otras localidades de la entidad han comenzado una colecta para ayudar a sus compañeras en Acapulco.
Las personas interesadas en aportar económicamente para esta causa lo pueden hacer al número de tarjeta 4027 6658 2616 3165 de Banco Azteca. Con el dinero recaudado se llevarán víveres, se atenderán emergencias de salud y se solventarán parcialmente los ingresos que dejaron de percibir.
Trabajadoras del hogar en lucha
El 25 de octubre por la noche, el huracán Otis entró a Acapulco con la fuerza de la que no había registro histórico en los años recientes en la costa del Pacífico de México. Rápidamente escaló las categorías Saffir-Simpson hasta llegar a la máxima: 5.
En los lujosos yates resguardados por trabajadores mal pagados fue donde primero se comenzó a sentir el poder de los vientos y la lluvia. Los grandes hoteles se mantuvieron en pie, con pérdidas materiales considerables.
Pero las casas de la personas que no han sido nunca beneficiadas por la derrama económica de la costera fueron como de papel ante un fenómeno como éste. El 52% de la población de esa ciudad estaba en condición de pobreza previo al paso de Otis, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). De ese universo, 17% vivía en pobreza extrema.
Luego de los días más difíciles, las trabajadoras del hogar “están en la lucha para emplearse nuevamente, pero no están encontrando espacios”, dice Petra Hermilo. “Esperan que lo que ha anunciado el gobierno federal y ojalá que se los dé lo más pronto posible porque ellas se vieron muy afectadas en el trabajo y en sus viviendas”.
La colonia Luis Donaldo Colosio es de las más afectadas, así como Lirios y Las Cruces, y es ahí donde la Red tiene ubicadas a por lo menos ocho trabajadoras del hogar mamás de entre cuatro y cinco hijos e hijas cada una y que son las principales o las únicas que aportan dinero a su familia.
A la espera de un nuevo trabajo
“Si se enferman o se enferman sus hijos, ellas no tienen seguro social. Su situación las hace muy, muy vulnerables” ante cualquier catástrofe, detalla la activista. Ya lo vivieron en la pandemia de covid-19 y ahora, Otis.
Los últimos datos disponibles del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señalan que a finales del año pasado había 1,548 personas trabajadoras del hogar inscritas en todo el estado de Guerrero. Eso significa que apenas el 2% de la población que se dedica al trabajo doméstico en la entidad está afiliado.
“Entonces, toda la ayuda que se les pueda brindar en este momento, ellas lo agradecen como no te imaginas”, dice Petra Hermilo. La Red de Mujeres Empleadas del Hogar espera acumular recursos para comprar artículos y alimentos que se necesitan, así como aportar parte de los salarios que no están recibiendo.
El plan de reconstrucción en Guerrero impulsado por el gobierno federal arrancó con 61,313 millones de pesos y se invertirán más conforme se necesite, según aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por ahora se ha iniciado un programa de entrega de alimentos, así como un censo para reconstruir los hogares y luego entregarles electrodomésticos como refrigeradores y estufas.
Además, el plan “incluye una canasta básica semanal para 250,000 familias durante tres meses, adelanto en el pago de pensiones, programas y recursos directos agrupados en Programas para el Bienestar”, detalló el Primer Mandatario.
En caso de que los habitantes de viviendas dañadas con el paso del huracán no se encontraran en su domicilio al momento de la visita de representantes de la Secretaría del Bienestar para el levantamiento del censo, o en caso de que no se haya presentado alguien de dicha dependencia, se puede acudir a alguno de los 30 módulos instalados para este fin.
En tanto, comisiones de la Red seguirán visitando a las trabajadoras del hogar afectadas en Acapulco “para llevar lo que se junte”. En la primera visita “se juntó poco”, pues no han contado con el foco mediático, ni están en la vista de muchas organizaciones y personas activistas, “pero algunas compañeras están promoviendo más esta ayuda para nuestra siguiente salida”, detalla Petra Hermilo.