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Tercer pico de productividad, otra de las "herencias" laborales de la pandemia
Un reciente estudio de Microsoft WorkLab identificó un tercer pico de productividad entre los trabajadores remotos en las horas antes de dormir. ¿Cuáles son las causas y cómo puede aprovecharse esto en el diseño de un nuevo modelo de trabajo?
En un contexto con mayor trabajo remoto y horarios flexibles, la jornada laboral de ocho horas continuas ha comenzado a desvanecerse y en esta nueva configuración del modelo de trabajo, en buena medida impulsada por la pandemia, se observa un nuevo comportamiento: el tercer pico de productividad.
Un reciente estudio de Microsoft WorkLab evidenció que entre los trabajadores remotos se observa un tercer pico de productividad previo a la hora de dormir, un comportamiento nuevo. Tradicionalmente la fuerza laboral del conocimiento experimentaba dos momentos de mayor desempeño: antes y después de la hora de la comida.
“Teniendo a sus hijos en casa, sin descansos para comer o hacer ejercicio, vemos que una de las formas de afrontar la situación es tomar un descanso, cenar y luego pasar tiempo por la noche realmente haciendo las cosas pendientes del trabajo", expone Mary Czerwinski, gerente de Investigación, Comprensión Humana y Empatía en Microsoft Research.
Este fenómeno es nuevo y aún se desconocen las causas, pero algunos factores que pueden influir son el tiempo que destinan los trabajadores a tareas personales en casa, mismo que es compensado por las noches antes de descansar; también existe la posibilidad de que esto esté vinculado con la flexibilidad de horario y la decisión de los trabajadores de variar sus tiempos o bien la preferencia por laborar en un momento sin tantas distracciones.
“Este pico es diferente de los otros dos picos porque plantea la pregunta: '¿Se trata de flexibilidad o se trata de trabajo que invade las horas personales de alguien?”, cuestiona Shamsi Iqbal, investigadora senior sobre Productividad e Inteligencia en Microsoft Research.
El tercer pico de productividad es menos intenso que los otros dos, pero suele presentarse entre las 10 y 11 de la noche. De acuerdo con especialistas, es consecuencia de un trabajo remoto improvisado, de la falta de trabajo por objetivos y una cultura laboral basada en la disponibilidad. Sin embargo, entre la señal de alerta que puede implicar este comportamiento, es un área de oportunidad que puede aprovecharse en el diseño de un nuevo modelo de trabajo.
“Cuando todos nos fuimos a trabajar desde casa fue un desajuste laboral impresionante y fue una curva de aprendizaje en la que las personas lograron llegar nuevamente a los picos de productividad. Muchas personas lograron llegar a estos picos, pero sin un horario definido, el horario llegó a ser adaptado conforme a las actividades del día a día”, apunta Arleth Leal, fundadora y CEO de Tutorel.
En ese escenario, detalla la también especialista en temas de Recursos Humanos., se desencadenó un sentimiento en los líderes por ver a las personas conectadas todo el día y por parte de los trabajadores, justificar que están trabajando.
“Le entramos todos al juego de tener que estar mandando mensajes en la noche, mensajes después de horario para tratar de justificar que realmente estábamos en casa trabajando, como si el home office hubiese sido una prestación y no una pandemia”, agrega.
Por su parte, Alejandra Toscano, directora general de DNE Consulting, considera que este comportamiento se debe a las nuevas tareas que adquirieron las personas al estar en casa durante la emergencia sanitaria, como el cuidado de menores, combinado con el sentido de disponibilidad.
“Lo que ha sucedido también, es que la tecnología es un medio que permite enviar mensajes a las 10 u 11 de la noche, a veces hasta puedo saber si ya lo leíste. Pero ahora los colaboradores no dejan de leerlos ni de revisarlos. La tecnología se convirtió en nuestra directriz y no en nuestra aliada”, explica la consultora.
¿Cómo convertirlo en oportunidad?
El pico de productividad nocturno no es del todo negativo. Visto desde otra perspectiva, también es resultado de la flexibilidad que le permite a las personas organizar su día y trabajar en el horario que mejor les convenga. Pero tener tres momentos de alto rendimiento en el día tampoco es saludable porque es un indicador de sobrecarga de trabajo, señala Arleth Leal.
En eso coinciden los investigadores de Microsoft, el desafío es que este tercer pico de productividad no se convierta en un síntoma de agotamiento.
“El tercer pico debería ser una opción disponible para las personas que lo necesitan, pero el desafío en el futuro es ¿cómo podemos asegurarnos de que la gente no esté trabajando las 24 horas del día, los 7 días de la semana? Si la gente está trabajando en los tres picos, esa es una receta para el agotamiento temprano", explica Shamsi Iqbal.
La investigadora opina que es importante cambiar la cultura organizacional para ser más conscientes de que no toda la información es urgente y que, en ese sentido, lo que no es prioritario, puede esperar. Además, es importante comunicarles a las personas que sienten la necesidad de trabajar las 24 horas del día para demostrar sus aportes, que no es una dinámica sana.
Para Alejandra Toscano, es importante que las empresas no sólo transiten a un esquema de trabajo por objetivos, sino que los resultados sean realistas. Además, es importante promover las metas personales y la vida fuera de la oficina, pues los colaboradores que “viven para trabajar” tienden a extender sus jornadas laborales.
Arleth Leal considera que las organizaciones deben hacer consciencia en que las personas no tienen que estar disponibles 24/7, pero también es necesario que las empresas establezcan las condiciones en las que se dará la flexibilidad.
El enfoque ahora no se centra tanto en los momentos en que las personas están trabajando, ni siquiera dónde, sino en cómo las personas pueden trabajar mejor. “Cada persona de un equipo tiene un contexto diferente dentro del cual intenta ser productivo”, detalla Mary Czerwinski.
“Tienes que darles a todos el espacio para que lo hagan en sus términos. Algunos de ellos pueden tener bebés, algunos de ellos tienen adolescentes, algunos de ellos pueden no tener hijos, pero funcionan mejor por la noche. La clave es que todos pueden ser productivos, pero deben hacerlo de una manera y en un momento personalizados”, concluye la especialista.