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Biden se alinea con Israel y regresa a EU con las manos vacías
El ataque a un hospital el martes da un vuelco a la crisis en la Franja de Gaza; Netanyahu podría invadir territorio palestino.
Franja de Gaza. El presidente estadounidense, Joe Biden, regresó anoche a Washington sin haber conseguido lo que más quería cuando aceptó ir a Israel: reducir la violencia en Gaza, garantizar la seguridad de los civiles y ofrecer a sus aliados árabes el espacio suficiente para intentar la liberación de rehenes en poder de Hamás.
El ataque a un hospital la noche del martes provocó un vuelco al conflicto.
De igual manera, Biden, eximió ayer a Israel de responsabilidad en el bombardeo que dejó cientos de muertos en un hospital de Gaza y obtuvo su autorización para que entre ayuda al enclave palestino, asediado desde la letal incursión de milicianos de Hamás en suelo israelí.
"Según la información de la que disponemos hasta ahora, parece que (el impacto) fue provocado por un cohete fuera de control lanzado por un grupo terrorista de Gaza", afirmó el mandatario en una visita relámpago a Israel, donde se reunió con el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Al concluir su visita, anunció que Egipto había autorizado la entrada de hasta "20 camiones" de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza por el paso fronterizo de Rafah, después de que Israel permitiera la entrada de "comida, agua y medicinas" al enclave.
El ataque al hospital dejó al menos 471 muertos, según el movimiento islamista Hamás. Pero un responsable de un servicio de inteligencia europeo aseguró bajo condición de anonimato que el ataque había dejado "decenas de muertos, probablemente entre 10 y 50".
Palestinos e israelíes se culpan mutuamente de la matanza en el enclave, bombardeado diariamente por Israel desde el 7 de octubre en respuesta a una incursión de Hamás contra su suelo. "Esta horrible masacre fue perpetrada con la ayuda de un arsenal militar estadounidense disponible sólo para el ocupante (Israel)", afirmó Hamás, clasificado como organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel.
El portavoz militar israelí, Daniel Hagari, aseguró en cambio que tenía pruebas de que la explosión en el centro sanitario se debió a "un cohete de la Yihad Islámica que falló". El grupo armado, aliado de Hamás, rechazó la acusación.
"Comida, agua y medicinas"
Al término de su visita en Tel Aviv, el presidente Biden anunció que el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, autorizó el paso de "hasta 20 camiones" con ayuda humanitaria a Gaza.
Pero advirtió que "si Hamás la confisca, no la deja pasar (...) entonces terminará".
El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, calcula que se necesitaría la entrada de unos 100 camiones al día para satisfacer la demanda en Gaza.
En otra muestra de solidaridad a Israel, Biden anunció que pediría al Congreso una ayuda "sin precedentes" para su aliado, como parte de un paquete de 100,000 millones de dólares que incluye también ayuda para Ucrania y Taiwán.
Pero a pesar del férreo apoyo ofrecido, aconsejó al Estado hebreo a no dejarse llevar por la "rabia" y evitar los "errores" cometidos por Washington tras los atentados del 11 de septiembre.