AMLO da la espalda a España en la Cumbre de Iberoamérica

España es el laberinto del presidente López Obrador.

El presidente mexicano no ha logrado asentar una diplomacia a la altura de la relación comercial; para contener su enojo con el país europeo decidió inventar una etiqueta en su relación diplomática: la pausa.

AMLO decidió degradar la Cumbre de Iberoamérica por el descontrol que los dogmas le han producido en su comportamiento diplomático con España.

Es conocido que España fue un impulsor vital de la Cumbre de Iberoamérica en 1991, teniendo su primera reunión en Guadalajara, Jalisco.

Para que no hubiera dudas sobre su desafecto con España, pero también con el presidente de República Dominicana, sede de la Cumbre, decidió que el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard no viajara a Santo Domingo.

No será fácil que la “pausa” ingrese al vademécum de la diplomacia, pero a cambio, sí será fácil identificar como “ocurrente” a la diplomacia de AMLO.

Por ejemplo. AMLO ordenó modificar el artículo 33 de la Constitución para permitirles a los extranjeros opinar sobre política doméstica. Su principal incentivo recae en un ciudadano español: Abraham Mendieta.

Alumno de Juan Carlos Monedero en la Complutense de Madrid, Mendieta es un animador de la 4T en redes sociales y en algún medio de comunicación. No sólo es animador, su novia, Andrea Chávez Treviño, es diputada de Morena.

La enmienda al artículo 33 nace de una ocurrencia de AMLO. Un tuit de Felipe Calderón con el que pide la expulsión a Abraham Mendieta de México fue suficiente para que el presidente AMLO ordenara la modificación de la ley para que los extranjeros puedan opinar sobre política doméstica.

El negocio de propagandista de Abraham Mendieta despertó curiosidad en su profesor de la Universidad Complutense: Juan Carlos Monedero, fundador de Podemos.

A Monedero le han brillado los ojos luego de haber conocido el gran negocio que representa para Mendieta su protagonismo en la propaganda del Gobierno de López Obrador.

El Fisgón, Rafael Barajas, monero de La Jornada, le ha abierto las puertas del Instituto de Formación Política de Morena (que él dirige) a Juan Carlos Monedero. La sintonía entre Morena y las raíces de Podemos es clara.

Monedero ya huele a elecciones en México. Entiende que puede sacar una buena partida económica dando asesorías.

Como esta columna adelantó hace algunas semanas, Monedero aseguró durante una cena en casa de amigos de su entonces novia mexicana en el barrio de Chimalistac, en la Ciudad de México, que Adán Augusto López será el próximo presidente mexicano. 

En el tándem Monedero/Mendieta también se encuentra John Ackerman, el personaje que al inicio del sexenio apuntaba a ser uno de los principales propagandistas del Gobierno de López Obrador, pero la caída política de su esposa Irma Eréndira Sandoval, lo dejó fuera del primer círculo del presidente.

Así que un grupo de españoles suele estar cerca de AMLO, pero claro, dependiendo de la persona que se trate. Ahora se encuentra en un dilema, porque su cercanía con Podemos es proporcional a su distanciamiento con Pedro Sánchez y el Rey Felipe VI. Podemos es aliado de Pedro Sánchez en su Gobierno.

Por lo pronto, AMLO decide enviar a Santo Domingo a un distinguido miembro del Grupo de Puebla, Maximiliano Reyes.

En el Grupo de Puebla se encuentran personajes variopintos: un Evo Morales, violador de la democracia en Bolivia, Rafael Correa, represor de periodistas en Ecuador o Zapatero, blanqueador de imagen del dictador Nicolás Maduro.

Y así, AMLO propina un nuevo desdén a España al no asistir a la Cumbre de Iberoamérica: la peor política exterior de México con las peores ocurrencias.

Twitter: @faustopretelin