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Opinión

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El problemático Metro de la CDMX (II)

El Metro es un organismo público descentralizado que proporciona públicamente información financiera amplia, aunque a veces difícil de interpretar. No quiero cansar al lector(a) con cifras, pero vale la pena revisar algunos datos. En 2022 se reportaron ingresos por venta de bienes, prestación de servicios e ingresos financieros por 5,209.4 millones de pesos. En ese monto se incluyen ingresos por la venta de boletos (1,002.2 millones de pesos), venta de tarjetas (13.3 millones de pesos), recargas de tarjetas (2,414 millones de pesos), y arrendamientos de locales, comercios y espacios publicitarios (296.7 millones de pesos). El gasto total, que lo llaman “de funcionamiento” ascendió a 13, 562.4 millones de pesos, lo cual arroja un déficit con los ingresos de -8,353 millones de pesos. Esta diferencia se cubre con transferencias y asignaciones (es decir, subsidios) del Gobierno Federal y gobierno de la CDMX que totalizaron 8,557.7 millones de pesos.

Un dato preocupante que evidencia la insuficiencia de recursos para mantenimiento e inversión es que, dentro del gasto total, el 46.5% corresponde a servicios personales, es decir todo lo relacionado con sueldos, salarios y prestaciones de los más de 15,000 empleados. Dicho monto es de 6,302.2 millones de pesos. Es decir, los ingresos totales de 5,209.4 millones de pesos los absorbe en su totalidad el gasto de nómina, faltando por cubrir aún unos 1,000 millones de pesos.

Un problema adicional es el elevado número de pasajeros que viajan gratis. Veamos: En 2022 la venta de boletos, recargas y nuevas tarjetas arrojó 3,429.5 millones de pesos. Ello representó 685.9 pasajes, a 5 pesos cada uno. Recordando que la afluencia total fue de 1,057.5 millones de pasajeros, se tiene que el 65% pagaron la tarifa (685.9/1057.5). Esto significa que el 35% de los pasajeros durante 2022 viajaron gratis por haber sido niños, adultos mayores, discapacitados y policías. Es una proporción elevada.

Algunos han estimado que el costo real por boleto es cercano a 25 pesos. Prácticamente la mayoría de los Metros en el mundo operan con subsidios. Aunque se puede objetar la comparación, la tarifa promedio en 10 ciudades europeas es de 1.90 euros (38 pesos) y el promedio en seis ciudades latinoamericanas es de 0.82 dólares (15 pesos).

El Metro de la CDMX está atrapado en un callejón sin salida al haberse convertido la tarifa en un símbolo político. Sea quien sea el(la) próximo(a) gobernante de la CDMX, deberá afrontar el reto de ajustar al inicio del gobierno lo más que se pueda la tarifa (obviamente no a 25 pesos), y después ajustarla anualmente por medio de algún indicador. Ello deberá acompañarse de una campaña pública para concientizar a los usuarios de que el gobierno a cambio se compromete a mejorar el servicio y hacerlo seguro y eficiente. A los usuarios de bajos recursos, se les puede dar un subsidio focalizado mediante una tarjeta (sistema de vouchers) de viajes. El problema no es sencillo, pero una vez más la negligencia de la 4T ha agravado la situación. Una razón más para no votar por Claudia.

Twitter: @frubli

Economista egresado del ITAM. Cuenta con Maestría y estudios de doctorado en teoría y política monetaria, y finanzas y comercio internacionales. Columnista de El Economista. Ha sido asesor de la Junta de Gobierno del Banxico, Director de Vinculación Institucional, Director de Relaciones Externas y Coordinador de la Oficina del Gobernador, Gerente de Relaciones Externas, Gerente de Análisis Macrofinanciero, Subgerente de Análisis Macroeconómico, Subgerente de Economía Internacional y Analista.

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