Buscar
Opinión

Lectura 4:00 min

El rey post Brexit

Aun falta la coronación. No obstante, la era del rey post Brexit iniciará cuando la Corona Imperial británica sea removida del ataúd de la reina post imperio.

Los “despojos mortales” de su majestad descenderán al fondo de su cripta acompañados de puñados de tierra y de los tradicionales coros de “polvo eres y en polvo te convertirás”. Se acabará el contacto de su ataúd con la luz y así, el viento se encargará de cambiar la página de una libro milenario que indica que la era de Isabel II, iniciada en 1952, ha llegado a su fin. Sin embargo, la historia esta lejos de marcar un punto final y la inercia nos lleva a un punto y seguido.  Porque si de algo se ha encargado la monarquía británica, es de instaurar “cambio y continuidad” como uno de sus lemas. 

Iniciarán siete días de luto que podrían sumergir en las crónicas del olvido del color negro, los recuerdos de la posguerra que, enmarcados por la reconstrucción y la necesidad de un estado de bienestar, llevaron a su estado actual al Sistema Nacional de Salud. Ese será al cambio que los regrese a la continuidad de una realidad marcada por la venganza geopolítica de otra guerra que tiene su corazón en Ucrania, y que muy probablemente hará que las nuevas monedas con la cara de Carlos III mirando hacia la izquierda, sean elevadas por los fuertes vientos del huracán que los rodea.

Porque en octubre, mientras el rey post Brexit estará planeando su coronación para primavera o verano del 2023, el tope tarifario de la energía de los hogares en Reino Unido aumentará un 80%. Pasando de las actuales 1,971 libras que paga al año un hogar medio a 3,549 libras. A lo que habrá que sumarle que la inflación superará el 18% para principios del próximo año,  se encargará de marcar el ambiente que enmarcará el magno evento. 

Así es como el destino le recompensa sus 73 años de espera debajo de la sombra de dos mujeres que se refleja en el 54% de aprobación, según datos de la última encuesta de YouGov, que sin duda contrasta con el 81% con el que contaba su madre. 

El éxito del pasado no es garantía del futuro. Sobretodo si se toma en cuenta que la monarquía es un anacronismo y que hoy su éxito depende más de las visitas a hospitales y la inauguración de escuelas, que de territorios conquistados.

Esto último es importante, porque nos lleva a hablar de los retos a los que el nuevo rey se enfrentará más allá del contexto que le hereda la última versión de la guerra del bien contra el mal. Siendo tal vez el primero, lo bien que los británicos lo conocen después de tantos años en la mira. Resaltando el desastre de su matrimonio con la princesa Diana y su reciente mal humor con el chorreo de tinta en las plumas. Además de la continuidad de la unión. Tanto del reino como de la Commonwealth, en un momento en el que el sonido de campanas republicanas en Antigua y Barbuda, Australia, y Jamaica, se intercala con la mirada de expertos que la señalan como una posible alternativa a la Unión Europea. 

Mientras tanto, la pregunta que hoy nos susurra el viento, es si alguna vez volverán a juntarse tantas cabezas de Estado, en un Reino Unido que ha sido relegado a una potencia regional.  

Se pone en duda el “Rex nunquam moritur (El rey nunca muere)” y la reina se despide con una innegable muestra de softpower que arroja la llegada de más de 500 líderes mundiales.

El último en salir, apague la luz.

Twitter: @HenaroStephanie

 

Actualmente da asesorías geopolíticas, conferencias, e imparte la materia en la Universidad Iberoamericana de México y en la Universidad Francisco Marroquín en Guatemala. También comparte sus análisis en ADN40, MVS, Radiofórmula, El Heraldo y Televisa.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete