Lectura 4:00 min
¿Por qué mirar a India ahora?
India se convertirá en la cuarta economía más grande del mundo antes de que termine esta década. Si las cosas siguen como van, India rebasará a Alemania y quedará sólo debajo de Estados Unidos, China y Japón. Las perspectivas económicas lucen brillantes para el país más poblado del mundo, que tiene 1,428 millones de habitantes, apenas 3 millones más que China.
El ascenso de India no ha sido tan espectacular como el de China, pero merece mucha más atención de la que le hemos otorgado. En lo que va del Siglo XXI ha logrado crecer a una tasa anual superior al 6%, en promedio. En ese periodo desarrolló una clase media que ahora está entre 100 y 150 millones de personas y podría triplicarse en los próximos 20 años. Su mercado interno es cada vez más importante para las empresas globales. India ya es el sexto mayor importador del mundo. Sus decisiones acerca del petróleo es uno de los factores que mueve el mercado global. Sus compras anuales de crudo superan los 90,000 millones de dólares.
En los últimos cinco años, India rebasó a Francia y Gran Bretaña para colocarse en las cinco mayores economías del mundo. En el camino, ha logrado posicionar algunas de sus marcas como referencia mundial. Es el mayor productor de farmacéuticos del mundo y un referente en el mundo digital. Infosys es una de las mayores empresas de Tecnología de la Información. El conglomerado industrial y de servicios, Tata, es ahora propietario de algunas marcas legendarias en la industria automotriz, por ejemplo Land Rover.
En el 2023, India registró el máximo crecimiento entre las mayores economías del mundo. En el primer semestre creció 6.1% y en el segundo, 7.8%. Esto es algo superior al 5.5% de China y abrumadoramente mayor que los datos de los países europeos, incluyendo la recesión que ronda a Alemania, el “nuevo enfermo de Europa”. Los motores de crecimiento indio son el consumo privado; las exportaciones y el gasto público.
En los próximos años, una parte del PIB de India será impulsado por inversiones sociales que Europa hizo en el siglo XIX y principios del XX: infraestructura para grupos pobres y mal atendidos por las políticas públicas. La lista de tareas incluye sanitarios, caminos rurales, clínicas de salud, agua y drenaje. Otro factor que acelerará el crecimiento de este enorme país es la incorporación de las mujeres al mercado laboral. India tiene una tasa de participación económica femenina que no alcanza el 25%. Con llegar al promedio mundial, de 40%, podría crecer entre 1 y 2% más por año.
Entre México y Nueva Delhi hay 14,649 kilómetros. El trayecto más directo en avión entre las dos capitales se tarda alrededor de 21 horas. Estamos lejos, pero competimos, por ejemplo, por la relocalización de algunas inversiones que están saliendo de China. Para Apple, India parece una mejor opción para la manufactura de sus teléfonos y gadgets.
Un dato interesante es que India es el único país del mundo que recibe más remesas que México. La diáspora india envía alrededor de 110,000 millones de dólares anuales a su país. Una parte de esos emigrados indios ha logrado consolidarse como altos ejecutivos de empresas globales. Los CEOs de Microsoft y Google (Alphabet) son nacidos en India.
La cumbre del G20. India será la sede de la cumbre del G20 el próximo fin de semana. En este grupo se encuentra el principal espacio de coordinación de políticas económicas del mundo. Es una plataforma natural para proyectar la imagen mundial de un líder ambicioso como es el primer ministro, Narendra Modi. El premier chino, Xi Jinping ha adelantado que no irá. Por parte de México, acudirá la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro. No se espera que emerjan grandes acuerdos de esta reunión, entre otras cosas porque la invasión rusa a Ucrania sigue siendo un factor que polariza. Ante la ausencia de expectativas, es significativo que la previa de la Cumbre que más ha llamado la atención es el hecho de que el Gobierno haya utilizado el nombre del país en hindi para las invitaciones, Bharat. ¿Se prepara un cambio de nombre?