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Solvencia bancaria, clave en el dictamen del BCE sobre el impuesto español
El BCE podría emitir un dictamen no vinculante sobre la propuesta de impuesto a los bancos españoles en los próximos días o semanas, tras evaluar su impacto en la solvencia del sector, dijeron dos miembros del Consejo de gobierno de la institución.
El Banco Central Europeo (BCE) podría emitir un dictamen no vinculante sobre la propuesta de impuesto a los bancos españoles en los próximos días o semanas, tras evaluar su impacto en la solvencia del sector, dijeron dos miembros del Consejo de gobierno de la institución.
En julio, la coalición de izquierda que gobierna España presentó un proyecto de ley en el Parlamento para crear una tasa temporal sobre los bancos y las grandes empresas energéticas, con el objetivo de recaudar 3,000 millones de euros hasta el 2024.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, dijo que el banco central ha creado un equipo de expertos en áreas como la supervisión, la estabilidad financiera, la economía y la política monetaria para formular una opinión.
“En los próximos días o semanas podríamos ver una opinión no vinculante”, mencionó De Guindos durante un evento financiero.
Aunque el lunes De Guindos no prejuzgó el resultado del dictamen de los expertos del BCE, recientemente ha dicho que un impuesto bancario en estos momentos podría tener efectos secundarios negativos en el sector y correr el riesgo de dañar su solvencia.
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, señaló a los diputados españoles, en un acto separado, que el dictamen del Banco Central se centrará en dos cuestiones: en qué medida afecta al mecanismo de transmisión de la política monetaria y en qué medida podría tener un impacto en la solvencia del sector bancario.
Los aspectos negativos
De Cos, que también es miembro del consejo de gobierno del BCE, dijo que en casos similares se han detectado algunos aspectos negativos relacionados con la solvencia.
En julio, De Cos dijo que no es fácil establecer un impuesto que no acabe afectando al crédito.
El impuesto incluiría una carga de 4.8% sobre los ingresos netos por intereses y las comisiones netas de los bancos.
Altos ejecutivos de entidades bancarias españolas, incluidas BBVA y Santander, mencionaron que el impuesto propuesto afectaría directamente a su rentabilidad y también distorsionaría la competencia, lo anterior al considerar que se dirige a los bancos con un volumen de negocio superior a 800 millones de euros.