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Chile, sin margen para aumentar más el gasto
Terremotos, incendios fiscales, pandemias o un shock financiero. Chile ha experimentado todas estas crisis en tan sólo 15 años. Si en 2020 la pandemia redujo el PIB en 6%, al año siguiente la economía chilena repuntó un 11%, en una de las recuperaciones más rápidas a nivel global.
Terremotos, incendios fiscales, pandemias o un shock financiero. Chile ha experimentado todas estas crisis en tan sólo 15 años. Si en 2020 la pandemia redujo el PIB en 6%, al año siguiente la economía chilena repuntó un 11%, en una de las recuperaciones más rápidas a nivel global.
Al igual que tras la crisis financiera de 2008-2009, o el terremoto de 2010, la recuperación tras la pandemia fue posible gracias a una inyección masiva de recursos fiscales (15% del PIB) y el uso de los ahorros previsionales.
Cuatro años después la situación es muy diferente. La deuda fiscal cerraría este año en torno 41.2% del PIB, desde el 28% que se registró antes de la pandemia. El deterioro de las cuentas fiscales se observa aún más fácilmente, si se comparan con 2007, el último de los años en un largo período de solidez fiscal. Desde entonces, los ingresos del Fisco se han reducido en dos puntos porcentuales, pero el gasto ha aumentado en siete.
No son los números absolutos los que preocupan, sino la rapidez del deterioro. William Foster, vicepresidente senior del Grupo de Riesgo Soberano de Moody’s Ratings, sostiene que -comparado con sus pares con una calificación A2- la posición fiscal de Chile es “bastante fuerte”. Sin embargo, en septiembre 2022, Moody’s recortó la calificación crediticia del país en un escalón debido al deterioro de las cifras.
“Durante la última década hemos visto un debilitamiento gradual y constante de la posición fiscal en Chile. Una relación deuda/PIB que hace años estaba por debajo del 20%, y ahora está alrededor del 40%, y esperamos que llegue alrededor del 41% este año…La verdadera pregunta es: ¿Qué pasará en los próximos años?”, plantea Foster.
El CFA ha descrito el estado fiscal de Chile en “alerta amarilla”. Una métrica que ayuda a entender esa preocupación es ésta: Si la tasa de interés es mayor al crecimiento, el Gobierno necesita un superávit presupuestario para impedir que la deuda aumente en proporción al tamaño de la economía.