Presentan resultados de 43 años al servicio de la inversión social

United Way México es una asociación de asistencia privada que tiene presencia en más de 40 países con más de 1,800 oficinas con más de 5 millones de voluntarios afiliados; pero lejos de los números, el trabajar en una organización con tantas personas es un lugar en el que se puede aprender de una manera descomunal, de acuerdo con Nancy Lara, CEO de United Way México.

Desde su llegada al país se ha planteado como meta transformar el contexto de forma positiva las comunidades más vulnerables de la región, así como generar oportunidades que ayuden a mejorar su calidad de vida y el entorno donde se desarrollan, de la mano de empresas y sociedad civil.

“La mayoría nos conoce como Fondo Unido en México y somos una organización sin fines de lucro y tenemos tres rubros: salud, educación y estabilidad financiera y la forma en la que nosotros nos sumamos a las comunidades es primero entendiendo a las comunidades no como un agente receptor, sino como un agente de cambio en sí. Así es que generamos líneas de acción, de equidad y alineadas a los objetivos de desarrollo sostenibles”, destacó Nancy Lara sobre las actividades estratégicas de United Way.

“Somos esa plataforma que vincula a nuestros clientes que confían en nosotros y con quienes desarrollamos una alianza multianual y que nos permite hacer una planeación estratégica de inversión en las comunidades en las que van a tener presencia en sus acciones, pero también están los otros grupos y objetivos que también atendemos como la infancia de 0 a seis años que es la etapa más importante de la vida de un ser humano en su desarrollo” agregó.

United Way forma parte de la red global de la compañía que cuenta con 43 años operando en el país, tiempo en el que ha logrado un alto impacto en programas y proyectos enfocados en abordar las necesidades de la comunidades más frágiles de todo el país.

Al momento ha impactado en 11 entidades como Baja California, Sonora, Coahuila, Nuevo Léon, San Luis Potosí, Guanajuato, Estado de México, Jalisco, Querétaro, CDMX y Tlaxcala, apoyando a 687 instituciones que han llegado a 2 millones de personas.

Entre sus líneas programáticas y proyectos insignia se encuentran: aprendizaje e innovación, esta línea responde al cuarto ODS, que se refiere a Educación de Calidad. Con un programa nuevo “Potenciando habilidades del siglo XXI en niños, niñas y jóvenes”, este programa tiene por objetivo crear condiciones para que niñas y niños terminen la enseñanza básica y secundaria y, además, accedan a servicios de atención y desarrollo de la primera infancia.

Sostenibilidad y vida digna, que se alinea con el cuarto ODS, referente a educación de calidad, es alusivo a trabajo y crecimiento económico. Cuenta con dos nuevos programas “Empleos para una vida digna”: cuyo objetivo será generar empleo, a través de la resiliencia y la autogestión, con la identificación y el desarrollo de las habilidades que requiere el campo laboral.

“Las organizaciones están fortalecidas para gestionar fondos y proyectos que mejoren la situación de las comunidades”, que se centran en buscar organizaciones que cuenten con la capacidad de fortalecer y atender las problemáticas públicas, así como empresas y organizaciones de la sociedad civil que cuenten con modelos claros para entregar soluciones a las comunidades.

Seguridad alimentaria y medio ambiente que atiende a tres ODS: Hambre Cero, Educación de Calidad y Vida de Ecosistemas Terrestres con el programa “Resiliencia comunitaria: alimentación y medioambiente” que busca contribuir con la seguridad alimentaria de las comunidades vulnerables, a través de la disponibilidad, acceso, nutrición y estabilidad de los alimentos.

“Las comunidades tienen acceso a asistencia para la producción”, cuyo objetivo es poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular las personas en situaciones vulnerables, incluido lactantes, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año.

katia.nolasco@eleconomista.mx