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El hartazgo por las élites políticas catapulta a Milei
Terminó la paciencia de los argentinos que, durante dos décadas, creyeron en el kirchnerismo y macrismo.
Buenos Aires. El libertario de extrema derecha argentino Javier Milei conmocionó al país el domingo cuando ganó la mayor parte de los votos en las elecciones primarias abiertas. La gran pregunta es si podrá repetir el resultado en los comicios presidenciales de octubre.
La primaria, que permite elegir a los candidatos de cada espacio político, es un buen indicador de cómo podrían resultar las elecciones generales. Milei obtuvo el 30% de la votación justo por delante del principal bloque conservador, con un 28%, y el peronismo gobernante de centro-izquierda, con el 27%.
El economista, cuyos bulliciosos mítines de campaña y promesas de purgar a la elite política han rememorado al exlíder estadounidense Donald Trump, podría poner de cabeza el statu-quo político de Argentina. En la campaña prometió cerrar el banco central, dolarizar la economía y recortar drásticamente el gasto estatal.
Sin embargo, Milei enfrenta un desafío mayor para ganar el 22 de octubre las elecciones generales o probablemente una segunda vuelta en noviembre, dado que los votos en blanco y una baja participación récord del domingo golpeó de manera más fuerte a los partidos tradicionales.
Esa tendencia podría cambiar en los próximos dos meses.
Jared Lou, de William Blair Investment dijo que Milei se convirtió en el "favorito" pero queda mucha incertidumbre y dijo que aumentó la posibilidad de una eventual segunda vuelta entre Bullrich y Milei.
"Un factor que puede ayudar a Milei en la elección presidencial es que es un extraño y los votantes están frustrados", sostuvo. "Sin embargo, muchas de las políticas por las que ha hecho campaña son vistas como bastante radicales por el electorado".
Agotamiento de “la casta”
La noche del domingo, un eufórico Milei anticipó el fin de los políticos tradicionales: “Estamos frente al fin del modelo de la casta, basado en esa atrocidad que dice que donde hay una necesidad, hay un derecho, pero se olvida que ese derecho se tiene que pagar”.
El líder libertario invitó a los “argentinos de bien” a sumarse a la “revolución liberal”. “Que no me vengan con que no se puede, el problema es que la solución está en manos del problema”.