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Argentina, entre la corrupción y la locura
Argentina, al diván. Gana las elecciones presidenciales su actual ministro de Economía, Sergio Massa, el político que está destruyendo el valor del dinero.
Las encuestas ya no producen sorpresas. Otra vez se equivocaron. Dieron ganador a Milei, pero ganó el oficialista Sergio Massa en las elecciones presidenciales de ayer, cuyos resultados obligan a realizar una segunda vuelta el 19 de noviembre.
Milei ofreció viajar sin escalas hacia el paraíso desde la distopía argentina; Massa entregó dinero a través de 12 programas emergentes en las últimas seis semanas.
Milei comentó a Tucker Carlson que el papa Francisco “tiene afinidad por los comunistas asesinos” (dos de cada tres argentinos se consideran católicos) y Massa ofreció dinero extra a pensionistas y a todos aquellos que reciben cualquier tipo de ayuda del Estado. Los beneficios fueron extensivos a trabajadores del sector privado que ganan menos de 1,200 dólares por mes.
Milei asusta el voto; Massa compra el voto.
Massa, quien ha conducido la economía durante el Gobierno de Alberto Fernández por la peor ruta, fue premiado la jornada de ayer. Entre las elecciones primarias (13 de agosto) y las de ayer, la inflación creció de 110% a 140% anualizada y el dólar pasó de 600 pesos a más de 1,000.
Argentina ha proyectado para la segunda vuelta un dilema: votar por la corrupción (Massa) o por la locura (Milei). Ya no hay puertas de emergencia.
Jorge Fontevecchia es el periodista argentino que más ocasiones ha entrevistado a Javier Milei.
“No es por las ideas que Milei tiene la popularidad que tiene, sino la manera, su estilo excéntrico. Creo que no casualmente se puede decir que su popularidad es inversamente proporcional a la factibilidad de sus ideas, que no importa que sean aplicables”, comenta Fontevecchia a Juan Luis González en el libro El loco: la vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina (Planeta, 2023).
El discurso mileista, escribe González, es un afrodisiaco para diversos grupos de gente. Sobre todo, sectores jóvenes, de todas clases sociales, fundamentalmente hombres, muchos de los cuales experimentan malestar frente al avance de fenómenos como la marea verde.
Milei es una máquina de irradiación de odio a la política. Sin embargo, flota un dilema que podría costarle caro en la segunda vuelta: sin Estado no hay justicia. ¿Hasta dónde llegaría la reducción del Estado? ¿Terminaría por dinamitar el Banco Central?
Sergio Massa ganó la lotería la noche de ayer. Su victoria sería equiparable a un hipotético triunfo de López-Gatell en las presidenciales.
Argentina elegirá el 19 de noviembre entre la corrupción y la locura. Quizá, lo que el país requiere es anestesia para pensar.