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Opinión

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Inversión productiva para el desarrollo

Macroeconómicamente, la economía de un país se conforma de dos grandes agregados: oferta y demanda. La oferta la integran las importaciones y el Producto Interno Bruto; la demanda está compuesta por la inversión, el consumo y las exportaciones.

La inversión en formación de capital físico, esencialmente maquinaria y equipo productivo, así como en infraestructura aumentan la base productiva, generan empleo, tienen un efecto multiplicador en muchas actividades económicas, favorece el crecimiento económico.

En el 2023 en nuestro país la inversión en capital físico tuvo un crecimiento sin precedentes desde 1994. Creció 20% y sus componentes, la inversión en maquinaria y equipo, así como la construcción mostraron dinamismo. El crecimiento de la inversión en maquinaria y equipo también significó la importación de bienes que fueron favorecidos por la fortaleza del peso mexicano.

Dentro de la inversión en la construcción, la mayor influencia fue la de la infraestructura que se elevó en 39 por ciento. Destacan las obras en la construcción de carreteras y la reparación de ellas, realizadas por la SICT que encabeza el secretario Jorge Nuño, como son la Autopista Barranca Larga Ventanilla, que une a Oaxaca con Puerto Escondido, la autopista Mitla Tehuantepec, las diversas obras en Cancún, el puente la Concordia en Chiapas.

La inversión en infraestructura en el sureste se incrementó en 50 por ciento. La industria de la construcción favoreció el crecimiento de la economía del país que fue de 3.2 por ciento.

Para el desarrollo económico y social sostenido, así como es muy importante la inversión en capital fijo, también lo es la inversión en capital humano, particularmente en la educación, la salud, la seguridad social y los servicios públicos.

Una fuente importante de financiamiento de la inversión, además del gasto público y privado, es la inversión extranjera. El año pasado se tuvo un nivel récord de crecimiento, de 36,000 millones de dólares. Mucha de ella provino de la reinversión de utilidades.

El crecimiento de la inversión total del país en el año pasado es una buena base para continuar en esa ruta. Es importante mencionar que el alto crecimiento económico de China, Singapur, Corea del Sur y Chile obedece a las altas inversiones en capital fijo.

Para este año, los factores positivos que se advierten para la economía mexicana son varios. Sobresale la continuidad de la inversión física en infraestructura en los programas ya iniciados. Un ejemplo de ello es que en enero de este año se tuvo un gasto en inversión física que es el mejor desde el 2009.

También es importante considerar que la economía estadounidense continúa su expansión dentro de márgenes prudentes para bajar la inflación y consolidar su crecimiento económico.

Y un sector de potencialidad es el nearshoring, en donde México ofrece condiciones favorables debido a que es una zona fronteriza con Estados Unidos, tiene 52 acuerdos comerciales con países, experiencia en la industria manufacturera y una posición demográfica favorable al contar con gente joven. Aun con ello se necesita crear más infraestructura, educación para el trabajo y consolidar la seguridad jurídica.

smota@eleconomista.mx

Escritor y licenciado en economía, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. De 1984 a 1990 fue embajador de México ante el Reino de Dinamarca, donde se le condecoró con la orden Dannebrog.

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